Nueva Rioja
La semana que pasó dejó algún respiro en materia eleccionaria. Si bien la campaña de cara a octubre no se detiene y las novedades siguen fluyendo día tras día, otros temas también surgieron con fuerza y, en particular uno de ellos, que promete proyectarse en el tiempo, tal como lo viene haciendo, aunque con ciertas intermitencias.
Una vez pasadas las elecciones para gobernador, donde Beder Herrera arrasó en las urnas para obtener su reelección, y luego de las Primarias, donde el oficialismo, con lista oficial o muleta, según se lea, también se alzó con el triunfo, desde la Casa de las Tejas comenzaron a ver con buenos ojos la ocasión para reinstalar e ir a fondo con el proyecto minero para La Rioja y, más precisamente, para el Famatina.
Y es en este contexto que el pasado miércoles comenzó a marcar un antes y un después en la historia más reciente de la Provincia, a partir del convenio que firmó el Gobierno con la empresa canadiense Osisko Mining Corporation para la realización de las tareas de exploración con opción de producción en el Proyecto Famatina y que significarán para la provincia la participación en el 30 por ciento de los beneficios de la producción, más el 3 por ciento de lo establecido por el Código de Minería de la Nación.
El acuerdo, que muestra números inéditos en cuanto a los porcentajes de ganancias acordados por el Gobierno riojano a través de la empresa Emse, también contempla controles estrictos en favor del cuidado del medio ambiente, atendiendo fundamentalmente a los reclamos ambientalistas que, sin embargo, y como es de esperar en estos casos, no cesarán, sino más bien todo lo contrario.
Y tal vez sea esta cuestión parte del gran debate que la Provincia se debe en relación a esta problemática que tiene tantas aristas, pero que sin lugar a dudas significa, casi con seguridad, el mayor desafío que encara el gobernador Beder Herrera, quien volvió a plantear a la minería, como la única salida que le queda a La Rioja.
Claro está que esta postura oficial aumentará aún más la brecha existente con las asambleas que se manifestaron y se manifiestan en contra de la explotación minera en el Famatina y, en rigor de verdad, en todo el territorio provincial.
Y seguramente, llegado el momento se planteará una verdadera lucha por parte de los ambientalistas que intentarán frenar los trabajos de la empresa canadiense en Famatina, tal como ocurrió también en otros puntos del país.
No obstante, y más allá de esta cuestión ya conocida, también quedó lo suficientemente claro que el reclamo de los ambientalistas no pegó en el grueso de la sociedad riojana, que brindó un fuerte apoyo al oficialismo en las urnas, con lo cual Beder Herrera consideró plesbicitado el proyecto minero para la Provincia (69 por ciento el 29 de mayo; 35 por ciento+32 por ciento el 14 de agosto).
Asimismo, igual de contundente fue el respaldo de los intendentes del departamento Chilecito en su conjunto -a excepción del intendente de Famatina que estuvo ausente-, quienes acompañaron con su presencia a Beder Herrera durante el anuncio de la puesta en marcha de la exploración en el Famatina y plantearon, en la persona del intendente chileciteño Lázaro Fonzalida, el comienzo de una “etapa de esperanza para crecer con desarrollo”.
Seguramente, de aquí en más, serán muchos los interrogantes que se abrirán en relación a esta temática. Pero la mayor certeza hasta el momento es que la minería ya está entre nosotros y que el futuro en esta materia ya llegó hace rato.
Incertidumbre
El Día de la Industria no pasó desapercibido en La Rioja. Y esto, no sólo porque Beder Herrera estuvo presente en la cena de la Unión Industrial Argentina (UIA), encabezada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, sino también y fundamentalmente por la incertidumbre en la que está sumido el sector industrial en La Rioja.
Y en este sentido, tanto los incentivos fiscales como la necesidad de una urgente prórroga del régimen de Promoción Industrial estuvieron en el centro de la escena, dada la importancia que estos instrumentos acarrean para el crecimiento de la actividad en la Provincia.
En esta dirección, precisamente, viene trabajando también el Gobierno, aunque con apertura hacia otras actividades -como la minera anunciada recientemente- y a través de la creación de empresas estatales (SAPEM) que contengan a los trabajadores riojanos y con las que se produzcan bienes y servicios que permitan el desarrollo de la Provincia ante la evidente escasez de capitales privados.
No es ajena a la mirada del Gobierno provincial la postergación en materia industrial que sufren las regiones del NOA -donde está incluida La Rioja- y NEA y es en este contexto que no dejan de preocupar las dilaciones en torno a la prórroga del régimen de Promoción Industrial, del que dependen más de 10 mil puestos de trabajo.
Es en este marco, justamente, que una actividad como la minería aparece como una luz al final del camino, pero tampoco debería ser la única para hacer de La Rioja una provincia independiente y sustentable.
Cerrar el círculo
No deja de ser eje de discusiones el último aumento anunciado por el Gobierno provincial para los trabajadores estatales. Sin embargo, quedó evidenciado una vez más que el bederismo comienza a cerrar el círculo y a dejar afuera a los gremios díscolos que, por otra parte, son cada vez menos y más débiles.
Es así que el Estado pudo llegar a un nuevo acuerdo con el gremio docente AMP, que en asamblea aprobó la propuesta salarial del Gobierno para la reconversión al básico docente de 245 pesos, al tiempo que ya comenzó a analizar la modificación del monto de las asignaciones familiares.
Lo cierto es que a partir de estos anuncios, el paro propuesto por los gremios que no están de acuerdo con el aumento del 8 por ciento, cada vez cuenta con menos apoyo. Incluso el propio intendente capitalino Ricardo Quintela manifestó públicamente su oposición a la medida propuesta por el SOEM, que dirige Carlos Del Giorno.
Al mismo tiempo, la CGT riojana también salió a contrarrestar con dureza a quienes manifestaron su descontento con el incremento salarial.
Por estos días, Beder Herrera analiza la posibilidad de recibir a los gremios discordantes, aunque también es fuerte la versión de que, ante la evidente falta de fuerza del reclamo, directamente quedarían fuera del círculo.
Chocolate por la noticia
La nota estrictamente política, de cara a las elecciones de octubre, no podía estar ausente. Y cualquiera podría decir que la misma pasó por el pedido del Frente Popular Riojano, que encabeza el ex presidente Carlos Saúl Menem, para que Cristina Fernández tenga boleta única en La Rioja.
Pero lo cierto es que, más allá de la factibilidad o no de este pedido, que pondría los pelos de punta a quienes integran la lista oficialista del Frente Para la Victoria -ya que la disputa sería entonces mano a mano, sin contar con la imagen de la Presidenta- el hecho queda enmarcado dentro de las líneas generales planteadas desde el oficialismo.
Lo que si es verdaderamente llamativo, es que desde la UCR, con casi nulos reflejos, salieron a denunciar en los últimos días que el kirchnerismo pretende quedarse con todas las bancas para senador. Chocolate por la noticia. La denuncia del radicalismo no sólo es atemporal, sino que absolutamente tardía y en nada podría modificar lo que es una realidad palpable desde el momento mismo en que se comenzó a trabajar de cara a las elecciones Primarias.
Una muestra más, como si hiciera falta, de que la oposición -en este caso el radicalismo, pero también en general-, no está a la altura de los acontecimientos de los que quiere ser parte, y duerme, una vez más, en los laureles.