La Unión
Por Juan Carlos Andrada
Hay dos requisitos para el éxito. Primero: "Pon manos a la obra". Segundo: "Sigue con las manos en la obra". (Orison Swett)
La frase grafica nuestro defecto en política minera, somos demasiado teóricos y poco consecutivos en las acciones, incluso, y sobre todo, una vez declarados los objetivos más altos. ¡Poca contradicción!
De manera que con saber no alcanza; hay que aplicar-se. Desear no es suficiente, debemos forjar la materia como en una fragua. Las acciones confinan y le dan forma a la realidad, que hasta aquí solo teorizamos.
Pero, esto de hablar mucho y hacer poco, dar el paso y creer que ya llegamos, es histórico. No es un justificativo. Sucede que pensar es fácil, imaginar, más fácil aún, pero actuar es difícil. Y, más complicado todavía, actuar como uno piensa.
Tarde 10 años
La reflexión es incómoda, pero vale la pena recordarla. Si las privaciones actuales son ausencias de las acciones de ayer, las carencias futuras serán producto de las inexactitudes y dilataciones de hoy.
Para peor, estamos tarde como 10 años más o menos. Tengo miedo que ya se nos haya hecho costumbre ir detrás de las cosas para después arrepentirnos, y así sucesivamente. ¿Cuándo vamos a empezar definitivamente? ¿Mañana? Hoy, ya es tarde.
El tema es que sin acciones no vamos a ningún lado. Si hubiéramos hecho solo el 30 % de lo que dijimos que íbamos a hacer. Pudiendo tener una provincia con pleno desarrollo minero ¿Nos contentaremos con un solo proyecto (Alumbrera)?
Lo curioso es que la traba, el impedimento y la dificultad somos nosotros mismos. Dando siempre medio gesto, haciendo las cosas por la mitad y hablando más de lo que hacemos; el riesgo es quedarse solo en categóricas declaraciones.
No damos el paso definitivo, de la teoría a la práctica, y ese miedo condiciona. El vértigo no nos deja dimensionar la impresión de las decisiones presentes y la dependencia de futuro de las actuales conquistas fácticas.
Los héroes no se deprimen
Pero, “la adversidad tiene el efecto muchas veces de despertar la fuerza y las cualidades del hombre que en su ausencia hubieran permanecido dormidas”. (Herodoto). Además, cometer errores no implica abandonar. Lo importante siempre es mantenerse en marcha.
La historia demuestra con una simple lectura que los más notables triunfadores (hombres y pueblos), se enfrentaron a obstáculos desconcertantes antes de triunfar y que ganaron porque se negaron a dejar que sus derrotas los deprimieran.
Si la decisión de perfilar una provincia minera está firme en las autoridades y en su población, sin duda alguna, el esfuerzo constante y consecuente acabará por completar el diseño deseado. No hay otra cualidad tan esencial para el éxito de cualquier tipo, como la perseverancia y la acción. “Dentro de cada dificultad y de cada obstáculo, está la semilla de una ventaja o beneficios iguales o superiores” (anónimo).
Miedo a las alturas
Ahora, si sabemos lo que tenemos que hacer y no lo concretamos, es grave. Pero si conocemos lo que necesitamos hacer ¿por qué lo demoramos? ¿No sé usted?, pero no me gustaría decir en 2015 o 2020: “¡Qué bueno lo que podríamos haber hecho! Y reconocer casi inmediatamente que no supimos recrearlo en la realidad. Esto, y decir que en relación con el tema minero nos quedamos muchas veces en cuestiones declarativas, es lo mismo.
Para seguir afilando la retórica si la inconsistencia no es discursiva sino fáctica. Y no lo digo solo por los expositores, sino también, por todos aquellos que terminan aplaudiendo estos discursos que finalizan falsificando la realidad pero que no la cambian, cuestión que solo se puede lograr con acciones concretas y obras. Cumpliendo con la gente e informándola.
El futuro lo vivimos en el presente. Nuestro tiempo es ahora. ¿Qué se puede hacer? Simple. Procedamos al revés, hablemos menos y hagamos más. Las acciones hacen la diferencia con los charlatanes.
Lo cierto es, que aunque mucha gente tiene talento e inteligencia, las soluciones exigen, sobre todo trabajo (a conciencia). Como dice Ortega y Gassete “Argentinos a las cosas”.
Si no queremos que las simples declaraciones nos compliquen más, avancemos con acento resuelto en el trabajo inmediato y le imprimamos el perfil definitivo a nuestra provincia. Que la impronta sea contundente y que lleve la estampa de esta generación de catamarqueños.
No quiero sobredimensionar la importancia de la minería, pero está claro que la actividad es una base importante para sostener la provincia. “Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie del candil que constante y paciente la sostiene”. (Rabindranath Tagore)
