Wall Street cerró 2013 en máximos históricos dejando ganancias del 30% promedio. El Dow Jones en 16.577 puntos tuvo así su mejor año desde 1995; el S&P 500 en 1.848 puntos, el mejor desde 1997, mientras que el NASDAQ en 4.177 puntos quedó en niveles no vistos desde 2000, cuando estalló la burbuja de las puntocom.Claro que el festejo de Wall Street no fue solitario ya que también las principales Bolsas europeas cerraron con importantes ganancias (Fráncfort +26%; Madrid +21%, Paris +18% y Londres +14%) celebrando de esta manera el accionar de los bancos centrales y de sus políticas expansivas. Es que tras cinco años de una profunda crisis, las expectativas de los inversores sobre un cambio del ciclo económico mundial, propiciado por la recuperación de las economías desarrolladas debido al apoyo de los bancos centrales impulsó las apuestas sobre los mercados bursátiles. Sólo basta con señalar el caso de la Bolsa de Tokio que cerró 2013 con la mayor suba del Nikkei desde 1972 con un 57%, impulsado por las medidas de política monetaria y fiscal acomodaticia implementadas tanto por el Banco de Japón como por el Gobierno de Abe.
Al tomar el S&P 500 como referencia del mercado, en general, los analistas son optimistas para este año, aunque con diferencias significativas. Los menos positivos son los de Deutsche Bank, que anticipan un comportamiento plano para 2014, proyectan el cierre en 1.850 puntos. Un poco más optimistas son los economistas de Barclays, Goldman Sachs, Citi y BMO Capital, que proyectan un cierre anual en 1.900 puntos. Por su parte, RBC Capital estima un cierre en 1.950 puntos; y Credit Suisse en 1.960. Los analistas más positivos (estiman suba del 9%) son los del Bank of America Merrill Lynch, que anticipan un cierre de 2.000 puntos; Morgan Stanley (2.014 puntos); y JP Morgan Chase (2.075 puntos).
En el arranque de 2014 se mantiene así el optimismo de los analistas sobre la renta variable mundial debido a las bajas rentabilidades que ofrece la deuda soberana y porque las tasas bajas se mantendrán por más tiempo y además bajó la percepción del riesgo.