Los fondos para invertir en la actividad minera se manejan en un marco de inseguridad financiera que el Estado no está en condiciones de afrontar. En ese vacío, y a pesar de todo, hay algunos pocos que lo hacen y están dispuestos a correr el riesgo.
El dinero público disponible casi siempre va destinado a otras necesidades consideradas más urgentes y, como la inversión en minería es de alto riesgo y se recupera a largo plazo, por lo general mantenemos distancia. Pareciera que el Estado no tiene plata para investigar.
Ciclo ineludible
La minería tiene un ciclo dinámico, cuyo orden no puede obviarse. Prospección, exploración y explotación. El punto es que, de acuerdo con el acento que pongamos en cualquiera de estas actividades, los beneficios para una provincia pueden acotarse drásticamente o maximizarse.
La prospección o investigación es la más importante de las acciones en esta cadena. Antes que todo, hay que conocer dónde están las riquezas y qué tipo de recurso dispone el territorio. Luego, la exploración y explotación son una consecuencia lógica de la primera.
Una hazaña que se comercializa
Por caso San Juan puso a todos los organismos a buscar recursos no solo dentro de su jurisdicción, sino que también ahora investiga para conocer dónde hay recursos en otras provincias. El Estado averigua y, como todos sabemos, una vez que se descubren, se comercializan.
La noticia de los recursos encontrados en Antofagasta de la Sierra (arenas silíceas) con estrecha relación con la industria del petróleo es evidente muestra de que tenemos que tener una mirada investigativa más amplia, cuando pensamos en la potencialidad de
Catamarca.
No se sorprenda si se entera uno de estos días que ingenieros sanjuaninos se encuentran investigando en tierra catamarqueña, desplegando alguna teoría sobre dónde puede haber minerales para, tras descubrirlos, comercializar la hazaña científica. Es un negocio desde el principio.
No sabemos lo que tenemos
Puede que todavía no se vea la importancia. Lo digo de otra forma. Teniendo geólogos e ingenieros recibidos en nuestra provincia y que son catamarqueños, hay especialistas de otras jurisdicciones investigando nuestras riquezas para provecho propio.
¿Qué hacen los geólogos mineros y los ingenieros en minas que tenemos y que se recibieron en la Universidad Nacional de Catamarca (UNCA)? ¿Qué hacen los organismos que tendrían que abocarse exclusivamente a esta tarea?
¿La nueva empresa estatal minera, que fue aprobada en sesiones extraordinarias en la Legislatura provincial, no tiene incluso esta misión de investigar? ¿Qué rol especifico cumple actualmente?
Las reglas del juego
Voy más allá. Nos pasó con el litio, cuando quisimos reaccionar ya estaban todas las áreas otorgadas o tomadas por algún derecho que le asiste a los descubridores, por precisamente haber investigado. Una vez que encontraron el recurso, ya prácticamente está todo dicho. Para ellos y para nosotros.
Como en el caso anterior, se nos anticiparon (o nosotros “lerdeamos”). La cuestión es que tras haber laburado a conciencia para obtener ese tipo de resultado, cantaron, como en el truco, falta envido con “33” y, por circunstancias conocidas, encima son “mano” ¡aun teniendo nosotros el “as de aspada”!. Son las reglas del juego.
¿No se entiende? Voy con otro ejemplo.
Pomán, otra veta
Para conocimiento de todos, en el departamento Pomán existe un afloramiento a la par del cerro, que llega hasta las profundidades del Salar de Pipanaco. Se trata de un banco carbonífero.
Pomán es otra veta de investigación. Abramos los ojos. Por algo la cercanía de la termas de Santa Teresita. Lo importante es que en la Cuenca de Pipanaco habría carbón, y que el futuro de ese proyecto puede tener que ver con nosotros.
Si bien esto no quiere decir que efectivamente contemos con ese recurso, que a partir de la introducción de caños se puede obtener gas, al menos debemos tener certeza. Y eso se logra explorando. ¿Y cómo saber si es rentable e ir más allá con este proyecto? Indagando a fondo esa veta.
Piedra bajo tratamiento
Por otra parte y hablando de posibilidades, la rodocrosita pertenece a la minería económica, porque no requiere alta tecnología para ser extraída. El único problema con esa piedra preciosa es que nunca supimos cómo comercializarla, y muchos menos ser transparentes.
¿Tenemos lo fundamental que es el recurso pero nos falta, lucidez y capacidad para administrarla? Tal cual. La rodocrosita debiera ser uno de los puntales del departamento Andalgalá, y no lo es.
La piedra padece la endemia de la desorganización. Circula casi al azar, y, lo que es peor, bajo sospecha de corrupción. Aunque el tema está en manos de la Justicia, los problemas de fondos todavía no han sido superados.
Estamos perdiendo plata
Sabemos que Catamarca es rica en minerales. Estamos seguros de que hay recursos de todo tipo. Lo que no conocemos es dónde están específicamente, qué podría sernos útil y en qué cantidad existe.
En síntesis. Lo que no nosotros no hagamos, otros lo va a hacer. El Estado no solo va a ganar dinero con esos recursos, sino que también tiene que trabajar. Es más, pierde plata (perdemos) si no se pone inmediatamente a investigar lo que tiene para explotar en beneficio de la gente.