La Nación
Por Miguel Bonasso - El autor, periodista y escritor, es diputado nacional por Diálogo por Buenos Aires.
En una carta a los medios, con propósitos tácitos de censura, el señor Miguel Giménez Zapiola, director de Asuntos Corporativos de Barrick Argentina, me acusa de mentir en mi libro El Mal. El modelo K y la Barrick Gold y forjar "teorías conspirativas del género de la ciencia ficción" respecto de la empresa trasnacional que le paga el sueldo.
La ofensa gratuita del ejecutivo de una corporación extranjera a un diputado de la Nación carecería de mayor relevancia si no fuera una nueva demostración del escaso respeto por nuestra soberanía que esta compañía canadiense, profusamente acusada de violar derechos humanos y agredir al medio ambiente, viene acumulando en nuestro país, al calor del tráfico de influencias que ejerce en su favor la propia presidenta de la República, Cristina Fernández de Kirchner.
Nada tiene que ver con Ray Bradbury y la "ciencia ficción" la decisión tomada el 30 de enero de 2009 por la ministra de Finanzas de Noruega, Kristin Halvorsen, quien anunció públicamente que el país nórdico había resuelto retirar sus inversiones del fondo de pensiones en la compañía Barrick por sus "daños irreparables al medio ambiente". Los noruegos se basaban en distintos informes de Amnesty International y Human Rights Watch, entre otras fuentes no ficticias.
La decisión soberana de Noruega contrasta notoriamente con el sometimiento antinacional de cinco gobiernos argentinos: los de Carlos Saúl Menem, Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde, Néstor Carlos Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.
Menem, por indicaciones de George Bush padre, firmó -en diciembre de 1997- el Tratado de Integración y Complementación Minera entre la Argentina y Chile, que forjó un tercer país virtual en la cordillera de los Andes. Es una superficie helada de 340.835 kilómetros cuadrados, que tiene un objetivo lesivo para nuestra soberanía: favorecer la megaminería del cianuro con "inversiones" en ambos lados de la Cordillera, en la que -especialmente los argentinos- les regalamos el agua y les subsidiamos la energía y los combustibles.
En ese tercer país se ubica Pascua Lama, el objetivo inicial y central del Tratado Minero argentino-chileno: la primera mina binacional del mundo con reservas probables y probadas por 60.000 millones de dólares. Allí no hay aduanas, los antiguos caminos públicos se han vuelto privados y son vigilados por la seguridad de la Barrick. Por uno de los acuerdos que "perfeccionaron" el tratado, es la propia empresa la que paga el sueldo de los carabineros chilenos y los gendarmes argentinos. La idea del Estado nacional se disuelve, como ya se disolvió en la cabeza del gobernador de San Juan, José Luis Gioja, uno de los servidores de la corporación canadiense, que sostiene alegremente: "Las fronteras las inventaron los hombres".
Movido por esa misma mentalidad neocolonial, agravió la memoria del libertador José de San Martín, al organizar un carnavalesco Cruce de los Andes a caballo junto con el embajador canadiense Timothy J. Martin, en el que ondearon las banderas de Chile, la Argentina y Canadá. ¿Qué tenía que hacer la hoja de maple?
Para "viabilizar" el proyecto Pascua Lama, tanto la empresa como el gobierno argentino violaron leyes fundamentales. Empezando por el informe de impacto ambiental realizado por Knight Piésold, una consultora que compartía domicilio con Barrick en San Juan. Allí se ocultó la existencia de glaciares y áreas periglaciales, y cuando se descubrió la omisión la empresa propuso trasladar tres de ellos... ¡con palas mecánicas! Luego se violó el artículo 22 de la ley general del ambiente, que ordena a las empresas sacar un seguro contra riesgos medioambientales.
Pero esto es pecata minuta. La falta de respeto por nuestra soberanía puede medirse también en dos datos cruciales: la Argentina pone el 90% de los millones de litros de agua que usará la mina todas las horas del día, todos los días del año, durante un cuarto de siglo. Como premio, quedará en nuestro territorio el dique de colas: una olla en la montaña de 400 metros de profundidad por 340 hectáreas de superficie, una suerte de dique San Roque bañado con lo que los mineros llaman "la sopa": la mezcla de roca molida con agua y cianuro. Como una amenaza a perpetuidad.
La constante violación de la ley se convirtió en degradación total de la soberanía nacional con el acuerdo tributario secreto que firmaron, el 28 de abril de 2009, el secretario de Hacienda argentino, Juan Carlos Pezoa, y el director de Impuestos Internos de Chile, Ricardo Escobar. El convenio motivó la renuncia del subsecretario de Hacienda Cristian Modolo y el malestar de otros técnicos, que se negaron a "ponerle el gancho" para "no ir presos". En ese acuerdo, que es otra bofetada autoritaria contra el Congreso de la Nación, se viola la normativa existente respecto del impuesto al valor agregado y el impuesto a las ganancias. Legislación que debería ser reformada por el Parlamento para tener validez.
Por este nuevo Pacto Roca-Runciman, esta vez del oro, la Argentina resigna en favor de la Barrick Gold su capacidad plena de percibir tributos conforme a su legislación interna y no de acuerdo con la cantidad de mineral que se extraiga de cada territorio.
Este nuevo estatuto del coloniaje fue establecido a pedido expreso de Peter Munk, por nuevos funcionarios de Indias: el gobernador Gioja; el secretario de Minería, Jorge Mayoral; el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, y la propia Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
Por si fuera poco, la empresa beneficiaria, que reinará en una frontera tan delicada, fue fundada por el mayor traficante de armamento de la Tierra, el saudita Adnan Khashoggi, que usó sus acciones en Barrick para financiar el Irán-Contras de mediados de los años 80, el escándalo de armas y drogas que casi les cuesta la presidencia a Ronald Reagan y la vicepresidencia a George Bush senior.
ANTECEDENTES
PUBLICADO EL 06/10/11: RÉPLICA MINERA: BARRICK RECHAZÓ DENUNCIAS DEL LIBRO DE BONASSO
Posición de Barrick en relación al libro del diputado Bonasso
Barrick
PUBLICADO EL 03/10/11: BONASSO PUBLICA UN LIBRO SOBRE BARRICK. QUÉ DICE DE LOS GIOJA
Bonasso: "El kirchnerismo es la continuidad del menemismo"
La Nación
Fue parte activa de esa "juventud maravillosa" sobre la que el kirchnerismo construye su relato, pero ahora habla de "traición" cuando menciona a la Presidenta. Llama "cómplices" a los ministros Aníbal Fernández y Julio De Vido y al gobernador de San Juan, José Luis Gioja. Afirma que Néstor Kirchner fue "más lejos" que el ex presidente Carlos Menem a la hora de "mezclar política y negocios" y que su esposa, lisa y llanamente, es "la continuidad del menemismo". El que habla es Miguel Bonasso .
En diciembre dejará su banca en el Congreso, donde presidió la Comisión de Recursos Naturales e impulsó la ley de glaciares . Bonasso, periodista que trabajó junto con Rodolfo Walsh, fue militante de Montoneros. También es el autor de Recuerdo de la muerte, sobre la ESMA, y de Don Alfredo, sobre Alfredo Yabrán. Hoy vuelve a la literatura con estruendo: El Mal. El modelo K y la Barrick Gold, donde apunta hacia el lado más oscuro de la relación entre la minera canadiense y el Gobierno, del cual fue parte.
" El modelo K y la Barrick tienen una historia y un significado político muy concreto: lo perverso es que estén juntos y lo que implica es que este modelo K, por imperio del PJ, de Néstor y Cristina Kirchner, se ha convertido en la continuidad del menemismo por otros medios", dice Bonasso, en el living de su casa en Villa Crespo, donde recibió a LA NACION.
Sobre la mesa hay una copia del libro que, desde sus primeras páginas, vincula a la minera presidida por Peter Munk con los dólares del traficante de armas saudí Adnan Kashoggi y del ex presidente norteamericano George Bush (padre), a través de la CIA y los fondos del escándalo Irán-contras.
Sin perder el ritmo de novela, El Mal cuenta cómo la multinacional canadiense fue obteniendo amplios permisos para explotar en San Juan los yacimientos de oro de Veladero y Pascua-Lama (proyecto binacional con Chile) a través de los gobiernos de Menem, Fernando de la Rúa y los Kirchner. También, según Bonasso, cómo se violaron leyes impositivas, de defensa y medio ambiente. Y, sobre todo, cómo la Argentina y Chile cedieron aguas y soberanía para crear un "tercer Estado" en cada yacimiento, que no pueden controlar. "En Pascua-Lama, el oro se sacará un 75% del lado chileno, pero nosotros proveemos el 90% del agua y del lado argentino queda el valle de lixiviación, una olla de agua, roca molida y cianuro equivalente al dique San Roque [de Carlos Paz]", señala el diputado, que repasa cada dato con su joven mujer, la mexicana Olivia Vidal.
"Cada día, van a triturar 45.000 toneladas de roca con 4 toneladas de cianuro y 27 millones de litros de agua", agrega, para llamar "cómplices" del saqueo a la Presidenta y sus ministros. "Si fuera meramente un acto de corrupción, yo ya cumplí como ciudadano cuando los denuncié ante la Justicia. Pero esto es corrupción estructural. Estamos hablando del porvenir de la República", enfatiza.
Bonasso sostiene que la política sobre minería hizo estallar su relación con el kirchnerismo, del que fue promotor en sus inicios. Ex secretario de prensa del breve gobierno de Héctor J. Cámpora, el diputado critica duramente a los jóvenes que han tomado su nombre y que componen el grupo juvenil kirchnerista. "Hay muchos que están por ideales, pensando en hacer un cambio. Otros están dentro del funcionariado, cobrando sueldos muy elevados que tienen poco que ver con la militancia histórica que yo conocí, porque el Estado no pagaba la militancia." El diputado marca otra diferencia entre la juventud del 70 y la actual. "Tuvimos la suerte, porque no hubo un corte de 30.000 desaparecidos, de tener un vínculo con nuestros maestros. Yo lo conocí a Walsh y aprendí de él en una redacción. Esta generación necesita maestros", sostiene.
Bonasso acusa a la Presidenta de cometer "varias acciones ilegales" contra el país. Del fallecido ex presidente lamenta el momento en que resignó la "transversalidad", para recostarse en el PJ. "Claramente abandonó cualquier idea de renovar la política y pasó a convalidar un sistema feudal en el cual gobernadores e intendentes mezclan negocios con política. Mi ruptura comienza ahí, porque yo no estuve nunca con el PJ: nosotros despreciábamos profundamente al PJ ya en los 70. Ni hablar ahora. No por las bases, sino por una dirigencia corrupta", sostiene.
Y regresa al libro. "En el turbio encuentro entre negocios y política, Kirchner fue más lejos que Menem. No sólo Cristina. Fueron los dos", culmina.
El pasado menos heroico de los hermanos Gioja
En su nuevo libro, El mal , donde investiga los nexos entre la política y la minera canadiense Barrick Gold , el diputado nacional Miguel Bonasso no deja capítulo sin mencionar al gobernador sanjuanino José Luis Gioja y su hermano mayor, el senador nacional César Gioja, quienes suelen reivindicar su paso por las cárceles de la dictadura. Bonasso, sin embargo, les imputa un pasado menos heroico. "Hablé con sus compañeros de celda y constaté en el Registro Nacional de Reincidencias que fueron detenidos por delitos comunes", dice Bonasso.
Bonasso sostuvo que se realizó un acuerdo secreto argentino-chileno para beneficiar a minera
Análisis Digital
El diputado nacional de Dialogo por Buenos Aires, Miguel Bonasso, denunció en un libro que los gobiernos de Argentina y Chile firmaron en 2009 un acuerdo secreto que otorga beneficios impositivos a la minera canadiense Barrick Gold, que a su juicio opera en Los Andes en una zona “franca” sin ningún tipo de control. En ese sentido, argumentó: “En ese acuerdo tributario Argentina resigna el derecho esencial de un Estado a recaudar impuestos al ceder, el 75 por ciento, la potestad tributaria en favor de Chile, en realidad en favor de la Barrick”. Asimismo, sostuvo que existe “un tercer país virtual, el ‘país Barrick’, en la cresta de la cordillera de Los Andes, con una superficie de unos 340 mil kilómetros cuadrados, sobre el que no hay ningún tipo de control, por el que se puede hacer y traficar cualquier cosa”. En su libro El Mal. El modelo K y la Barrick Gold, amos y servidores en el saqueo de la Argentina, Bonasso saca a la luz un “convenio secreto” firmado por funcionarios de los gobiernos de Cristina Fernández y Michelle Bachelet que supuso una “gravísima violación de la ley”. Según el autor, este convenio no respeta normas impositivas de los países suramericanos.
Bonasso aseguró que Argentina, a pesar de ser el que pone el 90 por ciento del agua que requiere el proyecto minero binacional Pascua Lama, en San Juan y en la III Región de Chile, sólo recibe el 25 por ciento de los impuestos en Argentina, porque la presión tributaria sobre las mineras en nuestro país es la mitad que en Chile.
“Sacan el agua de los glaciares (lo que la empresa ha negado reiteradamente pero que es denunciado por numerosas organizaciones ecologistas) a un precio ridículo y encima dejan un retrete de cianuro”, en un pozo de unas 340 hectáreas a 400 metros de profundidad y “adonde van a ir a parar los cientos de miles de toneladas de deshechos bañados en cianuro”, sostuvo según consignó el portal digital chileno El Mostrador.
Bonasso expresó que ese acuerdo secreto es uno de los convenios binacionales firmados tras el Tratado de Integración y Complementación Minera suscrito en 1997 por los ex presidentes Carlos Menem y Eduardo Frei como “un traje a medida” del fundador de la minera, Peter Munk.
Con ese acuerdo se creó “un tercer país virtual, el ‘país Barrick’, en la cresta de la cordillera de Los Andes, con una superficie de unos 340 mil kilómetros cuadrados, sobre el que no hay ningún tipo de control, por el que se puede hacer y traficar cualquier cosa”, aseguró el diputado.
“Para explotar el yacimiento de oro más importante de América del Sur Barrick usó la influencia directa de su padrino George H. W. Bush (padre) y de un entramado de funcionarios argentinos y chilenos, banqueros acusados de fraude y académicos comprados para falsear informes de impacto ambiental”, afirmó el legislador y periodista.
El diputado denunció ante la Justicia al secretario argentino de Minería, Jorge Mayoral, por tráfico de influencias y sus nexos con Barrick, así como al gobernador de San Juan, José Luis Gioja, y a su hermano, el senador César Gioja, quienes a su juicio encabezan un Ejecutivo regional “absolutamente corrupto y dócil a los mandatos de la corporación” minera.
En su opinión, “los sucesivos gobiernos argentinos fueron violando leyes para permitir que la Barrick, fundada con Peter Munk con dinero del traficante de armas Adnan Khashoggi (multimillonario saudí) e involucrada en el escándalo del Irán-Contras, pueda erigir un verdadero emporio minero transfronterizo de 260 mil hectáreas”.
Según fuentes vinculadas con la actividad minera, Barrick podría ganar por esta explotación al menos 30 mil millones de dólares durante los 25 años de vida útil del proyecto.
En el libro Bonasso ahonda en los “turbias” actividades de Barrick en el mundo, en su presunta relación con Khashoggi y en su papel como presunta “fachada de la CIA” en el escándalo que estalló en 1987 por la venta clandestina de armas a Irán y el posterior empleo de los recursos para financiar y armar a los rebeldes que luchaban contra el gobierno sandinista de Nicaragua.
“Muchachos, no se roben más la Argentina”, pidió este viernes Bonasso -impulsor de la recientemente aprobada Ley argentina de Protección de Glaciares, que en San Juan está paralizada por un amparo judicial presentado por Barrick- a la multinacional al concluir su presentación.