Claudia Vega - Gerente Senior de Impuestos de EY
El Instituto Fraser publicó los resultados de la encuesta a ejecutivos de las principales compañías mineras en la que indaga sobre la percepción de éstos respecto del clima de inversión en diversos países. En 2013, el Perú se posiciona en el puesto 56 en el ranking de naciones que se perciben como promotores de la inversión, ascendiendo dos puestos respecto a 2012.
Si bien los resultados indicados reflejan una leve mejoría, consideramos que una reforma del sistema tributario-minero orientada a cubrir ciertos vacíos normativos podría contribuir con mejorar la percepción del país. A continuación algunos ejemplos:
Recuperación definitiva del IGV. La lista de bienes y servicios por los que se puede solicitar el beneficio no fue modificado desde 2002, por lo que consideramos importante reevaluarla.
Gastos sociales. Las inversiones sociales son muchas veces consideradas como "liberalidades" y rechazadas por la administración tributaria. Siendo que estos desembolsos tienen por objeto permitir la actividad generadora de la renta, debería evaluarse un mecanismo legal que permita deducirlos sin discusiones en torno al tema conceptual y sin disputas respecto de aspectos formales.
Obras en infraestructura. Si bien la Ley General de Minería establece la posibilidad de deducir el costo de las obras, el proceso de aprobación es complicado y por tanto poco atractivo.
Cierre de minas. El gasto recién podría ser deducido en el ejercicio en que se incurra, generando pérdidas que el inversionista no podría recuperar por haber finalizado las actividades productivas.
Adicionalmente, en los últimos meses se crearon diversas cargas (fondo de jubilación minera, FISE, aporte por regulación) que bajo un ropaje distinto esconden un impuesto a las ganancias generadas por el inversionista minero. Los inversionistas aprecian un entorno fiscal simple, ordenado y con reglas claras que les permita predecir su retorno.