(Comentario de Mining Press) El colombiano Eduardo Chaparro Ávila sumó otra distinción a su destacada trayectoria científica y profesional. Compartimos con nuestros lectores éste, su último trabajo (click o brief adjunto en Documentos Especiales) a propósito de su hoy sufrida Colombia, presentado ayer en Bogotá, en ocasión de la ceremonia de posesión como Miembro Correspondiente de la Sociedad Geográfica de Colombia y de la Academia de Ciencias Geográficas.

EDUARDO CHAPARRO * 

"No hay duda alguna que la vida de hoy, la de ayer y la de mañana, necesitó, necesita y necesitará proveer a la población, bienes y servicios, en conjunción entre el empresario, cualquiera que sea su tamaño y el Estado, cualquiera que sea su visión ideológica. En ese contexto, la producción de minerales y metales, tan vasta como lo son las necesidades por atender, ocupa un papel preponderante en la historia humana".

RESUMEN

Colombia, un país dotado de una generosa y dinámica oferta geo minera, ha estado signada en el trascurso del tiempo, por múltiples manifestaciones de producción minera con una amplia gama de modos, volúmenes, tipos y duración de operaciones mineras, que de manera independiente a la discusión de minería si o minería no, se seguirán escenificando en su territorio, y depende sus ciudadanos, con su decisiones, escoger la forma modo y lugar en donde se realicen operaciones que continúen una tradición que se inicia en el Pacifico y en los Andes, con vestigios que se remontan a 4.000, antes del presente y que ha visto como los diversos ocupantes iniciales de su territorio, con quienes vinieron de dos continentes, se amalgamaron en una nación que ha surgido, pese a las carencias, dificultades y penas, como un país multi étnico y pluri cultural, que hoy deriva buena parte de su ingresos de la minería y que se ha cuestionado si vale la pena seguir con estas actividades o darse a la práctica de otras actividades, poco conocidas y quizás menos rentables en términos de potencial desarrollo socio económico.

Se registra historia minera centrada en departamentos como Antioquia, Boyacá y Cundinamarca con menciones a tres sitios específicos por su tradición y valor económico en el ayer y en el hoy, lo cual no significa que se desconozca, la vida minera de otras secciones del país, que de seguro en la continuación del trabajo se incorporarán Este escrito, relata, sin ánimo de economista, sino de actor de la cadena de la industria, el acontecer minero del que el país ha sido testigo y protagonista, y que le ha dado lo que hoy tiene y que le ofrece la posibilidad de, si toman decisiones serias, multiplicar el aporte minero para la prosperidad dl Estado y como propone el autor la riqueza pública.

El concepto de Geografía, no es un concepto contemporáneo, no es moderno, mucho menos es un concepto antiguo, es un concepto vigente, permanente y en evolución, desde Eratóstenes de Cirene (275-194 a. C.) visto por quienes a este menester se dedican como el padre de la geografía, al ser el primer occidental en usar ese término, en una de sus obras: Hympomnemata geographica, pasando por Abraham Ortelius, el geógrafo y cartógrafo flamenco, y su Theatrum Orbis Terrarum, considerado el primer atlas moderno, por Caldas en nuestro suelo y hoy con google earth y la fantástica cantidad de científicos detrás de esa aplicación.

Otro aportante de ayer fue Augustin Lubin quien decía en su texto Mercure géographique ou le Guide du curieux des cartes géographiques, o el Mercurio Geográfico o la Guía de los curiosos de los mapas geográficos, que en español, geografía es “ el trazo o dibujo de la Tierra” , Simple escueta y precisa definición, que hoy tendrá muchos más atributos y que sin embargo a partir de ella se puede comprender, como otras disciplinas como la ingeniería de minas y la geología, forman parte de esa comprensión global de nuestro entorno. 

Fuente: Mercure géographique ou le Guide du curieux des cartes géographiques

No es desconocido que el avance técnico y científico arroja nuevas condiciones sociales y políticas, que modifica el paradigma tradicional que creíamos era el escenario mundial.

La asombrosa multiplicación de dispositivos electrónicos de todo tipo, la presencia de instrumental exploratorio en planetas como Marte, la drástica transformación de las manera, modos y equipamiento de las comunicaciones, el mismo desarrollo de los medicamentos e instrumental para enfrentar la desastrosa situación sanitaria que hoy sacude a la humanidad, todo eso, sin duda alguna, está soportado en el abastecimiento de minerales y metales, que generan transformaciones en los grandes polos de desarrollo, siendo luego diseminadas a todo el globo terrestre.

No menos cierto es que los indicadores de pobreza muestran imperdonables asimetrías en el desarrollo, equidad y distribución de la riqueza, sin modificaciones a las estructuras productivas, ni correcciones a los modelos de desarrollo social, económico y político pareciera que no se han modificado de manera positiva, a pesar del influjo de los nuevos desarrollos y de los cambios en las estructuras de las necesidades básicas de la población.

Es en este contexto, en el que se propone que se mire la búsqueda, producción, comercialización, beneficio y comercialización de los minerales, como una actividad que, en particular, ha jugado un papel determinante en la construcción de lo que es un país llamado Colombia Desde la llegada del europeo, las estructuras de poder no han dejado de sufrir cambios trascendentales: Desde cuando el encuentro de dos visiones del mundo, enfrentó, con los resultados conocidos, la de los pobladores iniciales de este territorio, con su multiplicidad, geográfica, sus cosmovisiones particulares, sus actividades vitales habituales, la forma en que ocuparon sus espacios vitales, frente a la visión monárquica de expansión territorial, de búsqueda y obtención acelerada de riquezas no mensuradas-

Desde la propagación de la fe de los visitantes y su pretensión de consolidar un modelo de gobierno y de presencia global, que de manera veloz, transitó de la exploración y conquista al letargo del usufructo de minerales y de posesión de la tierra, desembocando dos centurias después, en la oleada independentista, que dio al traste, al ya maltrecho poderío peninsular y que dio lugar, a la expansión de los mercados, con la revolución del vapor y sus implicaciones geo políticas, transformado el mundo en un modelo global donde la industrialización y nuevas tendencias ideológicas.

Algunas de ellas que aún perduran, transformaron el modelo de los nobles por el de los burgueses que extendieron el manto capitalista, con las variantes propias de cada uno de los impulsores, por un mundo que pronto vería horrendas confrontaciones en donde de la mano de la tecnología, sacudieron a la humanidad, desembocando en un efímero mundo bipolar, que hoy, desparecido el muro que marco el hito más importante de ese periodo, ha mutado a un mundo donde nuevos actores, basados en formas ancestrales de desarrollo, se enfrentan con las mismas armas de ciencia y tecnología a quienes encarnan el modelo de libre mercado.

Colombia, no ha sido ajena a esa constante de cambio y del bucólico recuerdo de pequeñas poblaciones con habitantes acogidos al pan coger, mudó con acelerado impulso en los últimos cien años a la Nación de hoy. 

Fuente: Tomado de: Atlas Histórico Marítimo de Colombia, en De África Occidental a Colombia. Siglo XVI.

Con sus habitantes, ocupando casi todos los espacios y ambientes de una nación multiétnica y que a la manera de ver del autor es el ombligo del mundo, sobre línea ecuatorial, ocupando espacios en tres hemisferios dado su emplazamiento entre los océanos más importantes del mundo, más cerca de Europa que la costa oriental de los Estados Unidos, de cara al Pacifico, que espera con su inveterada paciencia, que este país establezca los puentes culturales económicos científicos y sociales, con ese milenario y a la vez nuevo mundo.

Resumir de manera breve de la minería en Colombia en lo económico, lo minero y lo social, es tarea que implica omitir datos y detenerse solo en hechos mayores. Por fuerza hay que abordar, haciendo de ellos, aunque sea una mención breve, los antecedentes históricos tanto en el territorio colombiano como en el contexto regional americano, tanto para el oro, considerado para este trabajo como el metal más representativo como para el carbón