Hacia una ciudadanía ambiental

La Nación

La Argentina está en deuda todavía con un control riguroso de los temas ambientales. Por esa razón, es importante destacar la presentación que la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) hizo recientemente de su Informe Ambiental Anual 2011 (http://www.farn.org.ar/prensa/gacetillas2011/informe_2011.html), una publicación que reúne los principales temas de la institucionalidad ambiental de nuestro país y de la región.

El propósito principal de la FARN, una respetada organización no gubernamental creada en 1985, ha sido promocionar el desarrollo sustentable a través de la política, el derecho y la organización institucional de la sociedad mediante proyectos y trabajos relacionados con la temática ambiental (política, derecho y legislación del medio ambiente, y organización institucional), destinados a los sectores públicos y privados.

A nivel internacional, el informe invita a reflexionar sobre las acciones que debe ejecutar nuestro país para afrontar problemáticas globales como las del cambio climático, los daños ambientales transfronterizos y el control de las actividades riesgosas que realizan las compañías multinacionales en el territorio nacional.

A nivel local, se establecen nuevos desafíos a los fines de lograr una visión integral en la ejecución de los instrumentos de política ambiental y la necesidad de abordar armónicamente las variables ecológicas, económicas y sociales.

En el mismo sentido, la salud, la matriz energética, la preservación de los bienes naturales, los residuos, la gestión ambiental, el control de las actividades productivas contaminantes, las herramientas de prevención y precaución, las garantías, incentivos y sanciones, las grandes obras de infraestructura, la recomposición de ambientes degradados y la mejora en la calidad de vida de la población son aspectos evaluados desde la óptica de la sustentabilidad, sugiriéndose vías de acción hacia el futuro.

El informe hace hincapié en la importancia de que la sociedad ejerza su ciudadanía ambiental, analizándose también otras opciones para lograr el cumplimiento de la legislación ambiental y favorecer la participación social.

Desde el punto de vista económico, se contemplan integralmente los beneficios y cargas de un crecimiento económico con inclusión social y preservación de los recursos naturales.

Por otro lado, también se invita a pensar en la utilización de los mecanismos y herramientas que ofrece la ciencia económica para obtener mejores resultados en la preservación del ambiente y un involucramiento directo de la ciudadanía responsabilizándose por sus elecciones.

Para el cuidado del ambiente es imprescindible que desde el sector público y el privado se fomente una concientización ambiental que solamente se puede lograr gracias a un trabajo coordinado, que dirija sus esfuerzos hacia un desarrollo sustentable y armónico, por medio del cual se refuercen las responsabilidades propias de cada sector. Sin duda, resulta esencial el papel de la sociedad civil como parte activa de ese proceso a través de múltiples mecanismos que se encuentran plasmados tanto a nivel nacional como provincial y municipal.