El fallo del juez de Nueva York Thomas Griesa, que obliga a la Argentina a pagarle a los fondos buitre el total de su reclamo, afectará al sistema financiero argentino en 2013: cerrará el mercado de crédito internacional; exacerbará el desplazamiento del sector privado de las fuentes de fondeo, gracias a las necesidades de YPF y los gobiernos provinciales, y provocará una descapitalización de los bancos, porque en este contexto el Gobierno los obliga a prestar a las empresas por debajo de su costo de fondeo.
Así lo afirmaron el presidente del Banco Ciudad de Buenos Aires, Federico Sturzenegger; el presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina, Claudio Cesario, y el presidente del Banco Finansur, Jorge Sánchez Córdova, en el panel Banca y Finanzas del 5º Encuentro de los Líderes que organizó ayer El Cronista, Apertura e IT, en La Rural.
Frente a un auditorio de unos 1000 profesionales y empresarios, los tres banqueros coincidieron en que la inflación es el principal problema que enfrenta el sistema financiero, cuando tiene como desafío canalizar un mayor volumen de ahorro a través de los bancos.
“El sistema financiero va a estar en problemas el año que viene”, afirmó Sturzenegger. “Uno de los motivos por los cuales tampoco va a ser un buen año económico” es el crowding out, explicó. Es el fenómeno por el cual las necesidades de financiamiento de las provincias y de YPF, ambos imposibilitados de acceder al fondeo internacional, actúan como “una aspiradora de recursos del sistema” dejando a las empresas y pymes sin crédito disponible.
Sturzenegger, hombre del Pro, también dijo que el fallo de Griesa –que según su opinión es consecuencia de ‘la mala praxis del Gobierno’, porque Argentina tenía que presentar una propuesta para pagar a los buitres– “cierra el mercado financiero internacional y exacerba el fenómeno de crowding out”.
Sánchez Córdova coincidió al describir la baja de los bonos argentinos en la plaza local (“por suerte es feriado en Nueva York”) por el fallo favorable a los fondos litigantes: “Aleja aún más a la Argentina del capital extranjero internacional que necesita para financiarse a largo plazo, sobre todo para YPF”. En tanto, si la petrolera apela al mercado local, “desplaza al sector privado del mercado de crédito”.
Para Cesario, el fallo de Griesa “afecta más al país que a los bancos” por la oportunidad histórica que se abrió para captar fondos a niveles lo más baratos posibles. “Como prueba están Bolivia y Uruguay, que pagan menos del 5%”, indicó.
En este contexto, los banqueros señalaron que el Gobierno obliga a las entidades privadas a prestar el 5% de sus depósitos, mitad a grandes empresas y mitad a pymes a un costo menor al de su fondeo.
El Gobierno va por el patrimonio neto de los bancos”, afirmó Sturzenegger. “Los bancos van a estar complicados en 2013 debido a una descapitalización progresiva”, producto de que “el Gobierno los obliga a prestar a pérdida”, dijo.
Cesario puso un poco de esperanza en el horizonte del sector al explicar que el sistema financiero en su conjunto explica el 10% de la recaudación del impuesto a las ganancias y al valor agregado: “No creo que el Gobierno vea como algo razonable hacerlo perder plata”.
El impacto en la economía real es algo que se descuenta entre empresarios y economistas consultados, en medio de voces más resignadas que opinan que el país ya hace tiempo que convive con una mala imagen en el exterior y prefieren graficar la situación con un simple "qué le hace una mancha más al tigre".
Héctor Méndez, empresario plástico y ex presidente de la Unión Industrial Argentina, estimó que el primer efecto será una caída del consumo. "En bienes como electrodomésticos eso se va a dar de inmediato. En el caso nuestro, que vendemos a terceros, el impacto puede ser en el largo plazo", comenta. ¿En cuánto tiempo?, se le preguntó. "Y... en este país, largo plazo pueden ser diez días, cuando se nos acaben los stocks", respondió.
Este empresario destacó, además, que no se debe desdeñar lo que pasó ayer con el derrumbe de los bonos. "Es cierto que no todos tienen inversiones en la Bolsa, pero la gente ve la noticia y ya toma una actitud de cuidado en sus gastos, porque se da cuenta de que no es algo positivo para la economía", argumentó.
Orlando Ferreres, director de la consultora Ferreres y Asociados, explicó que el fallo aleja aún más la posibilidad de salir al mercado financiero mundial, con lo cual va a ser más difícil financiar al Estado. "Esto afecta a la población con suba de impuestos o con inflación, porque el Gobierno tendrá que financiarse con una mayor recaudación impositiva o con más emisión", indicó.
Pero, más allá de estas consideraciones, Ferreres subraya que nunca es bueno para ninguna economía "torearse" con los jueces internacionales. "Quizá no se note de un día para el otro, pero estas cosas terminan pegando en el bolsillo de todos los ciudadanos del país afectado", dijo.
Por lo pronto, Griesa ya es un nombre que se cuela en las principales mesas empresarias argentinas, donde el temor de los hombres de negocios es que la caída de inversión que ya padece el país se vuelva aún peor. El presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa, Pablo Taussig, dijo que el fallo del magistrado neoyorquino crea incertidumbre y espanta a los inversores.
Otro industrial de un importante grupo europeo fue más tajante en su lectura de la situación: "¿A quién se le puede ocurrir que estas cachetadas judiciales pueden ser gratis? Tarde o temprano, las pagamos todos". El hombre dice que el mundo ya ve a la Argentina en default, y concluye: "Ser un país deudor no puede ser bueno para ninguno de sus habitantes."
Cuando se le consulta por un posible impacto concreto del fallo de Griesa en la economía real, Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso, menciona el agravamiento de la crisis energética y el menor consumo. "Aumenta la percepción de riesgo del país, entonces la gente deja de gastar o compra menos. Incluso ahorra en pesos, aunque sepa que pierde a largo plazo", acota el economista.
Según Abram, el agravamiento de la crisis energética puede contarse como otra consecuencia en la vida diaria de los argentinos. "Habrá menos gente dispuesta a prestarnos, por lo cual a YPF le resultará más difícil conseguir el financiamiento y los socios que está buscando, con lo cual tendremos más problemas en el sector energético", ejemplifica.
En tanto, Jorge Todesca, director de la consultora Finsoport, expresó lo que muchos empresarios locales deslizan sólo por lo bajo: puede que la inversión se reduzca debido a que los inversores percibirán un mayor riesgo en el país, pero ese efecto no se sentirá demasiado debido a que los capitales que llegan a la Argentina ya son en la actualidad muy pocos.
Todesca desestimó una suba de las tasas de interés porque las empresas que se financian en el exterior están más ocupadas en pagar sus créditos que en pedir nuevos. Tampoco cree que los bancos suban sus tasas, porque tienen suficiente fondeo..
Con esta nueva emisión, YPF amplía la oferta de ON Clase XI por US$ 156,5 millones que colocó el 9 del actual. Se trata de la cuarta emisión de bonos de la petrolera nacionalizada en los últimos tres meses, después de que colocara también bonos por US$ 423,2 millones en octubre y por US$ 320,5 millones a principios de septiembre.
La emisión de títulos en el mercado local es uno de los principales pilares de la compañía conducida por Miguel Galuccio para financiar su plan de inversiones, que contempla desembolsos por encima de los US$ 7000 millones al año (unos US$ 37.200 millones en su plan quinquenal, a partir del año que viene) con vistas a incrementar la producción de petróleo y gas en el país. La mayor parte de los fondos (cerca de un 80%) provendrá de su propio flujo de caja. Otra porción, se estima, correrá por cuenta de un socio.