EL PARIENTE DE COBOS QUE FUE CRÍTICO Y AHORA ES ASESOR
Los Andes, Mendoza
“Soy concuñado del Gobernador y soy padrino de los hijos del Gobernador”, afirma y abre los ojos para transmitir convicción el pariente de Julio Cobos que hoy ocupa una oficina del Ministerio de Seguridad.
Carlos César Aruani es esposo de una de las dos hermanas de Cristina Cerutti, primera dama mendocina. Desde julio pasado este hombre gesticulador es asesor y jura que su vínculo filial con Cobos no es el motivo por el cual fue contratado por el ministro Miguel Bondino.
Se autodefine como un “patriota honesto” y ostenta en su solapa, como veterano de guerra y marino, un pequeño prendedor con la silueta de las Islas Malvinas.
Con el mismo tono pero sin dar muchos detalles, el militar retirado de 56 años remarca que se fue de la Armada en 1984 “con una mano atrás y otra adelante” porque se peleó con la cúpula de la fuerza ya que no tolera el “latrocinio” (robo).
El 9 noviembre pasado se hizo notar a los gritos en una asamblea de vecinos de la Quinta Sección que protestaron por la inseguridad en el Tiro Federal reaccionando al asesinato de Susana Cruz de Rubino.
Las crónicas de los diarios remarcaron que aquella tarde Aruani reclamó el regreso de la Escuela de Policía y la desaparición del Instituto de Seguridad Pública, y les entregó un petitorio en mano a los senadores Daniel Cassia (PJ) y José Alvarez (PD) de la Comisión Bicameral de Seguridad. Fue un claro mensaje antirreformista aunque ahora diga que en su rol de capacitador trata de profundizar la impronta reformadora.
Cassia recordó ayer ese episodio y señaló que en ese escrito que recibió de Aruani se encontraba un proyecto de capacitación para los policías. De paso remarcó que quiere saber qué hace Aruani en el Gobierno.
Este es el argumento del infante de marina para justificar su mutación de vecino reclamante a funcionario con un sueldo de 2 mil pesos: “Hay policías que trabajan 24 horas y al otro día tienen que cubrir un servicio en un banco. Así no están en condiciones de defender a nadie ni de capacitarse. Por eso sigo siendo hipercrítico de la ola delictiva que no se puede resolver. Y sobre la gestión viene todo concatenado. Cuando no se tienen los medios para hacer una buena gestión hay que buscarlos, nunca hablé mal de Gobierno o del ministro”.
Hace unos años, dice Aruani que le propuso este plan a su concuñado el Gobernador. “No puedo porque no quiero nombrar a ningún pariente”, relata Aruani que le respondió Cobos. Entonces, asegura, que le ofreció el proyecto para que lo aplicara otro funcionario.
Lo cierto es que hoy Aruani aparece como un virtual director del sector de capacitación policial, aunque garantice que en diciembre se termina su relación estatal. Hace dos semanas, durante la alocución ante los policías egresados del primer curso organizado por Aruani, Bondino advirtió que en 2007 creará la Dirección de Capacitación. Tácitamente quedó claro que Aruani será el titular de ese organismo oficial, secundado por el polémico comisario Gabriel Melaj, un bendecido de Aruani.
“Hay que aumentarle el nivel de conocimiento a los policías, con la instrucción y el adiestramiento en el terreno vamos a tener una mejor policía y por ende vamos a tener una mejor seguridad”, preconiza.
El hombre gesticula y se atropella las palabras para explicar su razones para estar donde está. “Me crié en los cuarteles de la Policía y me da vergüenza ver a los policías cómo los tratan”, proclama. Es hijo del oficial Elías Aruani Chalar ya fallecido que fue “director de estadísticas de la seccional Séptima”. Es hermano de Elías, que fue “custodio permanente de los gobernadores hasta en la época de la dictadura”.