Este panorama alentador ha sido confirmado en Nueva York por el presidente del Banco Central de Reserva, Julio Velarde, quien afirmó que 2015 y 2016 serán "años excepcionales" para la economía peruana debido al potencial minero del país, y que incluso se prevé llegar a dos dígitos de crecimiento.
En detalle, explicó que la proyección es que en 2013 se registre un crecimiento del PBI similar a 2012 y en 2014 se llegue a 6.3 por ciento por los proyectos mineros, y anotó que esta tendencia continuará incrementándose hasta 2016.
En tal sentido, el BCR considera que 2013 será el año de los proyectos mineros que están encaminados y que habrá un crecimiento "fuerte" en el sector de la minería.
El titular del BCR dio a conocer estas proyecciones al exponer en el 5th Peru Investment Forum, en Nueva York, Estados Unidos, al cual asisten empresarios de primer nivel del mundo.
En nuestro país, tanto el ente emisor como los expertos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) suelen ser muy cautos al formular estimados y pronósticos sobre el comportamiento de la macroeconomía, las tasas de crecimiento y las inversiones, pero en los últimos meses los resultados han estado por encima de lo proyectado oficialmente.
En lo referente al incremento constante de las inversiones mineras existen informes sobre el fuerte dinamismo de la solicitud de petitorios por parte de las empresas interesadas.
La mayor solicitante de denuncios mineros, con 150 petitorios (de enero a setiembre), es la empresa extractiva Sesuveca del Perú, seguida por la anglo-australiana BHP Billiton Exploration, con 137 solicitudes aprobadas. Le sigue la Compañía de Minas Buenaventura, en tercer lugar, con 95 denuncios.
Las solicitudes de denuncios mineros por parte de las empresas chinas también se han incrementado en los últimos meses, mientras que compañías extractoras de cobre que ya están operando tienen como meta aumentar su producción en más del 50 por ciento que en 2011, lo cual nos permitiría elevar nuestra competitividad frente a Chile.
Este extraordinario incremento de la inversión minera se produce en una coyuntura de incertidumbre que amenaza a las economías de países desarrollados.
Por otra parte, avala la trascendencia de la nueva minería con responsabilidad social y ambiental que impulsa el Gobierno.