Climatizan edificios con energía del subsuelo
Deutsche Welle/ Invdes
Las entrañas de la Tierra albergan una inmensa cantidad de energía y ello ha abierto un nuevo panorama de posibilidades de uso en
Alemania, donde se está usando la geotermia en edificios para generar calor, y las corrientes subterráneas para refrigerar.
Este país sigue un camino hacia el cambio en su matriz energética, como lo demuestra el renombrado
Escenario a Futuro del Centro Aéreo Espacial Alemán (DLR), construido por encargo de
Greenpeace, que estima que el potencial tecnológico de la geotermia supera con creces la cantidad de energía consumida actualmente en el mundo.
Aire frío y caliente
Las temperaturas de la Tierra pueden utilizarse sin demasiado esfuerzo. A pocos metros debajo de la superficie de nuestro planeta prevalece una temperatura casi constante que corresponde aproximadamente a la temperatura anual promedio de la superficie, lo que en Alemania equivale a un valor de seis a diez grados centígrados. Eso es algo que facilita la producción de calor en invierno y de frío en verano, ya que el aire acondicionado es transportado a los edificios a través de cañerías que se colocan en el subsuelo.
La geotermia posee dos variantes: el uso del calor de la superficie de la Tierra y el del calor de las profundidades. En Alemania se utiliza la variante de profundidad, por debajo de 400 metros y con temperaturas de más de 100 grados es posible calentar el ambiente de edificios en forma directa, y también generar electricidad.
Sin embargo, el tipo de generadores que se usan para ello también precisa electricidad para funcionar. Combinadas con una calefacción de suelo radiante eficiente, esas bombas generadoras llegan a producir de tres hasta cuatro kilovatios/hora de calefacción por cada kilovatio/hora de electricidad.
Al contrario de la geotermia de profundidad, la de superficie no es suficiente, por lo general, para el abastecimiento directo de calor para los edificios. Por eso, se añade al procedimiento un generador de calefacción. En Alemania, cerca de 20 mil edificios se calefaccionan con el calor de la superficie terrestre, y cada año se suman 20 mil más.
Las bombas generadoras de calor funcionan con un principio similar al de un refrigerador, cuyo espacio interior se enfría, mientras su parte posterior se calienta. Del mismo modo se le extrae, a través de cañerías de agua, una parte del calor del suelo, es decir, se lo enfría, al mismo tiempo que se calienta –al igual que en la parte posterior de un refrigerador- el agua para la calefacción del ambiente