Patricia Chacón - El litio es un recurso valioso y constituye una verdadera oportunidad de oro para Bolivia, en la medida en que podría proyectar al país como una potencia de talla mundial. Con la cantidad de recursos identificados de litio en el salar de Uyuni, se puede asumir que sólo Bolivia podría facilitar la transición de la industria automotriz de la combustión interna a la propulsión eléctrica, afirmó el analista económico, Juan Carlos Zuleta, en una conferencia magistral sobre litio organizado por el Observatorio Boliviano de Recursos Naturales en Cochabamba.
Zuleta explicó que para que esta proyección suceda, lo que se requiere no sólo es una ilimitada oferta de litio, sino que además se requiere contar con la tecnología necesaria para que los costos de producción sean lo suficientemente bajos para introducir grandes cantidades de litio al mercado.
Según la investigación realizada por Zuleta, el litio podría facilitar la transición a la propulsión eléctrica, pero no es esta la única aplicación del litio, en su estudio detallan al menos unas 20 aplicaciones adicionales del litio, todas ellas muy importantes desde fusión nuclear hasta productos farmacéuticos de muy alto nivel, pasando por una serie de aplicaciones industriales.
Entonces, Zuleta volvió a recalcar que el país está perdiendo una oportunidad de oro, porque el mercado no espera, y eso lo demostró una de las empresas automotrices más innovadoras en el mercado, como es Hyundai, que pretende lanzar el próximo mes de diciembre 1.000 vehículos eléctricos con pilas de combustible basadas en hidrógeno, que es una especie de alternativa energética al litio, entonces se puede ver que se han empezado a encontrar sustitutos del litio aún antes que aparezca el “boom”.
En Bolivia
“El mercado no duerme y nosotros estamos muy cruzados de brazos, parece que no nos interesa progresar y convertir al país en una potencia de talla mundial, este es el reto mayor que el Gobierno tiene en frente, esto es mucho más importante que el gas natural”, puntualizó Zuleta.
Según el economista, la explotación del litio en el Salar de Uyuni será viable en la medida en que esta explotación sea de carácter integral, incluyendo todos los demás elementos y minerales que existen en las salmueras del Salar, por eso Zuleta ha denominado a esas salmueras como un recurso con un valor intangible en la medida que contiene más de 35 elementos. “La primera aproximación que yo me atreví hacer el año 2007, se refiere a que tendríamos $us 512 mil millones sólo en litio y si a eso sumamos el valor de los otros recursos y una actualización de precios a la actualidad estaríamos hablando de una riqueza inconmensurable”, añadió el experto.
Obstáculos
Para Zuleta el mayor obstáculo que existe para hacer realidad esta oportunidad de oro para Bolivia es voluntad política, y explicó que a lo largo de los últimos cuatro años, desde la decisión del Gobierno de lanzar el proyecto piloto en mayo de 2008, lo que se ha visto es un proyecto esencialmente fallido.
Según los datos que se mostró en la exposición, el Gobierno en el momento de lanzar el proyecto habló de producir 40 toneladas métricas mensuales de carbonato de litio y 150 toneladas métricas mensuales compuestos de cloruro de potasio. Tardaron un año y medio en darse cuenta que esta diferencia entre potasio y litio estaba equivocada, todos los estudios más reconocidos con los que se cuenta muestran que la proporcionalidad de recursos de litio en relación con potasio es de 1 a 25, de tal forma que después de más de un año y medio tuvieron que rectificar su error. Como los responsables del proyecto piloto, no actuaron de la manera que correspondía, decidieron llamar a esa factoría, una planta semi industrial.
Actualmente estamos ante una mala ejecución de un proyecto estratégico para el pueblo de Bolivia, en las investigaciones que tiene Zuleta encontró que Bolivia sigue siendo un país con una economía esencialmente extractivista, de acuerdo a los últimos datos que las exportaciones de minerales e hidrocarburos suman alrededor de tres cuartos de las exportaciones totales dejando un 25% para que se repartan agricultura y manufacturas. Entonces lo que se requiere es un cambio radical de política, el litio puede ser una parte importante de ese cambio de visión porque no sólo un metal estratégico para Bolivia, sino para el mundo.