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ANÁLISIS
D’Onofrio (Bomchil): La oportunidad del litio en Argentina
MINING PRESS/ENERNEWS

Alejandro D’Onofrio se encuentra a cargo del área minería de Bomchil, firma de abogados full-service que este año celebra su 100° Aniversario.

22/08/2023

El litio podría llevar a Argentina a vivir el boom que tuvo con la minería metalífera en los '90. Con los desafíos impositivos y regulatorios, las trabas para presentar SIRAs que permitan importar los insumos necesarios, el país debería concentrar sus esfuerzos en la producción y exportación de carbonato de litio para lograr ser un referente en la cadena de valor a nivel local y mundial.

Alejandro D’Onofrio, especialista en derecho minero, a cargo del departamento de Minería en el estudio Bomchil, explicó a Mining Press | EnerNews, en el marco del Seminario Internacional de Litio organizado en Salta, que podría mejorar el país para proyectar la minería más allá del presente.

D’Onofrio se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires y obtuvo un Master of Laws (LL.M.) en la Southern Methodist University y ha intervenido en más de 100 transacciones a lo largo de su carrera, incluyendo algunos de los más importantes proyectos de inversión y M&As. Ha trabajado como asociado extranjero en la firma Hughes & Luce (actualmente K&L Gates) en Dallas, Texas (1990-91).

Con más de 100 años, la firma de abogados Bomchil ha participado en algunas de las operaciones y disputas más complejas y significativas del país.

En minería, los servicios comprenden la asistencia legal integral en materias como, por ejemplo, procesos de due diligence de proyectos mineros para fusiones, adquisiciones y financiamientos; el asesoramiento en la adquisición de derechos mineros, joint ventures, contratos de opciones, contratos de earn-in y de exploración; el asesoramiento en relación con las servidumbres mineras y la infraestructura relacionada con la minería; asesoramiento en cuestiones regulatorias diversas incluyendo el registro en el Régimen de Inversiones para la Actividad Minera; la asistencia en asuntos ambientales y el seguimiento de conflictos, entre otros.

 

Este año el estudio cumple su aniversario número 100. ¿Cómo ha sido trabajar, a lo largo de todos estos años, en una industria tiene una Ley de Inversiones Mineras, pero tiene limitaciones de desarrollo por regulaciones particulares?

El escenario ha sido realmente muy cambiante. En lo personal, empecé mi actividad con la industria minera en 1994, a poco de sancionarse la Ley de Inversiones Mineras 24.196, lo que generó el famoso “boom” de la actividad en los años 90. En ese entonces se produjo el desembarco de muchísimas empresas mineras, no solo grandes jugadores sino empresas juniors que trasladaron a la Argentina a varios de sus ejecutivos. 

Luego se produjeron una serie de eventos desafortunados que frenaron ese “boom” y el abandono o stand by de proyectos, entre estos la caída del precio de los metales, el deterioro de las condiciones macroeconómicas en la Argentina y el auge de movimientos anti-minería en varias provincias. 

En general, las leyes mineras nacionales y provinciales del país son vistas en la comunidad económica como estables y favorables a los negocios. El marco legal básico para la minería no ha cambiado en los últimos 30 años, y se ha mantenido al margen de las disputas políticas y las crisis macroeconómicas.

Sin perjuicio de esto, todavía subsisten leyes mineras provinciales que, con distinto grado, limitan el desarrollo de la minería a cielo abierto o “megaminería”. Esto es aplicable en Chubut, Mendoza, Tucumán, La Pampa, Córdoba, San Luis y Tierra del Fuego. Recientemente, la provincia de La Rioja sancionó una ley que declaró al litio como “recurso estratégico” y habilitó al gobernador a suspender todos los permisos, lo que hizo por decreto. Esta disposición generó el inmediato rechazo de la industria, y las empresas afectadas presentaron con razón los respectivos recursos judiciales por la inconstitucionalidad de la medida.

 

-El boom del litio en el marco de la transición consolidó a Argentina como un actor clave ¿Cuál es el desafío, desde la asistencia legal? 

El principal desafío desde el punto de vista legal en un proyecto minero casi siempre está asociado con los imprevistos cambios normativos o de reglas de juego, sobre aquellos que fueron previstos al decidir la inversión.  Con la salvedad de las leyes provinciales restrictivas de la minería a cielo abierto y la reciente suspensión de los permisos de litio en La Rioja, es justo decir que, en términos del marco regulatorio básico, éste ha sido mantenido y respetado en las últimas tres décadas, por gobiernos nacionales de diferente signo político.

En este momento, esperemos que en forma transitoria, vemos problemas principalmente en dos áreas. La primera radica en el financiamiento de proyectos, en términos de como estructurar la transacción con las restricciones cambiarias existentes. 

El segundo tema está concentrado en las dificultades para obtener los permisos SIRA para las importaciones, donde los tiempos de aprobación excedían los 40 días, en el mejor de los casos.  Hoy en día no se pueden presentar SIRAs, está todo frenado. También resulta imposible pagar los fletes con acceso al MULC. Las empresas están analizando la presentación de diversos recursos judiciales y administrativos.

-¿El país puede fortalecerse en la cadena de valor del litio a través de su industrialización? ¿Hay limitaciones? ¿Qué debería mejorar o crear para que suceda?

Estoy de acuerdo en que la Argentina tiene las capacidades como para fortalecerse en la cadena de valor del litio, hacia una mayor industrialización del mineral. Todos los esfuerzos que desarrolla Y-Tec, la Universidad Nacional de La Plata y el Conicet (proyecto UniLib para la fabricación de baterías de litio) son valiosos y deberían continuar.

Sobre esto sin embargo quisiera hacer una aclaración relevante. Se escuchan muchas críticas y opiniones acerca de que la Argentina debería proponerse exportar el litio con valor agregado a través de la fabricación de baterías y no “el mineral en bruto” o “raw material” como se hace en la actualidad. 

El carbonato de litio de grado batería que se exporta en este momento requiere un proceso químico de procesamiento e industrialización extremadamente complejo, desde la extracción de la salmuera a la obtención del carbonato.  La composición química de cada salar no es la misma y las empresas que se encuentran en producción estuvieron varios años refinando sus procesos para llegar a obtener el carbonato con la calidad y pureza que les requieren sus compradores.

Si bien mi especialidad es el derecho y no la geología y menos la ingeniería química, la semana pasada he escuchado a algunos de los más importantes expertos en litio del mundo, en el “XII Seminario Internacional Litio en la Región de Sudamérica”, que tuvo lugar en la provincia de Salta. Estos aconsejaron que la Argentina no debería distraerse en la discusión de las baterías, sino concentrarse en incrementar la producción y exportación del carbonato de litio. 

El país tiene una ventana de oportunidad por los precios altos del litio que podría durar de 8 a 10 años. A posteriori, debido al reciclaje de baterías y la mayor producción de litio se estima que los precios van a tender a la baja. En este plazo, la Argentina debería tratar de posicionarse como un jugador de peso a nivel mundial en la exportación de carbonato y cloruro de litio, estableciendo un vínculo de confianza con sus clientes a través de la calidad de su producto y el cumplimiento con los plazos de entrega y las cantidades comprometidas. 

-¿Qué necesita la minería argentina para hacer realidad el potencial de cobre, litio y otros metales e impulsar?

A mi entender, la minería comparte los mismas dificultades y trabas al crecimiento que otras industrias, con el agregado del altísimo riesgo de la actividad y el largo plazo de los proyectos mineros, que ronda los 30 años.

Para que la minería deje de ser algo “potencial” deberían atacarse los problemas actuales ya conocidos, esto es las trabas a las importaciones, las dificultades para el acceso al mercado único y libre de cambios, tanto para el repago de los préstamos como para remitir dividendos al exterior.

Se suma la dicotomía de tener que aplicar el tipo de cambio oficial a la exportación de minerales y, por otro lado, los costos y el precio de los bienes y servicios que pagan las empresas mineras sufren una inflación en dólares. Finalmente, los derechos de exportación que son prácticamente únicos en el mundo deberían también eliminarse. 

Como es sabido, la Argentina compite para atraer inversiones mineras con muchos países de la región y del mundo: Para esto necesitamos reglas claras y estables para así convertirnos en un país con condiciones favorables para que estos inversores lleguen y permanezcan en el país.

 

-¿Qué debería cambiar para impulsar de nuevo ese boom de la minería ? ¿Habría que modificar la Ley de Inversiones Mineras?

La Ley de Inversiones Mineras (la “Ley”) ha servido de trampolín para la industria y cuenta con un paquete de beneficios que resulta exclusivo para la minería y no es aplicable a ninguna otra actividad. En sus 30 años de vigencia se sancionaron diversas reformas y resoluciones complementarias que no alteraron la esencia de ésta. 

La Ley ha tenido muchos ataques y defensas enfervorizadas en estos años y han ingresado al congreso más de 100 proyectos de reforma que no obtuvieron tratamiento legislativo.

En mi opinión, la Ley debería mantenerse, pero vigilando su correcta aplicación. Numerosas resoluciones de organismos como el Banco Central, la AFIP y la Aduana han afectado en parte su cumplimiento efectivo. Sería muy largo enumerar y analizar todas estas resoluciones, pero es deseable que en el futuro se respeten en su totalidad las reglas de estabilidad fiscal y los beneficios impositivos y aduaneros consagrados en la Ley.

 

Asimismo, sería conveniente actualizar en forma integral nuestro antiguo Código de Minería, adaptándolo al formato de la minería moderna, acortando los plazos y eliminando procedimientos rituales que han quedado superados por la modernización de la industria. En cualquier caso, esta reforma integral representa un proyecto muy ambicioso y de mediano/largo plazo.

 


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*La información y las opiniones aquí publicados no reflejan necesariamente la línea editorial de Mining Press y EnerNews