Canal 26
Le voy a dar una mirada política respecto del tema de la minería. Yo pregunto: ¿Minería sin veneno es posible? Por supuesto que es posible, así lo es en Chile, en Brasil. Prohibir la minería sería un verdadero absurdo porque dejaría, entre otras cosas, a las provincias más pobres de la Argentina sin uno de sus principales recursos, sin la posibilidad de que tengan acceso a grandes sumas de dinero que le permitan llevar adelante un desarrollo como corresponde y conservar una importante cantidad de puestos de trabajo.
Permitir que no utilicen la última tecnología, los mecanismos más importantes vinculados al cuidado del medio ambiente, sería un suicidio.
Estamos en condiciones de hacerlo bien, de hacer un verdadero equilibrio entre esa necesidad social de que los pueblos del interior puedan ir creciendo y desarrollándose productivamente con la posibilidad de tener un medio ambiente sustentable, con controles sumamente rigurosos.
Hay posibilidad de mantener un equilibrio, lejos de la voracidad salvaje de los empresarios, que a veces no tienen ningún límite a la hora de llevarse el dinero para su casa, y también lejos de los fundamentalismos de algún tipo de ambientalismo que desde Palermo Hollywood quiere decidir la vida de la gente que vive en Andalgalá.
Si usted me apura, también me manifiesto absolutamente a favor de la licencia social y de los mecanismos políticos de participaciónde aquellos que van a ser beneficiados o perjudicados por esa minería. Se puede usar la consulta popular, luego de un proceso previo de información y debate con la participación de cada uno de los componentes.
Lograr ese equilibrio es responsabilidad de todos, también de los periodistas y, por eso, uno de los humildes granos de arena que uno quiere aportar es generar el debate y que escuchemos los argumentos de todos para conseguir lo que todos queremos, que es una Argentina con más justicia social, absolutamente sustentable y con respeto por el medio ambiente.
Los que están demás son los piquetes, los contrapiquetes. Lo que no podemos permitir es la represión salvaje y feroz a la gente que se manifiesta y protesta. En la mayoría de los casos donde hay dilemas en democracia, sólo se solucionan con más democracia, con menos chicanas y autoritarismo.