CARLOS PAGNI
Para el Presidente y Martín Guzmán es más fácil acordar con el FMI que con la vicepresidenta; más misterio sobre Sigman/AstraZeneca; temor electoral en ambas orillas; tenso diálogo entre Macri y Vidal; ¿Máximo Kirchner posterga la asunción en el PJ?
I. El viaje de Alberto Fernández y Martín Guzmán
Uno de los temas que va a llamar la atención durante toda la semana es el viaje que el Presidente y algunos de sus colaboradores, principalmente el ministro Martín Guzmán, están realizando por algunos países de Europa, de manera muy acelerada, con pocas reuniones en cada país, con la intención de conseguir apoyo político. No tanto para un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) sino para poder prescindir de un acuerdo hasta después de las elecciones y, de alguna manera, enmascarar lo que sería una cesación de pagos, un default con el Club de París durante este mes de mayo. Hay un vencimiento importante en la última semana de mayo que compromete una deuda de la Argentina con este club, del que participan los principales estados del G7, que son los que verdaderamente dominan al FMI.
El acuerdo para poder desistir de este pago en mayo y de otro pago en septiembre al Fondo podría pasar porque la Argentina utilice, y esta es la idea originaria que está en la cabeza de Martín Guzmán, Derechos Especiales de Giro, como moneda para esos desembolsos con los organismos internacionales. Los Derechos Especiales de Giro son el nombre que tiene la moneda del Fondo Monetario, que puede integrar parte de las reservas del Banco Central y que el propio Fondo y el Club de París podrían admitir como una válida para el pago.
Por la crisis social y económica que se ha difundido por la pandemia, va a haber una ampliación del capital que tiene cada país en el Fondo y eso supone contar con más Derechos Especiales de Giro que le servirían a la Argentina para pagarle a los organismos sin usar las reservas en dólares que tiene el Banco Central. Esta es la intención del Ministerio de Economía.
Pero lo más importante que pasó hasta ahora en este viaje de Alberto Fernández a Europa sucedió la noche en la que el Presidente partió rumbo al viejo continente. No es una noticia que haya protagonizado Alberto Fernández ni el ministro Guzmán, sino que se trata de una nota, una especie de larga reflexión, de Leopoldo Moreau, en su cuenta de Facebook. ¿Por qué es importante leer esa página? Porque Moreau es de las personas más cercanas y de las que con mayor claridad expresa, y sobre todo anticipa, lo que está pensando la vicepresidenta Cristina Kirchner en muchos temas centrales de la vida pública.
El texto de Moreau comienza aclarando que con él busca enmarcar el viaje de Alberto Fernández durante su gira por Europa. Moreau dice que la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco de Inglaterra, el Banco de Canadá y el Banco Central Europeo repartieron por motivo de la pandemia 6 billones de dólares entre 25 estados. El FMI solo se está disponiendo a repartir como Derechos Especiales de Giro 150 mil millones de dólares entre 163 países. El reparto es de un menor monto entre más estados. Por lo tanto, opina Moreau, lo que habría que pedir es que los países que recibieron la ayuda de los bancos centrales no participen del reparto que realiza el Fondo. A su vez, en el caso de países deudores, y en particular de la Argentina, donde según la versión kirchnerista el Fondo le prestó a Mauricio Macri para favorecer el triunfo de Juntos por el Cambio, el Fondo debería compensar ese favoritismo con una disminución de la tasa y además con un plazo para restructurar la deuda de por lo menos veinte años. Hay que saber que en los estatutos del Fondo no está previsto que haya una reestructuración de deuda superior a los 10 años.
Moreau agrega, por si Fernández no había leído lo que había propuesto Oscar Parrilli, otra voz importante del entorno de Cristina Kirchner: los Derechos Especiales de Giro que se le asignan a la Argentina en este reparto con motivo de la pandemia no deben ser destinados a pagarle al Fondo o al Club de París, como quiere Guzmán. Deben servir para fortalecer las reservas y permitirle al Gobierno argentino reimpulsar la economía doméstica.