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Debate
(Opinión) ORTIGALA: PARA QUÉ SERVIRÍA UNA MINERA DE MENDOZA
22/09/2011
por Ignacio Ortigala

¿Para qué serviría una Empresa Provincial de Minería?

MDZ

Días atrás circuló una nota del sociólogo Enrique Bollati donde formulaba en voz alta una serie de preguntas –una de ellas acerca de la posibilidad de creación de una Empresa Provincial de Minería- que empezaba preguntándose “Minería ¿sí o no?”.

En esa nota me citaba como autor del proyectos de creación de una empresa de estas características lo que, en alguna medida, me obliga a aportar algo a este tema. Pero antes de eso quisiera hacer una crítica positiva al planteo de Bollati: no creo que sea pertinente preguntarse “Minería, ¿sí o no?”, cuando esta provincia tiene una larga historia de producción minera y cuando una gran parte de su producto bruto actualmente se origina en la minería.

Plantearía una pregunta puente; “¿Mendoza con o sin minería?” Pensemos, por un momento en la segunda alternativa: Mendoza sin minería. Si realmente queremos una Mendoza sin minería, deberíamos, para ser consecuentes, cerrar la exploración y refinamiento de petróleo y gas, cerrar las históricas cementeras, las canteras y fábricas de cal, las explotaciones de talco, ripio, arena, pomeca, yeso, mica y una larga lista de etcéteras que incluyen la producción de nuestra tradicional agua mineral, la que es una actividad minera, aunque pocos se detengan a pensar en ello. Y recordemos que con los recursos que la provincia recibe de regalías petrolíferas (regalías mineras), se pagan parte de los sueldos de policías, médicos, enfermeros, maestros, etc.

Es impensable una Mendoza sin minería, por eso decía que era una pregunta puente que nos debía llevar a la que, a mi juicio, es la verdadera pregunta: ¿minería cómo, en qué condiciones?

Rescato tres cosas del artículo de Bollati: las dos principales objeciones al desarrollo minero y el planteo de la propiedad del subsuelo, de los minerales.

Aunque resulte extraño a estas alturas, pocos mendocinos saben que la reforma a la Constitución Nacional de 1.994 estableció que la propiedad del subsuelo es de las provincias. ¿Más claro? Cualquier recurso natural que se encuentre en el subsuelo mendocino es propiedad de los mendocinos, actuales y futuros, de nadie más.

Y voy a insistir en esto, porque no es un tema menor: la totalidad del subsuelo provincial pertenece a los mendocinos; ni a la Nación, ni a las empresas que exploten el recurso ni a nadie más; es del conjunto de los mendocinos.

Y ahora vayamos a las dos objeciones.

La primera, según Bollati, es que el estado provincial no cuenta con la capacidad suficiente para ejercer un adecuado control medioambiental sobre las explotaciones mineras. Creo que se queda corto; en realidad la provincia no cuenta con la capacidad para ejercer un adecuado control medioambiental en prácticamente ningún área productiva. Sólo recordemos que los registros de cianuro del Río Tunuyán exceden los límites considerados aceptables por la Organización Mundial de la Salud, y sobre el Tunuyán no existe ningún proyecto minero.

¿Desidia, mala fe, negocios turbios? No, es más simple que eso, aunque no niego que pueda haber parte de eso: es una cuestión de recursos. Establecer una agencia de control medioambiental con la suficiente capacidad para cumplir con el objetivo que todos deseamos para ella, cuesta una fortuna en recursos humanos y materiales. ¿de dónde sacamos esa plata?

Segunda objeción: siempre según Bollati, las explotaciones mineras, en la actualidad, dejan un exiguo dinero en concepto de regalías a la provincia. Esa afirmación es falsa de toda falsedad, porque, en la actualidad, muchas de las explotaciones mineras en la provincia no dejan ningún aporte directo a la provincia. Nuevamente Bollati se quedó corto…

Veamos entonces para qué podría servir una Empresa Provincial de Minería. En primer lugar, podría hacer efectiva la propiedad mendocina de los recursos, obligando a todas y cada una de las explotaciones aporten directamente a las arcas de Mendoza, y no hablamos de dinero para gastos generales, pagos de sueldos, etc. Hablamos de fondos para cubrir la tremenda inversión en implantación de nuevos sistemas de riego que deberemos afrontar en la próxima década; no sé cuánto han escuchado hablar del calentamiento global, el pronóstico de menor cantidad de nevadas, etc. Pero lo que implica, en síntesis, es que estamos obligados que cambiar el sistema tradicional de riego. Hablamos de cuidar el agua en serio, de hacer algo que esté a la altura del desafío que se nos presenta.

También hablamos de obtener lo recursos necesarios para crear una verdadera Agencia de Control Medioambiental, con capacidad para ejercer un verdadero y efectivo poder de policía sobre todas las actividades productivas, sean extractivas, de cultivos, industriales, etc. Y, ¿por qué no?, utilizar el excelente recurso humano que poseen la UNC, la UTN y el Cricyt para que estos organismos de excelencia científica sean la base de esta Agencia.

Así de simple: una Empresa Provincial de Minería serviría para que los mendocinos hagamos verdadero y adecuado uso de lo que es nuestro por derecho (agua Y oro); serviría para que optimizáramos el uso del agua; serviría para que, por fin, pudiéramos contar con un estricto control medioambiental; serviría para generar una mayor actividad económica con numerosos puestos de trabajo; serviría, en fin, para mejorar la calidad de vida de los actuales y futuros mendocinos.

¿O acaso alguien cree, ingenuamente, que el futuro nos va a dar algún tipo de plazo de gracia?

El calentamiento global es hoy, la contaminación de cauces en Mendoza es hoy, la posibilidad de contrarrestarlos es hoy. Mañana es la excusa infame con que se engaña las voluntades moribundas, decía el poeta.

ANTECEDENTES

PUBLICADO EL 04/09/11: (Opinión) BOLLATI: MINERÍA EN MENDOZA, ¿SÍ O NO?

Por Enrique Bollati

Minería, ¿sí o no?

MdZ

Las convulsas últimas semanas terminaron con la caída, en la Legislatura Provincial, del proyecto “San Jorge”. Particularmente sigo sin tener muy clara la conveniencia o riesgo del proyecto en sí, lo que me queda algo más claro fueron las razones de la caída, que para nada estuvieron vinculadas con el riesgo ambiental, sino con la coyuntura electoral.

Partamos de la base de que no parece haber ningún actor político en Mendoza que se incline hacia la MEGA minería, o que apoye proyectos con riesgo ambiental a pesar de ese riesgo. Los cuento a todos (se me puede escapar alguno), pero ni tirios ni troyanos están en esa posición. Por otra parte no parece haber ningún actor político en Mendoza que rechace la posibilidad del desarrollo minero provincial; tirios y troyanos han manifestado y demostrado en hechos que tratan de avalar un uso más o menos razonable de los recursos mineros locales.

Y quizás deba aclarar algo con todas las letras: YO SOY PRO MINERO. No estoy a favor, obviamente, de que nos rifemos el medio ambiente; sólo estoy a favor de una mejor calidad de vida para el conjunto de los mendocinos (entre ellos mis hijos y yo mismo), por vía de un incremento de la actividad económica lícita, positiva, etc.

Pero volvamos a lo de la semana pasada; diera la impresión de que “El Mula”, que siempre fue pro minero – y recuerden que esto lo dice un pro minero, de modo que no lo digo en términos descalificantes -, viendo que le podía echar en contra la carga negativa que hoy tiene la palabra “minería” al “Paco”, se puso la camiseta de “anti minero”, se la hizo poner al bloque radical y salieron a fustigar al “Paco” y al PJ.

Luego, aprovechando la excelente oportunidad que le regalaban los radicales, de eliminar antes de empezar la campaña, la principal “chicana” (no es razón, sino chicana) con que lo podían torturar durante la campaña, “El Paco” cambió de posición de un plumazo: “Chau, San Jorge”.

¿Resultado electoral? Empate con diferencia de goles a favor del “Paco”. Empate, porque ni tirios ni troyanos sacaron provecho de la ocasión; y diferencia de goles a favor del Paco, porque los radicales se rifaron gratuitamente el que parecía ser su eje de campaña. Ahora no hay chicanas en el arsenal, y no va a quedar más remedio que buscar argumentos.

Pero dejando de lado este triste episodio, sigue quedando en pie la pregunta fundamental, Minería: ¿sí o no?

Veamos cuestiones en contra:

-El estado provincial no parece tener la suficiente capacidad de policía para supervisar el cumplimiento de las obligaciones medio ambientales de las grandes mineras.

-El actual contexto determina que lo que deja directamente en las arcas estatales la explotación minera es un monto más bien exiguo; lo que deja indirectamente es otra discusión.

No encuentro otra en contra; ayúdenme con las que puedo haberme salteado por desconocimiento, ya que estoy hablando como ciudadano, no como especialista en minería ni en medio ambiente, que no lo soy.

Ahora repasemos las amenazas del contexto:

- La octava parte de los recursos presupuestarios de la provincia son regalías de hidrocarburos (que es una actividad minera) y en un horizonte que, según las distintas opiniones, varía entre los 12 y los 20 años, las reservas provinciales de hidrocarburos se acaban, y por tanto se acaba ese peso de cada ocho de que dispone hoy la provincia.
- El último congreso ambiental celebrado en Mendoza recientemente, produjo tres conclusiones tajantes:
o Es muy difícil que los mendocinos logremos obligar a EEUU a que firme y se atenga al protocolo de Kyoto. Las cosas, en este sentido, no parecen tender a una variación importante.
o Las próximas décadas nos auguran menos nevadas, menos agua en los oasis, imposibilidad de extender el modelo productivo agrario tradicional; vamos a tener que hacer fuertes inversiones para cambiar el modelo de riego y así asegurar producir lo mismo que hoy y, con suerte, algo más.
o Las próximas décadas nos auguran más humedad en el actual secano, lo que podría permitir desarrollar algo más la actividad ganadera, sobre todo. Pero debe recordarse que la actividad ganadera no es para nada intensiva en el uso de mano de obra; emplea a muy poca gente.

Ahora repasemos las oportunidades:

-El modelo neoliberal “noventista”, trasladó la propiedad del subsuelo a las provincias. El subsuelo mendocino es de los mendocinos actuales y futuros; es una ingenuidad pretender que tiene que cambiar la legislación nacional, porque el tema pasó a ser de jurisdicción provincial.

-Como el tema es de jurisdicción provincial, no necesitamos que la Nación revea nada; sólo necesitamos que la legislatura provincial fije un marco adecuado.

-Como la propiedad del subsuelo es provincial, no es la Nación, sino la Provincia, la DUEÑA del subsuelo, y la que puede fijar condiciones medioambientales y económicas para esta actividad. No importa lo que pase en Baires o en Tucumán; importa lo que se decida hacer en Mendoza.

-Existen antecedentes de provincias (caso Santa Cruz con Fomicruz), que se dieron cuenta hace rato de esto y aplicaron este concepto hace ya tiempo: hay en Santa Cruz una empresa provincial de minería que es SOCIA NATURAL de cualquier y de todos los emprendimientos mineros que se realicen. Como el estado provincial es el dueño de los recursos, es socia de todos los proyectos, forma parte de los directorios de las empresas y establece las regalías que cada una debe pagar directamente al estado PROVINCIAL: nada de coparticipaciones raras.

Ahora bien; si es posible crear una empresa provincial de minería, que esté DENTRO de los emprendimientos mineros (control) y es posible que la provincia establezca las regalías que cada proyecto debe pagar A LA PROVINCIA (ingresos directos), las preguntas remanentes son ¿Por qué no hacerlo? y, a continuación, ¿por qué no lo hemos hecho YA?

¿Por qué no crear una Empresa Provincial de Minería con un fuerte respaldo técnico del Cricyt, la UNCuyo y la UTN y una intervención directa de Hacienda?

Y no es que no se le haya ocurrido a nadie: el Nacho Ortigala tiene durmiendo un proyecto de este tipo en el Senado Provincial desde hace tantos meses que me cuesta contarlos; pueden haber otros similares y obviamente deben ser perfectibles, pero no logro entender por qué no son TRATABLES, por qué no se ha discutido ya y se han recibido críticas y sugerencias, para avanzar en el tema seriamente.

¿Qué somos? ¿Los hijos de la pavota?


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