Por Jesus Angel Santos, Administrador de Sistemas de Telefonía para Sudamérica de Barrick
Mi historia con las mineras, comienza cuando dejé mi pueblo Palpalá, en el norte de Argentina, para ir a estudiar Ingeniería en Minas a San Juan. Con el apoyo de mis padres pude vivir una de las mejores etapas de mi vida y aprender de las herramientas necesarias para trabajar.
Siento que soy una persona muy afortunada, que ha aprovechado cada oportunidad para innovar y crecer. Fue así como en 1999, gracias a mis conocimientos relacionados a la informática, llegó la propuesta para incorporarme a la Minera Barrick como analista de IT. En poco tiempo, me topé con un gran desafío: me encomendaron la misión de instalar las comunicaciones de la mina Veladero, a casi 4.000 metros de altura; algo inédito, pero que logré cumplir con gran éxito.
Creo que lo mejor que encontré en Barrick fueron dos cosas: el equipo maravilloso de trabajo y las posibilidades que me brindaron para capacitarme, aprender cosas nuevas y crecer. Por el momento, mis propósitos son hacer en Pascua-Lama un trabajo que supere al enorme desarrollo que pude realizar en Veladero.
Hoy, a mis 45 años, confieso sentirme en Barrick como en mi hogar. Me han tentado para irme, pero no me imagino en otra empresa, principalmente porque acá tengo dos familias: una es la de IT, y la otra es con mi esposa y mis dos nenas, Candela y María Luz, que son mi vida.
Sin lugar a dudas, mi aprendizaje en estos 13 años ha estado marcado con lo que Barrick me ha enseñado, por lo que creo que mi desarrollo personal y profesional siempre se va a retribuir con un buen trabajo y perseverancia.