FRANCISCO ORRGEO B*
Si hay algo que la pandemia nos está dejando claro es que vivimos un cambio sin vuelta atrás. El uso indispensable de dispositivos móviles o computadores para trabajar, comprar, hacer trámites o simplemente divertirnos, ha transformado nuestra cotidianeidad. Y en este escenario, el litio aflora como uno de los principales protagonistas de un futuro hoy cada vez más presente. Sobre todo, cuando su demanda podría triplicarse en seis años impulsada por la electromovilidad, estrategia clave para amortiguar los efectos del cambio climático.
Mucho se ha discutido y escrito respecto a las ventajas comparativas de Chile para la extracción y comercialización del litio. Es así como la inédita Política Nacional Minera 2050, que está impulsando el Ministerio de Minería, se está haciendo cargo de las oportunidades que genera este mineral, que no podemos seguir postergando. Aumentar su producción a cerca de 230 mil toneladas anuales, a partir de 2025, pasa necesariamente por incorporar al Estado, en asociación con privados, en su cadena de producción.
El proceso de licitación pública anunciado hace algunas semanas por ENAMI avanza en esa dirección, pues con la prospección hidrogeológica en sus pertenencias mineras de los salares Infieles y Aguilar, en la región de Atacama, podrá contar con información más precisa y confiable para establecer su potencial de recursos de litio.
Que ENAMI desarrolle una estrategia de negocios en torno al litio y que, oficialmente, ya esté dentro de la carrera por explorar el negocio resulta de toda lógica. La estatal cuenta con la facultad legal para fomentar la explotación y comercialización de todo tipo de minerales en representación del Estado, incluyendo bajo esquemas público/privadas; y, además, dispone de una estructura organizacional y de negocio para el desarrollo minero a la escala que exige el mercado, distribuida a lo largo del país en zonas de interés minero.
El interés demostrado en los últimos meses por la empresa de manera abierta y transparente, de promover el desarrollo de la industria del litio en Chile, refleja que su actual administración, junto con enfocarse en abordar los desafíos de corto plazo que genera la actual crisis sanitaria y económica, está concentrada también en impulsar una mirada de largo plazo en su plan estratégico, incluyendo la exploración y explotación de este recurso con una mirada sustentable.
Con su decisión estratégica de fortalecer sus condiciones naturales para participar de la demanda del litio, ENAMI ha decidido que fomentar la minería no metálica, es una valiosa oportunidad para instalarse como actor relevante del mercado nacional. Eso porque junto con avanzar hacia la diversificación de su cartera productiva, la minería del litio ofrece un escenario positivo para la configuración de encadenamientos productivos regionales, generando un significativo aporte en el progreso de las economías locales. Y por qué no decirlo también, de la economía chilena al favorecer la profundización del liderazgo de nuestro país en la minería mundial.
*Exsubsecretario de Minería y director de ENAMI
