Desde que el Gobierno dispuso un “tope” a los precios de los combustibles –no podían superar los valores existentes al 9 de abril–, la nafta subió cerca de 20% y hasta en las estaciones de servicio se sorprenden de los incrementos de las petroleras, que ajustan precios casi todas las semanas.
Ayer, por ejemplo, aparecieron carteles con la nafta premium de la empresa Oil, de Cristóbal López, a $ 10,49 en Corrientes, un récord para cualquier punto del país: por primera vez llegó a dos dígitos.
Según los datos que manejaban las estaciones de servicio de la región noroeste (Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes y Entre Ríos), el máximo de esa nafta para la zona era de $ 9,80 (el precio de Shell). Sin embargo, ayer una estación con bandera Shell situaba la premium a $ 9,959 en Corrientes. Ambas están por arriba de los “topes” que los estacioneros creen que se podía cobrar.
Para la cámara que nuclea a las estaciones (Cecha), el precio máximo para la súper en esa zona era de $ 9,30 (importe de Shell). Pero ayer, Oil en Corrientes la cobraba a $ 9,696.
Cecha asegura que todavía hay margen para que los precios sigan subiendo en casi todo el país. Esto es por la interpretación que le dieron las petroleras a la resolución de la secretaría de Comercio Interior. Esa disposición, del 10 de abril, ya provocó un aumento de 20% en menos de un cuatrimestre. En la última década, nunca los combustibles subieron tanto. El Gobierno logró que los precios de la nafta treparan en 100 días más de lo que suelen escalar en todo un año.
En la resolución de abril, el Gobierno decidió que no se podían aplicar –por 6 meses– precios superiores a los del 9 de abril. Dividió el país en 6 zonas. La número 6 es Buenos Aires. Allí juntó a la ciudad de Buenos Aires con el conurbano y el interior bonaerense. Así logró que las estaciones porteñas, que solían ser las más baratas, cobren lo mismo que las del interior de la Provincia, que eran las más caras.
La súper de YPF está en Capital a $ 7,392. Pero en el conurbano ya se ubica a $ 7,639. Es un 20% más que los $ 6,349 que costaba el 9 de abril. Y como Axion (la ex Esso) ubicó su tope máximo para la “súper” a $ 8,60, YPF podría aumentar todavía hasta un 12% hasta octubre. “Si las petroleras descubren una estación en un pueblo de 32 habitantes, que tenía precios más altos al 9 de abril, ellas dicen que pueden aplicarlos”, detalló Oscar Díaz, presidente de Cecha.
Carlos Gold, secretario de la entidad y correntino, explicó los problemas de los precios. “A los pocos días del congelamiento, llegaron listas de casi todas las petroleras con los precios máximos de referencia. Pero después vinieron unas rectificaciones, que avalaron precios superiores. Y ahora, a mi región (noreste), llegaron otras nuevas”, detalló.
YPF les da un margen de 8% a las estaciones. Dicen que es insuficiente para afrontar subas de sueldos de playeros de hasta 24%.
Además del relevamiento vinculado a la cantidad de estaciones de servicio que podrían cerrar, a Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos (Cecha), llevó a cabo un estudio sobre el comportamiento de los precios de los combustibles. La entidad tomó como base, la puesta en vigencia de la Resolución 35 de la Secretaría de Comercio Interior, de abril de este año, que fijó topes a los varios durante seis meses. Según la cámara, antes del congelamiento la nafta super de YPF, por ejemplo, tenía un valor en dólares de 1,39 al tipo de cambio oficial ($ 5,25 al momento del relevamiento) y de 0,81 al dólar blue ($ 9). Después de la medida, pasó a ser de u$s 1,45 al dólar oficial y u$s 0,88 al paralelo. Según la Cecha, el tope estimado es de u$s 1,75 si se toma el dólar oficial y u$s 1,06 al valor del blue. Otro ejemplo usado por la Cecha es el caso de Shell. Los precios para la nafta super fueron de u$s 1,51 antes del congelamiento y 1,59 después tomando dólar oficial. Al dólar blue, pasó de u$s 0,88 a u$s 0,96.
La Nación. Por Pablo Fernández Blanco
Aunque las naftas y el gasoil deberán respetar precios máximos hasta octubre por orden del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, sus valores podrán subir mucho más de lo previsto. A esa conclusión llegaron las compañías petroleras luego de analizar los precios oficiales de los combustibles que, todos los meses, publica la Secretaría de Energía, a cargo de Daniel Cameron. Según su criterio, en la Ciudad de Buenos Aires tienen todavía margen para aumentar hasta 17% en algunos casos.
Los dueños de estaciones de servicio agrupados en la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), una de las organizaciones gremiales empresarias de mayor representatividad en el sector, tienen la misma impresión, pero aun más marcada: "Cuando el precio máximo ya no sea rentable, los combustibles van a aumentar. De hecho, en algunas bocas de expendio, el valor de venta ya superó el límite dispuesto por Moreno", sostuvo Oscar Díaz, presidente de la Confederación, que ayer convocó a un grupo de periodistas para hablar sobre la "crítica situación" que atraviesa el negocio.
El 10 de abril Moreno ordenó a través de la resolución 35 establecer precios máximos para los combustibles en todo el país. Fue la prolongación de la experiencia que había puesto en marcha el 1° de febrero, cuando obligó a las cadenas de supermercados a congelar los valores en las góndolas. En el caso de los surtidores, el funcionario impartió una regla difícil de cumplir: estableció que los valores no podían superar los máximos de cada región al día anterior de la publicación de la resolución. Esso, Shell, YPF, Petrobras y Oil, las principales jugadoras, certificaron con escribano los precios vigentes al día en que se publicó la resolución y lo enviaron a sus estaciones de servicio. Pero les resultó imposible verificar cuál era el del día previo, como pedía Moreno.
El 18 de julio, Axion, la petrolera que aún lleva la marca Esso pero pertenece a Bridas, de los hermanos Bulgheroni y la china Cnooc, les envió a los dueños de estaciones de servicio una nueva notificación, en la que les informa que los precios máximos permitidos para cada región son aun mayores que los que había informado antes. "Hemos identificado precios máximos para su región al 9/4/2013 superiores a los que informamos en nuestra nota de fecha 11/4/2013. Por lo tanto, en virtud del artículo 3" de la resolución de Moreno, "adjuntamos a la presente los nuevos precios más altos de su región", relata la nota enviada por Axion.
Según Díaz, todas las petroleras enviaron más de dos notas a las estaciones de servicio en la que informaron nuevos precios máximos detectados al 9 de abril. Por eso, el margen para aumentar es cada vez mayor al previsto originalmente.
De acuerdo con la misiva de Axion, en la Capital y en la provincia de Buenos Aires, el litro de nafta premium puede llegar, hasta octubre, hasta los 8,950 el litro; un 1,7% más que los $ 8,799 que había informado antes como precio máximo, y un 10% más que el precio actual del mismo combustible de YPF, líder del mercado.
En el caso de la nafta súper, el litro podrá trepar hasta $ 8,60. Ese número está un 7,5% por encima del valor máximo informado con anterioridad, y es un 17% más que el valor actual de ese combustible de la marca YPF, la líder del mercado, en estaciones porteñas. Aunque en menor medida, algo similar ocurre con el gasoil.
De acuerdo con el relevamiento realizado por Cecha, el precio más alto detectado de la nafta está en el nordeste del país. Allí, la premium de Shell llega a $ 9,80 el litro.
La resolución de Moreno generó una situación paradójica. Las pymes que visten los colores de Esso, Shell, Petrobras y Oil, por caso, ven con temor que los precios de sus pizarras se acercan a los máximos establecidos cada vez que trasladan al surtidor los aumentos que les aplican las petroleras. "Muchas estaciones de servicio están cerca del precio tope y sus costos suben. Están en la disyuntiva de superarlo y cometer una infracción", explicó Carlos Gold, secretario de Cecha.
En cambio, cuando la que retoca las pizarras es YPF, que vende bajo la modalidad de consignación (el combustible es de la petrolera, que luego paga una comisión), mejoran sus ingresos..
El 10 de abril, Guillermo Moreno ordenó a través de la resolución 35 establecer ?precios tope? para los combustibles en todo el país, lo que significó que los valores no podían superar los máximos de cada región al día anterior de la publicación de la resolución.
Esso, Shell, YPF, Petrobras y Oil, entre otras petroleras, certificaron con escribano los precios vigentes al 10 de abril y lo enviaron a sus estaciones de servicio. Pero les resultó complicado verificar cuál era el valor del día previo a la resolución, como pedía Moreno.
En este marco, desde abril a la fecha fueron recabando datos lo que les permitió a las compañías hacer pequeños ajustes hasta llegar al tope que ellos consideraban permitido.
No obstante, un nuevo sondeo de las petroleras arrojó ahora que tienen chance de subir los valores todavía un 17 por ciento más. ?Cuando el precio máximo ya no sea rentable, los combustibles van a aumentar. De hecho, en algunas bocas de expendio, el valor de venta ya superó el límite dispuesto por Moreno?, evaluó Oscar Díaz, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha), entidad que advierte sobre la ?crítica situación? que atraviesa el negocio.