PRECIOS INCIERTOS PARA EL FUTURO
La Nación, Buenos Aires
Discusiones en el Gobierno por la nueva electricidad
En los últimos días, los operadores eléctricos argentinos se entusiasmaron con una posibilidad consignada en una resolución de la
Secretaría de Energía: el Gobierno planea un sistema mediante el cual toda la electricidad nueva producida en la Argentina tendría un nuevo precio. Es decir, un valor que estimule las inversiones, bastante más alto del actual.
Es una resolución que descansa hace dos meses en un cajón de la dependencia del Ministerio de Planificación Federal. La idea, impulsada por el secretario de Energía,
Daniel Cameron, incluye a cualquier nuevo megavatio que entre en el sistema argentino, que se vendería entonces con otro precio. Pero el presidente
Néstor Kirchner, hasta ahora, no lo consideró viable y la resolución aún no se publicó.
Resultado: los precios de la nueva energía son inciertos para el futuro. "El precio será el que Dios quiera y el que ellos quieran", se resignó, consultado por LA NACION, un ejecutivo del sector eléctrico.
No fue la única medida que tuvo problemas antes de nacer. También provocó discusiones la resolución mediante la cual se aplica un esquema de incentivos para aquellas empresas de cualquier sector que tengan instalados equipos de generación propios y decidan producir electricidad para todo el sistema.
No es la primera vez que una iniciativa del secretario de Energía choca contra lo que en la Casa Rosada llaman viabilidad política.
Cameron, un hombre de una relación cercana con Kirchner, ha amagado en más de una oportunidad con abandonar el Gobierno por culpa de esa dialéctica entre lo que él considera viable desde el punto de vista técnico y el impacto mediático indeseable para el ala política.
No hay nada peor para un Gobierno que hace de la imagen en la opinión pública casi una política de Estado que ver tapas de diarios que consignen aumentos de tarifas. Hace tres meses, la repercusión mediática que tuvo un alza de tarifas de gas domiciliario que ya estaba publicado en el Boletín Oficial llevó al Gobierno a anular la medida.
Los dichos y los hechos
En las empresas juzgan a Cameron como un técnico que conoce el sector. "El tiene cierto pensamiento ideológico racional -contó a LA NACION un ejecutivo de la industria-. Pero también es verdad que está sentado hace tres años en medio de una irracionalidad. En realidad, termina siendo racional solamente cuando habla."
Mientras tanto, el Gobierno debe apurar la construcción de las centrales eléctricas de ciclo combinado en Campana, provincia de Buenos Aires, y en Timbúes, Santa Fe, a un costo de 800 millones de dólares.
Hay cuatro empresas que presentaron ofertas para su construcción: la alemana Siemens, la francesa Alstom, la japonesa Mitsubishi y la norteamericana General Electric, finalmente descartada por haber presentado la propuesta fuera del límite del plazo.
La iniciativa, cuya adjudicación se conocerá en los próximos 30 días, busca incrementar la oferta de energía en momentos en que el sistema trabaja al límite de su capacidad.
La proyección oficial es que la primera parte de las usinas, el ciclo abierto, esté lista en marzo de 2008. La parte restante, el ciclo combinado, podría estar finalizada para septiembre de ese mismo año.
Hasta ahora, el Gobierno avanzó en la compra de los terrenos en los que se construirán las centrales. Ya hay dos empresas que han sido adjudicadas para diferentes tareas. Una de ellas es Coniseht, especializada en seguridad e higiene del trabajo, que obtuvo la concesión para la prestación de servicios en la construcción de una de las usinas.
La otra es una firma que inició la nivelación del suelo y el mejoramiento de los accesos a los terrenos adquiridos.