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Debate
DOS OPINIONES EN CONTRA DE UN ARTÍCULO DE TRONELLI
21/03/2012

Minería: falsos núcleos

Río Negro

Por Omar Raúl Lehner - Ex candidato a gobernador de Río Negro

En un artículo reciente publicado en este mismo espacio el 17 del corriente se defendió lo que llamamos megaminería contaminante y destructora desde una mirada técnico-económica, ciega a las consecuencias negativas de un modelo económico depredador basado en la exportación de materias primas. Mirada que no es ajena a ciertos intereses empresarios y corporativos.

Quienes defienden estos procesos tratan de ubicar el debate en este marco y sostienen que nadie mejor para opinar al respecto que los técnicos: ingenieros de minas y profesionales afines cuya formación específica los habilitaría para el debate. "Los ambientalistas", dicen con aire despectivo, ignoran estos temas y repiten consignas vacías.

Por el contrario, son las organizaciones sociales, las asambleas populares, los pueblos originarios, la gente en general que se siente amenazada, los que poseen los saberes fundamentales para opinar sobre este tema, cuyo análisis no pasa básicamente por cuestiones técnicas.

Son espacios donde se percibe el peligro y se desconfía de que el interés del capitalismo transnacional coincida con el interés común, con la defensa de los recursos nacionales y con la soberanía en la más amplia acepción del término.

Pero estas organizaciones también tienen asesoramiento, información actualizada y profusa documentación. "El sitio de la Asamblea de Esquel (www.noalamina.org) es un verdadero repositorio de información sobre las características de la megaminería en nuestro país y en América Latina". (1)

La posición que miles de manifestantes expresan en las calles no es contra "toda la minería", sino específicamente contra la "megaminería metalífera hidroquímica".

Las corporaciones profesionales vinculadas con la minería apuestan naturalmente al crecimiento de la actividad que las contiene y es posible que muchos de sus miembros apoyen el desarrollo de cualquier forma de explotación que aumente sus posibilidades de empleo. Saben de colegas que han cuestionado y fueron rápidamente apartados de sus funciones. Tal el caso del ingeniero Nieva, encargado de controlar la contaminación en los cursos de agua afectados por la mina de Bajo de la Alumbrera. (2)

Se ha dicho que sin la gran minería es imposible abastecer las necesidades de una población mundial cercana a los 7.000 millones de habitantes y entonces debiéramos habitar en chozas y movernos a caballo.

Éste es un núcleo absolutamente falso para analizar la cuestión minera regional y nacional.

Nos propone un país mayormente exportador de materias primas. Es el modelo extractivista que nos quiere imponer la división internacional del trabajo impulsada por el poder financiero para alentar un consumismo exacerbado globalmente insostenible.

Es la condena al atraso y a la dependencia, la renuncia a agregar valor a nuestras materias primas y a crear empleos.

¿Por qué la Argentina debe transformarse en un país exportador de minerales para abastecer a los países más desarrollados?

¿Debemos ser altruistas con ellos y ceder a sus intereses o defender los nuestros?

Jauretche y Scalabrini Ortiz seguramente tendrían una respuesta para este dilema. En realidad ya la han dado sobradamente.

Los minerales son recursos no renovables. Por esa misma condición aumentan su precio con el paso del tiempo y con el agotamiento de las reservas.

No son, por ejemplo, como las vacas, que podemos consumirlas o exportarlas hoy y en tanto se reproduzcan y engorden podremos seguir consumiéndolas o exportándolas indefinidamente.

Nuestros minerales son una reserva de valor y debemos considerarlos como recursos estratégicos. Ellos son un patrimonio de los pueblos que crece solo. ¿Por qué tanto apuro para entregarlos?

Lo razonable es conocer qué materias primas requerirá la industria nacional y eventualmente la regional latinoamericana y planificar una minería acorde con esa demanda propia, con procedimientos no agresivos ni destructores de "áreas de terrenos" –como se reconoce que ocurre– ni contaminantes y/o altamente consumidores de agua, otro recurso superestratégico por más que se quieran minimizar los volúmenes utilizados y los efectos de su envenenamiento.

El ingeniero Tronelli, sin tener en cuenta esa degradación ambiental, ni el agotamiento de recursos valiosos, ni las ilusiones defraudadas, ni los pueblos fantasma ni las personas enfermas que nos deja la gran minería, cuantificó "lo que nos deja la minería" en porcentajes de impuestos y gastos de explotación. Pero estos conceptos no son exclusivos de esta modalidad minera, que la tornarían irreemplazable; por el contrario, son los habituales de cualquier actividad económica.

La agricultura, la ganadería, la industria, el turismo, las tecnologías o los servicios pagan los mismos impuestos o más y soportan en igual o mayor proporción que la megaminería sus propios costos de explotación; además, se sostienen en el tiempo, no agotan bienes en tan alta proporción ni están casi absolutamente extranjerizados.

Miles de mujeres y hombres, la mayoría jóvenes y hasta niños, se manifiestan regularmente y cada vez más en Río Negro y en diversos sitios de nuestro país contra la megaminería, pensando el futuro, ejerciendo la autodefensa y defendiendo también a sus conciudadanos aunque éstos desconozcan sus esfuerzos.

No tendrán los conocimientos técnicos de los ingenieros de minas, pero sí la intuición que mueve a los pueblos para luchar por el interés común, por los derechos, los recursos y los bienes naturales que debemos transmitir a las generaciones futuras sin menoscabos innecesarios que sólo favorecen el interés ajeno y la codicia del capital transnacional.

(1) "15 mitos y realidades de la minería transnacional en la Argentina"; Colectivo Voces de Alerta, Editorial El Colectivo, Argentina, 2011

(2) http://belenresiste.blogspot.com/2006/03/entrevista-al-ingeniero-hector-nieva.html

Tronelli y los Arlequines del Rey

ADN

Por Claudio Lueiro - Legislador

Leyendo su opinión en un medio periodístico el viernes pasado, no puedo dejar de lamentarme al ver que los gobiernos van justamente en contra de la dirección que la ciudadanía espera. Si bien su paso por la Secretaría de Minería ha durado unas pocas horas, refleja seguramente el pensar de gran parte del actual Gobierno.

Desde que voté la Ley Anticianuro en la Legislatura en el año 2005, nada ocurrió en el mundo que me hiciera cambiar de opinión: Todo lo contrario.

Quizás usted no ha entendido que aquí no se plantea la dicotomía Minería Sí - Minería No. La ciudadanía no está en contra de la Minería, la ciudadanía está en contra de la Minería a Cielo Abierto con uso de Cianuro. Y no hay duda que para apropiarse de rápidas y suculentas ganancias, las empresas mineras no se resignan a cambiar el método, aunque existan otros de menor escala, que también permiten la extracción de oro sin uso de cianuro. Si algo está claro, es que dicha actividad, estuvo y estará regida por el criterio de la máxima rentabilidad económica, más allá de los daños ambientales que ocasione.

Leyendo sus reflexiones, imagino su fabulosa biblioteca repleta de libros de minería, pero desprovista de libros de historia y artículos periodísticos, debido a que ignora lo que ha venido ocurriendo en el mundo (mal llamado “civilizado”) con el uso del cianuro, y que tampoco ha tomado conocimiento de accidentes ocurridos de consecuencias irreversibles, como el caso de Rumania hace pocos años, donde una falla envenenó las fuentes de agua potable de más de 2 millones de personas en Hungría.

O quizás lo sabe, y por eso, en textuales cinco palabras, usted dice “existe la posibilidad de contaminación”. Y con eso es suficiente. Si con su experiencia, reconoce, que “existe la posibilidad de contaminación” no hay nada mas que hablar. La diferencia entre usted y el reclamo gritado a viva voz por la ciudadanía, es que el ciudadano común no quiere exponerse a riesgos, ni a sí mismo ni a las generaciones futuras.

Pero por sus palabras, está claro que no lo entiende. Porque con su tono, Ingeniero, no sólo pareciera no comprender. Pareciera más bien, compadecerse de la desdicha de los ignorantes, gente sin posibilidad de hacer un análisis razonable del asunto porque no han tenido una formación universitaria en el tema. ¿Cree acaso que las miles de personas que reclaman cada miércoles son tan solo un puñado de románticos trasnochados incapaces de hacer una lectura crítica de la situación?

Muy por el contrario, son personas cansadas de que les vendan buzones y están alertas y concientes de que el Plan Minero, de la mano del Plan Nuclear Argentino, poco interés tiene en el desarrollo de acciones ambientalmente sustentables.

La necedad de los ilustrados es imperdonable. Colegas suyos, en este mismo planeta, no piensan igual que usted, ni en los países pobres ni en los países desarrollados.

Si las almendras contienen cianuro, tal como usted lo ilustra, soy dueño de comerlas o no. Tengo la libertad de optar y decidir mi riesgo. Si el agua de un río trajera cianuro, ya no podría optar. Puedo vivir sin almendras, pero no puedo vivir sin agua.

Pero algo debo reconocerle a usted, Ingeniero Tronelli. En este escenario de Arlequines tratando de satisfacer al Rey (y a la Reina), temerosos de hacer un mal gobierno porque no les manden plata desde arriba, usted desempeña un papel decente. A mi parecer, totalmente equivocado, pero decente, porque está convencido de lo que dice. Eso es rescatable. Equivocado o no, usted tiene una postura que habrá sido la misma, y seguirá siéndola con el paso del tiempo. Otros, en cambio, cambiaron de parecer de la noche a la mañana.

La minería a cielo abierto con uso de Cianuro, tiene consecuencias irremediables. Ignorar la opinión del pueblo, también.

EL ARTÍCULO AL QUE HACEN REFERENCIAS LAS COLUMNAS

PUBLICADO EL 19/03/2012: (Opinión) TRONELLI: NÚCLEOS DE VERDAD COMO BASE DE LAS MENTIRAS

Minería: Núcleos de verdad como base de las mentiras

APP / Río Negro

Por Roberto Tronelli *

El método más eficaz para instalar una mentira en la sociedad no es, precisamente, diciendo mentiras. Es cierto que aquello de: “Miente, miente, que algo quedará” tiene mucha fuerza. Pero la mejor forma de instalar una mentira en cualquier sociedad poco informada, es comenzar –maquiavélicamente - exponiendo verdades parciales y manipularlas adecuadamente, sin ningún tipo de pudor. Y esto está en la base del discurso de los que se muestran contra del desarrollo del sector minero.

1.- Sobre que la megaminería que destruye cerros y modifica el paisaje: Se dice que hay que impedir la gran minería, (o megaminería según los formadores de mitos catastróficos), puesto que destruye todo - el núcleo de verdad es que produce la eliminación de áreas de terreno - La mentira es hacer aparecer que podemos seguir teniendo y disfrutando nuestra cultura y existencia actual, sin hacer las acciones que se realizan en la gran minería. ¿De que otra manera se puede extraer de la tierra los recursos minerales para abastecer las necesidades de una población mundial cercana a los 7.000 millones de habitantes?

Sugiero al lector que se detenga por un minuto en la lectura de este artículo y eche un vistazo a su alrededor, dentro y fuera de su casa. Verá que todo lo que lo rodea es producto de la minería o de los hidrocarburos, salvo la madera y algunos tejidos. No los podríamos tener a esos productos si no se realizaran explotaciones de las magnitudes de hasta 100.000 toneladas por día. ¿Lo pensó? Pero los generadores de ilusiones nos dicen que sin la “megaminería” viviríamos mejor. Y lo dicen sin pudor. Por supuesto que una sociedad podría legítimamente organizarse sin minería pero debería aceptar vivir en chozas y andar a caballo. Pero nosotros, los que pertenecemos a la sociedad actual, ¿optaremos por esa variante? Creo que no. Los que dicen que sí, son unos hipócritas, que siguen usufructuando los beneficios de que exista minería en gran escala para tener, piso, paredes, techos, veredas y calles, vehículos, celulares, computadoras, herramientas, cubiertos y ollas, que son los más obvios. Sin hablar de barcos, trenes, aviones, etc. etc. etc. Tampoco nuestros alimentos existirían sin ellos, fueron sembrados, fertilizados, cosechados, pelados, transportados, procesados, adicionados, filtrados, entubados, almacenados, envasados, calentados, enfriados y servidos, usando productos, máquinas, equipos e instalaciones obtenidos o construidos con minerales que provienen de la explotación minera; Para no perder la perspectiva, recuerdo la necesidad de atender las necesidades de una población cercana a los 7.000 millones, por si a alguien se le ocurre decir que lo haremos con un huerto en nuestra casa.

2.- La Minería contamina: Se repite incansablemente que la minería contamina agua, suelo y aire - el núcleo de verdad es que existe la posibilidad de contaminación como en cualquier actividad humana. Se grita: “No a la contaminación”. Y ¿quién puede ser tan necio de creer que contaminar es bueno? Lógicamente que es malo - La mentira es inducir a las personas desinformadas, que las operaciones mineras contaminan sí o sí. Hay que aclarar que la contaminación es probable, pero poco posible en la minería moderna. Además, ésta utiliza una tecnología con resguardo ambiental, que las explotaciones se conducen con planes ambientales, que se diseñan y ejecutan planes de contingencia de riesgos para accidentes y planes de remediación para atender a los mismos en el caso de que ocurran.

Como cualquier actividad humana, la minería contamina si no se siguen los protocolos, o sea la forma de ejecutarse, establecidos para la actividad.

3.- Las mineras usan cianuro en su actividad: Se repite incansablemente el uso del cianuro en minería envenenará a todo y a todos - El núcleo de verdad es que el cianuro, en ciertas dosis, es un veneno - La mentira se instala transmitiendo que todas las explotaciones usan cianuro y que el cianuro en cualquier dosis es un veneno poderoso. En primer lugar no todas las explotaciones mineras usan cianuro. Un ejemplo: la mayor mina de nuestro país, “Bajo de la Alumbrera” en Catamarca, (que produce esencialmente oro, plata y cobre) no usa cianuro en su proceso, a pesar de las mentiras difundidas al respecto. En segundo lugar el cianuro es mortal en dosis elevadas, de lo contrario, la próxima vez que vaya a comer unas almendras y huela ese aroma “a almendra”, frénese, piénselo, pues está por ingerir cianuro y ese aroma es el que justamente proviene de la existencia de cianuro en la almendra. Pero no tema, cómala tranquilo, la cantidad de cianuro que contiene no afectará a su salud. Eso es lo que se hace en los procesos mineros, se tratan a las soluciones con cianuro de manera de ir destruyendo la cantidad de cianuro que contienen, a los efectos de llevarlos a cantidades compatibles con el ambiente, para no contaminarlo y no envenenar a nadie.

4.- Sobre el los dichos sobre el gran consumo del agua: Se pregona que los denominados (para asustar con monstruos) megaproyectos mineros, consumen mucha cantidad de agua - el núcleo de verdad es que utiliza agua -. La mentira es la de hacer parecer que con el adjetivo “gran” los proyectos mineros son, entre todas las actividades humanas, los mayores usuarios de agua. Y eso es mentira, puesto que tomando los casos reales de San Juan, vemos que del un uso total de agua en la provincia que es de 181.249 l/s (litros por segundo), corresponde al riego agrícola la cantidad de 166.604 l/s, o sea que la agricultura en San Juan consume el 91,92% del agua, y la minería, para los tres “megaproyectos” en funcionamiento y otros dos proyectos avanzados tiene derechos de uso de agua por 1.746 l/s o sea que utiliza el 0,96%. Si, leyó bien y yo no escribí mal. Del total del agua usada en la provincia de San Juan, la minería no llega a usar el 1%. Esto no es una anomalía; en el Perú, con una minería mucho más desarrollada, emplea solo el 2% del agua total utilizada por la actividad humana en ese país.

Amigo lector: ¿Le queda alguna duda que la “gran cantidad de agua” que significan los 1.746 l/s, es una cifra ridícula si la comparamos con los 166.604 l/s de la agricultura?

Por otra parte les quiero aclarar que la minería no consume agua, o sea, no la incorpora a sus productos, por lo tanto no la gasta, lo que hace es usar agua en sus procesos industriales. Esa agua es reciclada, reutilizada o entregada al medio ambiente al evaporarse. Entonces tenemos que decir con todas las letras que el agua que se utiliza en los procesos mineros y vuelve al ambiente no está contaminada. Vuelve en estado puro puesto que lo hace por evaporación; hasta los más niños ven el ciclo del agua en la escuela, Entonces esto ¿qué es? ¿ignorancia o maledicencia?

5.- Sobre las ganancias de las empresas: Se dice que las empresas extranjeras se llevan las riquezas afuera - el núcleo de verdad es que se llevan ganancias afuera - La mentira es hacer aparecer, mediante unas cuentas rápidas sobre la producción por el precio de los metales, una facturación elevadísima y mostrar como si las empresas embolsaran y se llevaran esas cifras a sus casas matrices. Hasta el más neófito tendría que saber que de la facturación ingresa el dinero que dispondrá la empresa para paga impuestos, los costos de producción y lo que remane son sus ganancias netas reales. Pongamos esta realidad en números. El destino del dinero obtenido de lo facturado se destina: el 50% al pago de impuestos (Ganancias, Regalías, Retenciones a la exportación, Seguridad social, IVA), del 35 al 38% a pagar costos de producción y la rentabilidad de la empresa o sea la ganancia de la empresa es del 12 al 15%. Leyó bien, eso es lo que se lleva la empresa, del 12 al 15%, no el valor total de la facturación. Como todo esto lo sabe cualquier persona un poco enterada sobre el manejo de un negocio, la mentira impacta sobre las personas poco informadas y éstas se indignan por lo que pareciera un despojo que estaríamos sufriendo los argentinos.

¿Que se podría obtener algún beneficio más?: Si, se podría, pero sin matar a la gallina de los huevos de oro. Por otra parte tenemos que la tajada más grande la recibe la Nación y no las provincias productoras o los municipios cercanos a los proyectos; eso debería revisarse.

6.- Ataques a las personas: Y se siguen usando núcleos de verdad para imponer ideas o atacar arteramente para librarse de contrincantes lo suficientemente consistentes que puedan confrontar exitosamente con sus prédicas terroristas antimineras, como en mi caso, autor de esta nota. Cuando me nombraron Secretario de Minería de la Provincia de Río Negro, más de un político y “ambientalista” se preocupó. Entonces sacaron a relucir tres núcleos de verdad: el primero que había continuado al frente de la Dirección General de Minería e Hidrogeología de la Provincia, durante el período del último gobierno militar - hace 35 años atrás – el segundo que un caso así estaba contemplado en la Constitución y que impedía que pudiese ser funcionario público y el tercero que había trabajado para empresas mineras.

Con relación a mi continuidad en el trabajo durante el gobierno militar, olvidaron citar que empecé a trabajar en el organismo en el año 1971 como personal de planta. Así llegué a ser Jefe del Área Minería del recordado y hoy desaparecido ITMAS Los Alamos, en San Antonio Oeste, ése órgano técnico de la Dirección General, que adquirió fama nacional y que luego en el año 1975 el gobierno de Dn. Mario Franco me nombró en el cargo de Director General. Cuando el golpe de Estado, y habiendo presentado mi renuncia, se me pidió permanecer trabajando en el puesto de esa repartición pública de carácter técnico como ciento de empleados públicos que siguieron trabajando en sus puestos. No me nombró el gobierno militar, no me trajo ex profeso de ninguna parte como hombre de confianza, como quieren hacer aparecer algunos personajes. Al llegar el gobierno democrático del Dr. Álvarez Guerrero, presenté la renuncia, volví a planta y asumí como miembro del Consejo Consultivo de la Dirección General de Minería. No me echaron como dijeron algunos maldicientes, sino que asumí en el puesto relevante, de Consejero. A los pocos meses me llamaron a participar del gobierno del Dr. Raúl Alfonsín, donde desempeñé el cargo de Director de Promoción Minera de la Nación. Fue durante todo el período de su gobierno.

Si hubiese tenido que ver, mínimamente, con el accionar del gobierno militar, ¿alguien podría creer que se me hubiese tratado de la manera que me trataron los gobiernos democráticos?

Soy un profesional de la minería. Tengo una experiencia de 45 años dedicados a que nuestro país pueda incorporar esa actividad como fuente de recursos para un mejor bienestar de todos, y lógicamente aparezco como un adversario de nota para los antimineros o políticos oportunistas, al que hay que eliminar por cualquier medio sin importar el buen nombre y honor de las personas.

La segunda falacia, como ya cité, es el tema constitucional. El Artículo 7º dice en el último párrafo: “Las personas que ejercieren funciones de responsabilidad o asesoramiento político en los poderes de la Nación, de las provincias o de los municipios, en gobiernos no constitucionales, quedan inhabilitados a perpetuidad para ocupar cargos públicos, en la provincia o en sus municipios.” Si lo dice, pero no aclaran que lo dispuesto se refiere a lo que se suceda a partir de la vigencia de la reforma de la Constitución, y que es a partir del año 1988. Puesto que el “ejercieren” del artículo 7º es gramaticalmente tercera persona del plural Futuro Simple, modo Subjuntivo del verbo "ejercer", o sea acciones futuras y no pasadas. Salvo que fueran flojos en gramática, así mintieron algunos personajes. ¡¿Qué se dijeron a si mismos?!: Este hombre conoce, es peligroso para nuestros intereses sectoriales, lancemos una mentira manipulando una verdad y la mentira tomará más cuerpo.

Hacer estas cosas no habla, precisamente, de la nobleza de sus actores. Renuncié apenas salieron las maledicencias para no exponer al gobierno. Mi renuncia al Gobernador dice literalmente que la presento por: “…razones de índole personal relacionadas a no entorpecer su gestión, que la vislumbro de gran importancia para el pueblo de nuestra provincia de Río Negro…” y para resguardar mi honorabilidad labrada a lo largo de mi vida. Hace 36 años que vivo en Viedma y camino por las calles sin ningún problema y con aceptación social. Eso no lo ignoran los maldicientes, pero no les importa ensuciar a una persona si pueden lograr su cometido.

La tercera verdad es que había trabajado para empresas mineras y algunas de ellas internacionales. Este hecho lo quisieron convertir en un pecado para lanzar un ataque artero contra mi persona. Si es una verdad, pero yo les pregunto amigos lectores, ¿en que sector de las actividades humanas trabajaría un Ingeniero de Minas? Cualquier bien pensante diría, en la actividad minera, por lógica. Pero no, se quiere hacer aparecer que eso no era lo que correspondía a la profesión, sino que el nombrado Secretario de Minería no debería haber tenido ese antecedente laboral. Me pregunto, ¿habrá pensado que un Ingeniero de Minas debía haberse dedicado a la agricultura o a la ganadería y nunca a la minería? ¡Es una aberración! Y sembrar esas ideas desequilibradas es una afrenta a la inteligencia de los lectores. Frente a cada rama del gobierno deberían existir preferentemente funcionarios idóneos sobre el sector, ¡¿o no!?

Con relación al tema de la minería, debemos reconocer que el desconocimiento en la sociedad es elevadísimo y por ello, el Estado, debería incluir dentro de los planes de estudio de las escuelas primarias y secundarias, temas sobre minería. La importancia de los minerales para su vida actual y su relación con el ambiente, ilustrando primero a los docentes y luego estos a los alumnos, para que, tanto unos como otros, antes de manifestarse en contra o apoyar a la actividad minera tengan elementos para hacerlo. De la misma forma debe realizar una difusión del tema en la comunidad en general.

Para terminar, la ética, ¡qué tal! Hermosa palabra para declamarla, pero que se viola fácilmente en la práctica por intereses mezquinos, avasallando permanentemente sus códigos ancestrales. (APP)



* Ingeniero de Minas. Es Delegado del Colegio Argentino de Ingenieros de Minas en la Provincia de Río Negro. En la Provincia de Río Negro: Ex Director General de Minería e Hidrogeología; Ex miembro del Consejo Consultivo de la Dirección General de Minería e Hidrogeología; Ex Secretario de Minería. En el Gobierno Nacional: Ex Director de Promoción Minera de la Nación. Consultor Minero y Ambiental independiente desde 1990 a la fecha.


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