Río Negro
Vicente Marino - Técnico minero
El gobernador electo Carlos Soria expresó sin tapujos una realidad que nos acompaña desde hace mucho tiempo en la provincia de Río Negro. Si bien la tarea no será simple tampoco será imposible; si está la decisión política de desarrollar la minería en la provincia no hay dudas de que será una realidad.
No se trata de motorizar el proyecto Calcatreu, situado al sur de Ingeniero Jacobacci, el cual nunca pudo avanzar debido a la ley "anticianuro" promulgada por la actual administración del gobernador Saiz, ley que deberá seguramente ser derogada o modificada sustancialmente para poner en marcha el único proyecto minero aurífero que hoy estaría en condiciones de entrar en operaciones.
Lo interesante de implementar una nueva política minera evidentemente pasa por otros ejes, independientemente de la activación de Calcatreu, aunque, por qué no decirlo, quizás ante esta emergencia ambiental producida por la ceniza volcánica que afecta gravemente a los pequeños productores de la Región Sur pueda resultar de gran importancia. Si Calcatreu ocupase personal de la región afectada seguramente les permitiría a los pobladores no hacer abandono de sus campos ya que tendrían ingresos salariales para afrontar sus necesidades básicas y esperar por una recuperación y no emigrar. Emigrar en estos casos significará la pérdida lisa y llana de sus campos ya que muchos de ellos serían vendidos ante la imposibilidad de mantenerlos activos.
Algunos pensadores "ambientalistas" de la provincia proponen, sin embargo, medidas realmente preocupantes: creen que ante esta emergencia se debe sacar a los chicos de la región para salvaguardar su salud. Este pensamiento lleva implícito que los pequeños pobladores abandonen sus propiedades, ya que los chicos deben estar con su familia y no se entiende que puedan ser desarraigados de sus hogares. Lo que sí se debe evitar es que los pobladores abandonen sus campos. Pareciera que para estos personajes la técnica no cambia ya que primero se moviliza a través del terror y no de las soluciones. Estos eventos volcánicos no son eternos; de hecho, cada 50 años se produce el mismo fenómeno.
Seguramente habrá muchos interesados en comprar estas propiedades a precios irrisorios, ése es el principal objetivo aparente de quienes piensan de esa manera aun salvando aquellos que acompañan sin haber profundizado en las consecuencias.
Hoy la minería puede aportar a que se mantengan los campos de los pequeños productores sin que tengan la necesidad de venderlos ni emigrar.
Sólo resta esperar y conocer el proyecto técnico-político que la nueva administración pondrá en marcha. Para ello no habrá lugar para la improvisación; se deberá nombrar en la Dirección de Minería a funcionarios comprometidos con un nuevo proyecto minero y que no tengan intereses particulares en el sector. Además, acompañado por un Codema implementado para desarrollar su tarea en la actividad minera al igual que en todas aquellas que requieran un serio control ambiental.
Deberá quizás contemplar esta nueva administración la conformación de una sociedad minera estatal para participar activamente en los grandes proyectos que eventualmente se motoricen con la presencia en los directorios respectivos; esto llevará a tener un mayor conocimiento de las políticas ambientales y de control que se ejecuten.