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ANÁLISIS
Escribe Bonelli: La trastienda de la corrida cambiaria
CLARÍN/MINING PRESS/ENERNEWS
21/04/2023

MARCELO BONELLI

Las peleas. Las zancadillas. La incertidumbre y la ausencia de rumbo activaron la corrida del dólar, que ayer (20/4) tocó la impactante cifra de 440 pesos.

Alberto abrió la caja de Pandora con el intrigante encuentro de Antonio Aracre: hubo huida al dólar. Sergio Massa le advirtió: “Alberto, juegan con fuego, y un día se van a quemar”. Máximo desapareció. Cristina fue esta vez espectadora. Solo atinó a decirle al ministro: “Yo te dije, Sergio, que Alberto es un pelotudo”.

Este jueves, Masa y el Presidente se encontraron para calmar el sacudón. Un “sainete” que le echó combustible al desconcierto. Ambos omitieron hablar de Aracre y trataron de dar, por lo menos, una certeza: Massa no se va. Los mercados aplacaron la furia y después de la reunión, el billete -un poco- aflojó. Ambos hablaron del pacto de las cerealeras para hacer “una fuerte liquidación de dólares” en las próximas tres jornadas. Se trata de una tregua: la foto no tapa el deterioro feroz.

Porque la tensión tiene un epicentro profundo: la ausencia de dólares y las dudas de que Economía pueda llegar a obtener los billetes necesarios para evitar el abismo. Un informe reservado de Wall Street encendió las alarmas: Massa tiene un plazo breve para obtener los dólares y evitar el colapso. El faltante hasta agosto se calcula en US$ 10.000 millones y muchos dicen que “se acabaron los conejos de la galera”.

Economía pretende US$ 5.000 millones del -hasta este jueves trabado- dólar agro. Y otro tanto de mendigar créditos internacionales. Una misión del equipo económico permanece en Washington. Trabaja contra reloj para que el FMI habilite más dinero y avale un programa contra la inflación.

Los funcionarios se encontraron con una realidad: la dureza técnica de los tecnócratas de Washington que comanda Nigel Chalk, el flamante director del Hemisferio Occidental.

La negociación tiene toda la “rosca” de la Casa Blanca. Juan González lo afirmó: “EE.UU. está dispuesto a ofrecer una ayuda a Argentina”. Pero ese aval político choca -hasta ahora- con la intransigencia de los burócratas del FMI. No quieren comprometer sus carreras profesionales y terminar condenados a la biblioteca.

Ahora, Luis Cubbedu desconfía de todo, y exige dobles garantías. El economista defendió el acuerdo en el Board del FMI y en ese momento La Cámpora estableció la moratoria previsional que lo dejo en “off side”. Gita Gopinath -la mujer fuerte de EE.UU. en el FMI- intervino en forma directa para aplacar la “calentura” del staff del FMI. Así -con esta tensión- se busca reestructurar el acuerdo con el FMI.

El equipo de Massa pretende ampliar un punto la meta de déficit y obtener US$ 5.000 millones adicionales del FMI. Alberto y Massa hablaron del FMI. En medio de estas difíciles negociaciones la interna se endureció y -por 24 horas- la Casa Rosada desautorizó a Massa. Así, el Presidente se volvió a tirar un tiro en el pie: el dólar explotó.

Hoy habrá una cumbre en el PJ y el kirchnerismo duro –y varios gobernadores- exigirán que Alberto anuncie que se baja de la reelección. Obedece a que en la cúspide del Frente de Todos, el miércoles, hubo una versión fuerte: que Alberto haría ese anuncio este viernes. El Presidente en Olivos dijo a sus íntimos: “Yo voy a seguir. No me voy a bajar, de donde no me subí”.

Massa lo interrogó este jueves en Olivos. La pregunta fue directa: “¿Vas a tomar una decisión? Alberto, lacónico, dijo “no”. Ya la cuestión se habló en una cena secreta que tuvieron Wado de Pedro, Massa y Juan Olmos. Ocurrió antes del viaje del ministro a EE.UU. Olmos y Wado le pidieron a Massa continuidad. Massa y Wado exigieron que Alberto comunique de inmediato que desiste de la reelección.


LA INTERNA DE LA INTERNA
La irresponsable refriega interna recalentó los problemas. El ex jefe de asesores le llevó a Alberto un “memo” con críticas a Massa y varias bombas en la línea de flotación. Aracre dijo: “Las peleas entre Sergio y Pesce son una catástrofe para la gestión económica”.

Habló de las importaciones, de la deuda en dólares privada y fue a fondo con el “dólar campo”. Aracre sostuvo: “Genera una emisión, que provoca más inflación”.

Después, propuso una suerte de desdoblamiento cambiario, y lanzó un misil: denunció que la aprobación de importaciones eran “un escándalo”. Así lo dijo: “El sistema SIRA está plagado de corrupción. Las denuncias están por todos lados”.

La acusación estaba dirigida a la Secretaría de Comercio. Matías Tombolini está en la picota. La reunión fue filtrada a varios hombres de negocios. El rumor se esparció rápidamente por todo el “círculo rojo” y la corrida se inició con fuerza el lunes.

Gabriela Cerruti acusó a Aracre. Aracre contragolpeó: vinculó a la vocera con las brujas de Disney: “Ella es mala y nociva”. Ese día, Massa tuvo una dura conversación con Alberto. Volvió a amenazar con su salida, si no terminaban las operaciones.

Pero Massa no culpó solo a Cerruti: el ministro está convencido que la versión –un tanto naif- de su relevo por Aracre la diseminó Martín Guzmán, ahora consultor de Alberto. El ex ministro odia a Massa. Y Massa culpa a Guzmán del actual desaguisado económico. Guzmán tiene sólidos vínculos con Aracre.

Para Massa la actitud de Guzmán obedece a otra cosa: la intención de la Casa Rosada de deshilacharlo y complicarle la gestión.

La información que circuló no solo hacía mención a lo ocurrido en la conversación entre Aracre y Alberto. Hubiera sido lo de menos. Estuvo referido a otra propuesta más “power”: un plan económico alternativo al de Massa. Ese “paper” –se lo adjudican a Aracre, pero él lo desmiente- propicia una devaluación por etapas del 60%.

También incluía otros tres puntos centrales. Primero, un aporte extraordinario de las cerealeras del US$ 10.000 millones, como anticipo de la cosecha del 2024. También dos medidas polémicas: un pacto de precios hasta diciembre y un aumento salarial de emergencia del 20%.

Las cámaras cerealeras fueron las primeras en conocer el “paper”. Decidieron frenar la liquidación del dólar soja: Massa y Gustavo Idigoras tuvieron una intensa conversación. La cuestión se habló en el encuentro del Llao LLao. En esa reunión de “capos” empresarios se tejió de todo. La propuesta de dolarización de Javier Milei metió mucho ruido.

El plan generó interrogantes entre los hombres de negocios: dudan de un proyecto que obliga primero a elevar el dólar hasta –por lo menos- 4.000 pesos. La cuestión provocó un contrapunto arduo en la reunión privada con Milei. Tampoco, hasta ahora, nadie habla de una cosa: qué posición tiene EE.UU., el único proveedor de los dólares, la eventual nueva moneda.

Sin el aval de EE.UU. es imposible el proyecto. Carlos Menem –al final de su mandato– evaluó dolarizar y envió a Washington una misión secreta encabezada por el calificado Pablo Guidotti. El Tesoro rechazó la propuesta de Menem. Pretende cosas más racionales y no está dispuesto a garantizar dólares a la Argentina.

Ahora, la Casa Blanca pide paralizar todos los proyectos con China. El tema lo trató Santiago Cafiero con el embajador Sabino Vaca Narvaja. La reunión fue durísima: gritos, insultos y despiadada crítica del diplomático sobre la personalidad de Alberto.


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*La información y las opiniones aquí publicados no reflejan necesariamente la línea editorial de Mining Press y EnerNews