Las comunas rurales de Gastre y Gan Gan –en el norte de la meseta chubutense– fueron tomadas por vecinos que eran empleados directos o indirectos de Minera Argenta, la subsidiaria de Pan American Silver que opera el yacimiento Navidad, luego de que la misma procediera a reducir su personal, ante la postergación sin fecha del tratamiento del marco regulatorio para la minería que impulsaba el gobierno de Martín Buzzi, que fuera dejado de lado en diciembre para aprobar solamente el capítulo petrolero.
Las reacciones desde el gobierno provincial y las comunas fueron dispares. Mientras que el ministro de Gobierno, Javier Touriñán, acusó directamente a Argenta de provocar la toma de las comunas al achicar drásticamente su planta de personal, y amenazó con quitarles la titularidad de los derechos mineros del importante yacimiento; otros como el titular de la Comuna de Gastre, Rolando Rocco, vehiculizaron los reclamos de los vecinos, trasladando los petitorios al Ejecutivo para que fueran tenidos en cuenta.
La reducción de Argenta
Lo cierto es que Minera Argenta no se retiró de Chubut ni mucho menos abandonó el proyecto Navidad –considerado el yacimiento de plata sin explotar más grande del mundo–, sino que redujo la presencia al mínimo necesario, habida cuenta que ya hacía más de un año que había finalizado todas las tareas de exploración permitidas por la legislación vigente, y no le quedaba más que hacer o invertir hasta tanto hubiera un nuevo marco legal.
En Chubut, durante los últimos tres años, Pan American Silver focalizó todo sus actividades en factibilizar el proyecto Navidad, el que tendrá, en caso de explotarse, un sistema de extracción a cielo abierto, lo que está prohibido por la Ley 5001 vigente. También, mientras esperaba el anunciado cambio de legislación, avanzó hasta donde pudo en la recolección de datos para elaborar el estudio de impacto ambiental.
Desde el momento que Martín Buzzi decidió abordar el tratamiento del marco legislativo, enviando el proyecto a la Legislatura y con los principales miembros de su gabinete recorriendo las localidades para explicar las bondades de la iniciativa y conseguir las adhesiones, la compañía minera decidió mantener su estructura operativa y administrativa, tanto en la Meseta como en Puerto Madryn y Trelew, pese a que ciertos puntos del proyecto oficial complicaban, especialmente desde lo económico, un futuro desarrollo minero de Navidad. Un directivo de la compañía graficó la situación del año finalizado, explicando que “desde principios del año 2012 que terminamos los trabajos exploratorios, y finalizamos los estudios en terreno, nuestro personal de las localidades de Gastre y Gan Gan, solo realizaba actividades de mantenimiento y ordenanza del predio e instalaciones. Durante el mes de diciembre que finalizamos todas nuestras actividades, tuvimos una reunión con el personal al que aclaramos que necesitamos un marco legal que nos permita desarrollar Navidad, es decir pasar a la etapa siguiente de construcción, y si esto no sucedía tendríamos que reacomodar nuestras actividades, que es lo que finalmente pasó”.
“No vamos a abandonar, dejar caer o vender nuestros derechos mineros en Navidad, pero no podemos justificar una estructura de personal indefinidamente y sin saber si algún día se nos permitirá desarrollar el proyecto”, sustuvo otro directivo de la empresa.
Minera Argenta, sin la posibilidad de contar con un presupuesto porque había terminado las tareas de exploración y desarrollo, y ante el desdoblamiento del marco y la falta de definiciones sobre los tiempos que mediarán para un futuro cambio de la legislación, decidió lo que denominó un “reordenamiento de actividades en el Proyecto Navidad”, consistente en cierre de las oficinas de información y consulta en Madryn y Trelew, suspensión de acciones institucionales y procesos de información y consulta, traslado de parte del personal jerárquico a la mina Manantial Espejo, en Santa Cruz, y finalización de los contratos laborales en el proyecto en sí, dejando solo un personal mínimo de mantenimiento y cuidado.
En la Meseta, de los 55 empleados con que contaba Minera Argenta, continúan vinculados solamente 15, y son 40 las que quedaron sin trabajo, a las que se suman los contratistas y proveedores, que puedan ver reducidas o finalizadas sus actividades.
El pasado martes 22, los principales directivos de Pan American Silver Argentina, encabezados por Ricardo Zarandon, se reunieron con los empleados de Gastre y Gan Gan, para explicarles la situación –a la que los vecinos no eran ajenos– y suscribir un acta compromiso, en la que se comprometieron a retomar las actividades y el personal que quedó desvinculado, ni bien un futuro cambio legal permita desarrollar el proyecto minero.
Hibernación
Lo cierto es que hoy no se puede hacer minería en la meseta chubutense, porque la legislación aprobada hace casi diez años, tras la consulta a los vecinos de Esquel, no lo permite.
El gobierno provincial promovió a lo largo de todo el año una ley que iba a posibilitar el desarrollo de Navidad y otros proyectos, pero en diciembre decidió aprobar solo el articulado para la actividad petrolera y dejar la cuestión minera para un futuro tratamiento, que aún no tiene fecha ni se presenta como prioritario, al menos en las últimas manifestaciones oficiosas.
Néstor Hourcade, subsecretario de Asuntos Municipales, reconoció en una nota publicada por el diario La Nación hace más de seis meses, que en la Meseta Central "la disminución de población es inminente, a menos que logremos llevar a cabo planes mineros", y explicó que para evitar el desarraigo de los jóvenes, el gobierno de Buzzi está llevando a cabo adoquinados de pueblos, pero la tarea es ardua: "la sequía y las cenizas fueron una desgracia", dijo y aseguró que para el próximo año la provincia buscaría sancionar un marco regulatorio para la actividad minera.
"La idea es que cada pueblo pueda decidir libremente si la quiere aceptar (a la minería) y de qué quiere vivir. Nosotros vemos el sufrimiento de la gente que vive en estos lugares; sería mucho mejor que dejaran de vivir de subsidios y tuvieran un trabajo que les pague un buen sueldo", afirmó Hourcade, y agregó una frase lapidaria: "la minería es una de las últimas oportunidades, sino son como pobres sentados en un sillón de oro".
No obstante, en Chubut se impuso –al menos por ahora– la visión electoralista o de los sectores más radicalizados en torno al tema minero, por encima de la necesidad de esos pueblos perdidos de la inmensa estepa patagónica, y el gobierno decidió aceptar la propuesta de los intendentes de la denominada línea sur y dividir el proyecto de marco regulatorio para las industrias minera e hidrocarburífera (a lo que durante meses se había negado), para buscar una pronta sanción del capítulo petrolero, dejando a la parte minera en un estudio que muchos imaginan eterno.
Tras la decisión gubernamental, la compañía Pan American Silver Argentina informó oficialmente que “dada la decisión de suspender el tratamiento del proyecto de marco regulatorio para la actividad minera en la provincia del Chubut, ha resuelto reacomodar sus actividades en la provincia hasta tanto se avance con el mencionado marco” (que es lo que ha sucedido ahora), indicando que “mantiene su firme decisión de desarrollar y operar el proyecto Navidad cuando estén dadas las condiciones que así lo permitan”.
En los medios chubutenses se consignó que Pan American Silver cerraba sus oficinas de Puerto Madryn y Trelew y reduciría al mínimo indispensable su dotación, ofreciendo a las personas ya capacitadas, ser absorbidas en la mina Manantial Espejo.
El jefe comunal de Gastre, Rolando Rocco, ya en noviembre habló del problema social que se avecinaba y fue muy claro: “que 70 personas se queden sin trabajo en Gastre es como 2.000 en Rawson, si esto se cumple el pueblo será un desierto, por lo que la única esperanza que tenemos es la minería y nos queda un ramito de esperanza en que se pueda lograr”.
Por más que Touriñán califique a la situación de “un problema laboral” y acuse a Argenta de maniobras para presionar, lo cierto es que el conflicto social se venía venir, fue anunciado y avisado por muchos dirigentes y hasta por los propios funcionarios del gobierno, que durante todo el año recorrieron los caminos de la Meseta anunciando un proceso de desarrollo que hoy es más incierto que nunca.
