El litio es la oportunidad de hacer las cosas de una manera distinta o practicar una nueva política minera. De hecho, la noticia de la instalación de una fábrica de baterías en Catamarca con este recurso es un paso importante, y un punto de partida para hacer “otra minería”.
Nos cuesta entender lo determinante que puede ser el litio para el futuro de los catamarqueños. Sin embargo, tener un recurso estratégico predestinado a conquistar el planeta no significa que tendremos el buen pasar asegurado. No se confunda.
Sin duda plantearnos el desarrollo sacando los minerales con valor agregado es distinto a exportarlos sin tratamiento alguno. Pero el planteo, a los ciudadanos en generales y la clase política en particular, en este caso va un poco más allá.
Poner el acento en otro lado
Estamos de acuerdo en que no podemos regalar un mineral que será crucial en las próximas décadas. A esta altura, ya tenemos en claro que ser ricos en recursos naturales no es suficiente para desarrollarnos. Entonces, no podemos darnos el lujo de entregar el litio así como así.
Necesitamos concentrarnos en el capital humano con el que cuenta la provincia, que es el que puede darle no solo valor agregado a nuestras riquezas naturales, sino también innovar para posicionar estos productos en el mercado internacional.
De manera que si bien nuestro tránsito va asociado a minerales, el desarrollo seguro pasa por los recursos humanos y su capacidad de imaginar el futuro desde la ciencia y la técnica. Sea primero, asociándonos con los que saben recrear y/o evolucionar, o experimentando nosotros mismos cómo inventar o re-inventarnos.
Hecho en casa
Al concentrarnos solo en las regalías nos enfocamos mal en la temática minera, porque no estamos aprovechando todo lo que tenemos (recursos mineros y humanos), en tanto que, por esto mismo, garantizamos el fracaso de las gestiones y acciones posteriores.
Tenemos que atender y consultar a los profesionales y técnicos porque los minerales están. En este sentido, la preeminencia de la UNCA o el CONICET para buscar “exportar tecnología de origen” es concluyente a la hora de concebir un nuevo modelo de desarrollo provincial.
Nos encanta hacer diagnósticos. No obstante, quedarse en el análisis crítico (aunque sea interdisciplinario) no le alcanza a la sociedad para superar sus problemas. El aporte que falta únicamente puede venir de las instituciones científicas y técnicas. ¿Dónde están? ¿Qué están haciendo?
Negocio de acuerdo con nuestra realidad
Partimos del hecho de que los recursos naturales que queremos utilizar racionalmente son nuestros (el agua y el litio). De todas formas, la ventaja con el negocio en cuestión y que discutimos es que podemos manejar los tiempos. No hay apuro.
La mayor demanda de litio será en el futuro. Por eso es un recurso estratégico, porque vendrá a suplantar a otras fuentes de energía. No regalemos el mineral. Es factible caer en la fácil, pero no lo hagamos. Las negociaciones tienen que salir de acuerdo con nuestra realidad.
Los bemoles del litio llevan a que nos hagamos una serie de preguntas. Contando con el mineral aquí ¿Qué nos falta? ¿Qué es lo que los países desarrollados exploraron en realidad? ¿Los recursos naturales o el capital humano?
Cerrar el circuito y hacer escuela
De esta manera, si al litio lo encontramos en Antofagasta de la Sierra (Catamarca), tengamos cuidado en no caer exclusivamente en el problema limítrofe con Salta y nos agote el pensamiento minero. Es importante mantener el reclamo político y judicial por la propiedad, pero no termina todo allí.
Mientras la Justicia define la disputa geográfica, la cuestión es que lo irresuelto no tiene tanta relación directa con el mineral (que lo tenemos), sino con los recursos humanos (no desplegados), que deberían provocar la transformación del litio (o mineral que sea).
En este sentido, juntarnos con inversionistas para desarrollar productos tecnológicos es una de las alternativas si no sabemos por dónde empezar. Nosotros ponemos el mineral y ellos el conocimiento. Mientras, podemos hacer escuela y aprender. Pero algún día tendremos que despegar solos.
Jugar más fuerte
Que quede claro que estamos hablando de un producto terminado en Catamarca, con minerales, innovación e inspiración catamarqueña y mano de obra local. Si tenemos todo, no veo por qué no podemos empezar y terminar la hazaña en su lugar de origen.
¿Es mucho pedir? No crea, si otros países pudieron hacerlo sin tener el mineral base de sus inventos y productos derivados ¿Por qué no los vamos a poder hacer nosotros, si tenemos las dos cosas: minerales y profesionales recibidos en ésta y otras provincias?
Reconozco que es un desafío al que no estamos acostumbrados. No creo que desarrollar y vender tecnología al mundo sea fácil. Pero ¿cómo vamos a saberlo si ni siquiera lo hemos intentado?
Seamos serios si queremos progreso
Durante años, nadie le dio importancia al litio. En este sentido, las regalías pueden llegar a ser un ingreso paupérrimo desde el punto de vista de estos nuevos objetivos. Estas fantasías suelen ser más costosas, porque generan expectativas imposibles de cumplir. No mintamos más a la gente y no nos engañemos más nosotros mismos.
Estamos a tiempo de trazar nuestra estrategia y jugarnos a fondo por lo que creemos. Es uno de los tantos caminos a elegir. Un sacrificio que debe hacerse en el presente, conscientes de que puede darnos grandes resultados mañana.
No es lo mismo exportar el litio en crudo que ofrecer un producto elaborado con este mineral. Vender tecnología con el que nos conozcan en el mundo es una pretensión de otro nivel. Fundamentalmente, implica pensar de otra manera. Si queremos progreso de verdad, hay que ponerse a laburar en serio.