La Unión
No se asusten, ni se apuren, no lo digo en el sentido de que la gobernadora electa, Lucía Corpacci, piensa viajar en lo inmediato fuera de la provincia, y menos con el compromiso de las elecciones nacionales de por medio el próximo domingo.
Lo que quiero decir es que, más allá de la ratificación del apoyo que pudiera conseguir la futura primera mandataria y sus candidatos el 23 de octubre, el ¡buen viaje señora Gobernadora! es en realidad una expresión de deseo en razón de las expectativas que despierta el itinerario que la nueva gestión kirchnerista iniciará el 10 de diciembre.
Significa algo así como ¡que sea con suerte! y responde a la esperanza de todos los catamarqueños que entendemos que no se trata sólo de encontrar caminos alternativos, sino también de mirar con “otros” ojos.
Entiéndase bien, sin menguar por supuesto en el derecho y la obligación de los votantes, y celebrando el nuevo acto eleccionario de donde surge el verdadero poder de mando de nuestros gobernantes, lo cierto es que la preocupación de la gente se centró más allá de los comicios electorales, (sin dejar de lado, o en todo caso incluyendo, su derecho a ratificar su voluntad popular en el último proceso electoral del año).
Golpe de Timón
Pero ¿qué es viajar?, ¿cambiar de lugar? No necesariamente. Para nosotros tal vez sea cambiar de actitud para aprovechar mejor los programas laborales, por ejemplo. Y en el caso de políticas públicas, sin dudas será modificar el rumbo con un “buen golpe de timón”.
El viaje, que en realidad emprenderemos juntos, pretende zarpar pronto hacia el puerto que nadie dudaría en llamar de la Esperanza, aunque todos sabemos que la travesía no va a ser fácil. “La vida es como un viaje por la mar: hay días de calma y días de borrasca; lo importante es ser buen capitán de barco”. Jacinto Benavente.
De manera que la lectura de la hoja de ruta (o carta marítima) de la futura gestión deberá tener en cuenta no sólo el clima social diario, sino también los eventuales frentes de tormenta.
Con las estrella como guías
Lo bueno es que hay un punto donde todos nos igualamos y nos encontramos. Una suerte de hálito común donde lo que sucede o sucederá es bueno para todos o malo para todos. Aquí es donde no podemos dejar de desearle a Corpacci una gestión digna y satisfactoria, acorde a la voluntad del pueblo que depositó en ella toda su confianza.
¡Qué tengamos un buen viaje!, termina siendo entonces un deseo colectivo, que incluye el más profundo sentimiento religioso que caracteriza a los catamarqueños, para que ¡Dios nos acompañe! en esta travesía.
Según el viejo Descartes. sólo dos cosas contribuyen a avanzar: ir más a prisa y transitar por el buen camino. Agregaría que no hay que perder jamás la estrella que nos guía. Sin olvidar por supuesto que para llegar al destino en el medio hay muchas cosas para hacer. En este sentido los griegos la tenían clará: “Los cielos nunca ayudan al hombre que no quiere actuar” (Sófocles).
Ningún lugar está lejos
En este sentido, sobran las expectativas en relación a la actividad minera, y en particular a la posibilidad de que Alumbrera termine haciéndose cargo del proyecto denominado Agua Rica en el departamento Andalgalá.
Muchos sueños han sido asentados sobre la base del desarrollo de la minería en la provincia y el país, razón por la cual hablamos de una política de Estado en ambos casos, poder central y Gobierno provincial.
Minería y medio ambiente no pueden ser prácticas discontinuas, espaciadas o intermitentes, en un Gobierno que se considere serio, por el especial interés que reviste para la sociedad las políticas a largo plazo.
De manera que para no peregrinar en vano detrás de nuestros ideales es preciso contar con políticas públicas efectivas y constantes, de lo contrario lamentaremos el tener que volver a empezar todo el tiempo.
Es tarea inaplazable ir siempre detrás de nuestros sueños. Por nuestros hijos, por nosotros, por todos los que todavía creemos en un futuro mejor. “Las pasiones son los viajes del corazón” (Paul Morand).
No olvide llevar un buen libro
No caben dudas de que la Gobernadora electa se siente cómoda a pesar de la enorme responsabilidad que conlleva la conducción. Tengo la impresión de que conoce la meditación previa que asiste al viajero antes de embarcar: “aquel que sabe cuándo ha de regresar, viaja mejor que nadie”.
Como en todos los viajes, no faltarán los aficionados al ajedrez y a los juegos de azar para amenizar el recorrido, pero recuerden muchachos que después del partido, el rey y el peón van a la misma caja.
Por suerte hay compañeros que hacen parecer el camino más corto, ¿le pasó? Hay grandes personas (hombres y mujeres) que hacen a todos los demás sentirse pequeños. Pero su verdadera grandeza consiste en hacer que nos sintamos grandes.
Puesta del sol
Ya todos saben que en los comicios de este fin de semana no va a haber sorpresas porque al parecer la suerte, para los candidatos y los frentes, está prácticamente echada. De todas formas, se trata de la tercera vez en menos de un año que se realizan elecciones. No hay duda de lo que quiere la gente.
Sin embargo, lo reconozcamos o no, tenemos la cabeza más bien puesta en diciembre, en las futuras gestiones, y sobre todo en las acciones de Corpacci. Mientras tanto, “hacer lo mejor posible en este momento, nos deja en la mejor posición para el siguiente momento” (Oprah Winfrey).
Es verdad que el mar despierta temor y que los peligros acechan. Pero el flujo y reflujo de las mareas no debe preocuparnos al punto de inmovilizarnos. Desde aquí, frente a una nueva puesta del sol, es casi imposible no soñar.
