La presión sobre las petroleras impulsó los proyectos de exploración y explotación
BAE
En los últimos tiempos ciertas compañías de primera línea como
YPF, Apache Energía, Total Austral, Shell y ExxonMobil comenzaron a concretar sus primeros pasos para encarar el desarrollo de recursos no convencionales de shale gas o thigt gas, con diferentes grados de avance.
La inversión del sector para este año llegará a u$s6.000 millones, entre los proyectos de exploración y explotación en marcha.
Shell, por ejemplo, en sociedad con la estatal
Gas & Petróleo del Neuquén se enfocó en perforar un pozo exploratorio en la formación
Vaca Muerta a efectos de poder delinear un yacimiento. Los recursos que se pondrán en juego proceden de distintas capitalizaciones de esa empresa estatal, que lo que hará factible transferir unos u$s 15 millones a la
UTE Medanito para el área
Sierras Blancas, donde la corporación angloholandesa pasó a ser el operador de su reciente incursión en el área de la producción de hidrocarburos.
Aunque ayer el gobernador salteño
Juan Manuel Urtubey informó el quite a YPF del área Tartagal Oeste por estar sin producción, lo cierto es que la semana última el directorio de YPF informó que la previsión de inversiones para el 2012 alcanzará a 15.000 millones de pesos, cifra récord en la historia de esa compañía.
El Gobierno sin incurrir en nacionalizaciones “ni otras cosas raras”, como definió la presidenta
Cristina Fernández, cuenta con variados resortes para incidir sobre el nivel de actividad de las petroleras y una refinadora integrada como YPF cuya producción actual de crudo cayó a un nivel de 9 millones de metros cúbicos va en camino a verse forzada a comprar a terceros productores la materia prima que adicionalmente necesita para mantener abastecidas sus refinerias de
Luján de Cuyo, La Plata y Huincul.
La Argentina, aunque los opositores a la politica energética del Gobierno se empecinen en negarlo, es todavía un país autosuficiente de crudo, aunque cada año cuenta con un saldo cada vez más acotado para la exportación. En cambio, no se autoabastece de los volumenes siempre crecientes de gasoil, fuel oil y gas que demanda el mercado interno. Este año la Argentina podría ver crecer su PBI a una tasa superior al 5%, lo que impulsará su demanda de subproductos energéticos en un similar porcentaje.
En el terreno de las noticias favorables,
Bridas SAPIC, sin el acompañamiento de su socia
BP en Pan American Energy, tiene proyectos de invertir unos u$s300 millones en la refinería de Campana, instalación que
Esso Petrolera Argentina dejó caer en su capacidad de procesamiento de crudo en los últimos años.
Total Austral, por su lado, con el estímulo del
Plan Gas Plus está dando los primeros pasos para desarrollar el área marina Vega Pléyade, vecina a las costas de Tierra del Fuego.
En cuanto a la embestida que soporta YPF, si bien es cierto que ya perdió una media docena de bloques casi sin producción, todavía retiene las áreas más atractivas en cuanto a su rendimiento y reservas. Tal caso de
Loma La Lata, Chihuidos de la Sierra Negra, Sierra Barrosa y Vizcacheras, La Ventana y Manantiales Behr, entre otras, dónde este año su programa de trabajos e inversiones será más sustantivo.
Finalmente esa petrolera dará el batacazo con la finalización de un programa trienal de inversión ejecutado en La Plata y Luján de Cuyo que hacia fin de año le permitirá elevar en un 30% su oferta de combustibles. En el caso de las naftas las estaciones de YPF contarán con una oferta de 1.500.000 metros cúbicos adicionales y con 600.000 m3 de gasoil lo que le permitirá abastecer sin sobresaltos sus 1640 estaciones.
En todo su conjunto las inversiones del sector petrolero podrían superar los 6.000 millones de dólares en el año, suma de la cual casi 3.500 millones correrán por cuenta de la controlada de
RepsolYPF.