Era lógico esperar la judicialización de la nueva reglamentación de regalías mineras. Si desde que nació la ley se les dio a los intendentes plena potestad sobre esos recursos, es obvio que al privarlos de esa facultad, parcial o totalmente, la reacción iba a ser una ¿salida? judicial.
Recordemos que la Justicia en Catamarca nunca se expidió sobre la pésima administración de los fondos de regalías mineras en el nivel municipal y mucho menos en el ámbito provincial. No hay ningún intendente o ex funcionario preso a pesar de las graves denuncias públicas.
Pero en el fondo sigue siendo un planteo político y más bien casero. De administración de la casa, economía básica. Estamos repitiendo lo que ya se considera un clásico. Lo peor es que desandamos la historia sin ni siquiera advertir que “por esta huella ya pasamos”.
Creo que ni el ex gobernador radical, Eduardo Brizuela del Moral (FCyS) se acuerda, pero cuando se elaboró la ley también se discutió lo mismo. Tras una larga resistencia, típica de todos los políticos (la quieran todas), se decidió darle la potestad total a los intendentes.
Esa ley les otorgó a los administradores territoriales el 100 por ciento del manejo de regalías mineras a sabiendas de que la normativa era poco clara sobre el desarrollo sustentable que buscaba la provincia, y nunca más Brizuela tuvo el valor de salvar el vacío legal congénito.
Mi tractorcito no tiene marcha atrás
De manera que si el FCyS o la UCR acompañaban ahora la nueva reglamentación, hubiera sido como contradecirse a sí mismo y reconocer que el FPV está haciendo algo importante que el entonces oficialismo no fue capaz de hacer.
Si bien la potestad dada y luego quitada es el argumento esgrimido, la verdad es que nadie reconoce errores en Catamarca por los costos políticos que eso acarrea, sobre todo si es un año electoral. Léase “El poder económico es el poder político”.
Pero ¿cuáles serían las consecuencias inmediatas? En la práctica, la judicialización implicaría al menos un parate o un ahorro forzoso hasta que se resuelva la constitucionalidad o no de la medida oficial. ¿Cuánto puede llevarle a la Justicia expedirse? ¿6 meses? ¿un año? Esa plata que no se invierte ¿cuál sería el impacto en la comunidad? (¡Con la hambruna que hay!).
No sean ridículos
Al margen de que en materia minera lo verdaderamente determinante es la política macroeconómica de un país, lo cierto es que otra vez estamos enredados en una cuestión más bien domestica, administrativa, de incapacidad local, y por eso queremos llevar el “caso” de regalías a la Justicia. “¿Cómo gastar la plata?”, he aquí el gran interrogante de la clase política catamarqueña a 15 años de explotación de Alumbrera y en su etapa final.
Se supone que con la coparticipación los municipios tienen cubiertos todos los gastos de funcionamiento, sumado a ayudas económicas que vienen desde la Provincia y Nación. Las regalías son una suerte de aporte extra que las comunas no quieren relegar ¡ni locos!, incluidos los intendentes del mismo palo o justicialista. Habría que indagar qué papel jugaron estos últimos en esta nueva comparecencia de la pobre ley a los estrados del Poder Judicial. Por lo bajo, los intereses se juntan, parece.
El antagonismo se despertó porque se entendió que con la nueva reglamentación la provincia definirá proyectos que se ejecutarán con fondos de las comunas (de intendentes radicales o peronistas). A la par de que, si es constitucional o no la medida del FPV, está el hecho político escondido como una serpiente a la sombra de una margarita. Nadie está dispuesto a compartir el mérito y entonces se extreman los planteos. “Gastamos en lo que decís vos o en lo que yo digo”; ¿qué dilema, no? Esta historia del blanco o negro, lo hacen ustedes o lo hacemos nosotros, es casi infantil y hasta ridículo desde el punto de vista de las urgencias sociales.
Tipo raro el político
En vez de todo este trámite innecesario y si queremos todos por igual como catamarqueños cubrir las necesidades del momento y salir de la pobreza estructural ¿no es más fácil ponerse de acuerdo? Nos encanta hacer el camino más largo. ¿Gusto por sufrir y hacer sufrir innecesariamente? ¡Tipo raro el político de estos lares!
Si queremos avanzar en algún sentido tendríamos que buscar “convencer” y ganarnos la confianza otra vez de la gente con trabajo duro. ¡Cómo no acordar pautas comunes con tanta necesidad, sobre todo en el interior provincial!
Era más fácil puntualizar el concepto de desarrollo sustentable. Algo así como “gaste usted en lo que crea conveniente o quiera, pero dentro de esta grilla (anexamos detalle del listado permitido enmarcado en el desarrollo regional de la provincia)”.
Como ustedes no saben manejar los fondos, dejen que nosotros lo administremos porque ¿sabemos? A lo que parecen contestar la herencia “no la podemos gastar conjuntamente con la provincia”. No hay caso, el político se pierde con mucha facilidad.
Larga vida al Papa Francisco
El objetivo sigue siendo elevar la clase obrera para que puedan ser los futuros recursos humanos de Catamarca. En la especialización y la mano de obra calificada está el punto de inflexión, donde se abre un espacio común para todos los que realmente les interesa que esta provincia tenga futuro.
No hay que perder las esperanzas. Así lo expresó en su mensaje el Papa Francisco, que por estos días le devolvió el buen humor y la fe al mundo. El Sumo Pontífice cree en las salidas pacificas. Su historia, de sacrificio y vocación, conmocionó hasta el más apático e indolente. ¿Por qué no confiar entonces que en Catamarca se produzca el milagro de encontrar a las fuerzas políticas de la provincia trabajando en un mismo sentido por la gente? ¡Larga vida al Papa Francisco!
