ADN
Por César Barbeito, ex candidato a gobernador por la Concertación para el Desarrollo
"César acabo de firmar el decreto-ley donde prohibimos en el territorio de la provincia de Rio Negro la extracción del oro usando cianuro y es necesario que viajes a Jacobacci a explicar los alcances de la norma." Era el mediodía del 3 de Junio de 2005. Saiz afirmaba: "No vamos a poner en riesgo la salud de un solo rionegrino por más gramos, kilos u onzas de oro que se puedan extraer"
En ese momento sentí un fuerte impulso que junto al entonces Secretario de medios me decía, lo logramos. No se trataba solo de un anuncio.
Para nosotros era una fuerte definición política que ratificaba el rumbo del gobierno, y que reafirmaba un proyecto de gestión que mantendría firme su posición de priorizar el bienestar de la gente, fortalecer la defensa de la tierra y sus recursos y proteger el medio ambiente, por sobre las presiones de las grandes corporaciones, los lobbies y los intereses externos. Se trataba de pensar en la riqueza y la felicidad de cada rionegrino y no en la riqueza y la felicidad bursátil de otros lugares del mundo.
En ese entonces los sectores ambientalistas, especialmente los de la zona andina, acompañados por los de otros provincias, estaban movilizados y presionando fuertemente para que no se iniciaran las tareas de extracción en la mina de Esquel.
Allí, el gobierno con gran habilidad había logado enfrentar a la sociedad poniendo por delante la generación de empleo y desconociendo el daño ambiental que se ocasionaría. Hoy estoy convencido que la decisión de nuestro gobierno, colaboro rotundamente para que se paralizara la posibilidad de extracción en toda la región.
Las presiones no serian menores y pronto llegarían las amenazas de las empresas dispuestas a realizar demandas millonarias al estado y una fuerte campana publicitaria en detrimento de la decisión. Y no era descabellado pensar en que lo lograrían, estaban acostumbradas a conseguir lo que pretendían y mas aun de los gobiernos. Había antecedentes de legislación y los permisos del gobierno nacional en sus distintas etapas o las de las provincias de Santa Cruz, San Juan, La Rioja, Catamarca, todos peronistas (Menem-Kirchner) o radicales (De La Rúa) a favor de las empresas comprometiendo la salud ambiental.
Debemos recordar que para entonces la provincia ya había otorgado más de veinte permisos de exploración, siendo el yacimiento de Calcatreu el más avanzado.
Salí apresuradamente del despacho y convoque a los funcionarios que me acompañarían: el Secretario Legal y Técnico doctor Fabio Rey abordaría todo
lo legal; Oscar Echeverría presidente del CODEMA, explicaría la cuestión ambiental y el ingeniero Horacio Collado, titular del DPA, presentaría un estudio de aguas y los riesgos que existían si se avanzaba con la puesta en marcha del proyecto.
Los habitantes de Ing. Jacobacci y de la región sur nos recibieron en pleno con una asamblea en el gimnasio municipal (no falto nadie), vivimos momentos de tensión, discusiones fuertes y emociones cruzadas, donde prevaleció el respeto y la comprensión de las posturas y al cabo de algunas horas una decisión mayoritaria que debería ser tomado como ejemplo para los gobiernos y sus gobernantes.
No a la minería con uso de cianuro, un pueblo, una región que priorizaba la vida de sus hijos, su lugar, sus cosas, sus aguas puras, en definitiva conservar su patrimonio antes que saciar sus necesidades económicas momentáneas.
No era sencilla la tarea que teníamos por delante. Teníamos que seguir adelante y seguramente profundizar el proyecto del gobierno de reactivar la economía de la región para generar fuentes de trabajo genuinas, incorporar valor agregado a la producción, aumentar la obra y el empleo publico.
Mirando hacia atrás y repasando la legislación y las acciones que desarrollamos vemos que lo que hicimos no alcanzo. También es cierto que la naturaleza, sus caprichos y algunos otros fenómenos no nos ayudaron. La zona atraviesa hoy el sexto año de sequías, sus campos fueron cubiertos por las cenizas del volcán Puyehue, ocasionando los daños sociales y económicos que todos conocemos.
Hoy a casi siete años de aquella asamblea se pone en vigencia nuevamente la explotación de la minería con uso de cianuro, en una decisión gubernamental totalmente facilista y traicionando la voluntad popular, obligando a los ciudadanos a movilizarse en defensa del medio ambiente.
Todos, también sabemos que existen otros métodos para realizar la extracción del oro, pero claro, son métodos más caros, pocos convenientes para las empresas privadas que lo ven como inviable y es pues donde radica la gran diferencia:
O con el uso de cianuro, con poco personal, excesivos riesgos y generación rápida de recursos solo para las empresas;
O con miles de personas tamizando, licuando o centrifugando las rocas que permitiría extraer el oro logrando generar parte de la riqueza que esta región necesita para desarrollarse sin perjudicar a nadie.
Todo depende de que lado estén parados los gobernantes.