Como en toda pulseada cambiaria entre el mercado y el Banco Central la pregunta clave, por lo menos en el corto plazo, pasa por evaluar el poder de fuego del ente monetario, es decir, cuántas balas tiene para enfrentar el exceso de demanda de divisas. Más allá del stock de reservas del BCRA, que ayer bajó a u$s 30.480 millones, y que seguramente, en algún momento, el Gobierno decidirá que ya llegó el tiempo de defender un nivel a capa y espada, que algunos analistas lo estiman en u$s 20.000 millones (que representa menos de 4 meses de importaciones), cabe evaluar qué otras estrategias está empleando el nuevo equipo económico y el BCRA. Antes vale señalar que al ritmo actual de pérdida de más de u$s 2.000 millones mensuales el horizonte es de cinco meses, aunque la experiencia histórica es muy rica en aleccionar que una vez que el mercado no encuentra un dique de contención se acelera el ritmo y se acorta el tiempo.
En tal sentido, uno de los movimientos oficiales más notorios de las últimas jornadas fue la venta de parte de las tenencias de títulos públicos en dólares del BCRA y de la ANSES, con el fin de bajar la brecha desinflando el dólar "blue" vía la caída del contado con liquidación mientras aceleraban el ritmo de depreciación del peso. Para ello empezaron a liquidar posiciones de Bonar X y Boden 15, sobre todo del ente monetario y en menor medida del organismo previsional. Fue así como el mercado de bonos pasó de negociar volúmenes de u$s 20 millones promedio diario de Bonar X a más de u$s 62 millones en los últimos días; mientras que del Boden 15 se pasó de u$s15 millones a más de u$s 43 millones. Claro que esto tiene un costo, ya que prácticamente el Gobierno liquida estos bonos a precios inferiores respecto de una situación normal. Según estimaciones privadas, a la ANSES le quedan poco más de u$s 5.000 millones en Bonar X y Boden 15. Si bien tiene en cartera otros papeles que podría usar, como los Discount y en menor medida cupones PBI, que sumarían otros u$s 5.000 millones, algunos economistas consideran que serían menos efectivos. Al respecto un informe del Estudio Broda advierte que este desarme de carteras de la ANSES y del BCRA puede afectar la oferta de bonos argentinos en Nueva York, ya que estos papeles son utilizados para la operatoria del "contado con liqui" (para girar fondos al exterior), y esto paradójicamente puede detonar una suba del riesgo-país.
Rodolfo Santangelo, de MyS Consultores, considera que ya no importa la cantidad de balas porque la demanda del "blue" está ligada a la política monetaria, que no es consistente con la fiscal y cambiaria. Por ello la clave pasa por cuándo el mercado considerará que esos bonos ya no son buenos sustitutos imperfectos de dólares (a futuro). Ahí entonces esta estrategia de intervenir vía bonos será inocua. Pero le dará tiempo al Gobierno para encarar alguna otra medida y buscar refuerzos para las reservas.