Proveerá a dos centrales hidroeléctricas
Impsa exportará turbinas y generadores a Brasil, los que serán implementados en dos centrales hidroeléctricas de la compañía Furnas Centrales Eléctricas para ampliar en 341 megavatios el sistema eléctrico del mayor socio del Mercosur.
Los contratos obtenidos por la metalúrgica nacional están valuados en 130 millones de dólares y contemplan la provisión a las centrales hidroeléctricas de Simplicio y Anta, que serán construidas entre los estados de Minas Gerais y Río de Janeiro. Su generación estará dada por tres unidades Francis de 104 MW en Simplicio y 2 unidades Kaplan de 14,4 MW en la otra central.
Las cinco turbinas y generadores serán diseñados y fabricados en el complejo industrial de Mendoza, que dispone del único laboratorio hidráulico de América del Sur. El resto del suministro de equipos será efectuado por medio de la subsidiaria de Impsa en Brasil, Inverall.
Llave en mano
Los convenios establecen para la compañía mendocina "la concepción, diseño, fabricación, transporte, instalación, montaje, supervisiones de montaje, puesta marcha y entrenamiento de los equipos bajo el esquema Water to wire, que supone la responsabilidad llave en mano por la totalidad del suministro electromecánico".
El plazo de ejecución es de 38 meses, aunque la primera máquina comenzará a funcionar en 32 meses.
La compañía lleva realizados varios trabajos en Brasil, donde se estableció a principios de los ochenta. Recientemente inauguró las centrales de Fundão (122 MW) y Santa Clara (122 MW). También proveyó los equipos a las centrales de Funil, Miranda y Pai Joaquim.
La metalúrgica también opera en el mercado brasileño por medio de Ditrack, empresa especializada en la provisión de servicios de control y localización de unidades móviles. A eso se suma la de Impsa Port Systems, división dedicada a la logística portuaria que proveyó las grúas para los puertos Alumar, Paranagua, Santos Sepetiba y Tecón Río Grande.
En la actualidad, la compañía está trabajando en las centrales hidroeléctricas de Bakú (1400 MW) en Malasia, Macagua I (480 MW) en Venezuela y Porce III (688 MW) en Colombia. Además, opera en 40 países y centraliza los trabajos en sus oficinas y centros industriales de la Argentina, Brasil, China, Colombia, Estados Unidos, Filipinas, India, Malasia y Venezuela.
La empresa instalará cinco turbinas llave en mano en dos centrales emplazadas en Río de Janeiro y Minas Gerais. Los equipos serán fabricados en sus talleres en Mendoza.
Dice el texto bíblico que nadie es profeta en su tierra. Esa máxima parece aplicar por estos días a Impsa, la compañía metalúrgica especializada en energía del empresario argentino Enrique Pescarmona, que gana licitaciones en los países vecinos pero no tiene la misma suerte en la plaza local, donde no se adjudica un proyecto hidroeléctrico desde finales de los años ‘90.
Según informó la empresa a través de un comunicado, Impsa ganó contratos por 130 millones de dólares para proveer a Furnas Centrales Eléctricas de equipos a dos centrales hidroeléctricas en Brasil, que sumarán 341 megawatts (mw) al sistema eléctrico del país vecino.
La compañía tiene una trayectoria amplia en la provisión de equipos hidroeléctricos al gigante del Mercosur. De hecho, ya vendió unidades a centrales como Fundão, Santa Clara, Funil, Miranda y Pai Joaquim.
La compañía de la familia Pescarmona será la encargada de proveer bajo la modalidad "llave en mano" todos los equipos electromecánicos para las centrales hidroeléctricas de Simplicio y Anta. Esas usinas, contarán en total con cinco unidades generadoras, serán construidas por los estados de Minas Gerais y Rio de Janeiro.
"La provisión de IMPSA consiste en la concepción, diseño, fabricación, transporte, instalación, montaje, supervisiones de montaje, puesta en marcha y entrenamiento para la operación de todos los equipos", explicó la compañía.
Las turbinas y generadores serán diseñados y fabricados en el complejo industrial que la compañía posee en la provincia de Mendoza.
El resto de los equipos electromecánicos y servicios, en tanto, serán prestados a través de Inverall, la subisidiaria de la compañía mendocina en Brasil.
Frustración local
Impsa, que durante los últimos años focalizó la mayor parte de sus esfuerzos industriales al desarrollo de tecnología para generar energía eólica, no se adjudica la participación en una iniciativa hidroeléctrica en la Argentina desde finales de los años ‘90.
La última participación del grupo local fue el proyecto Potrerillos, instalado en Mendoza. La empresa llevó adelante esa usina en sociedad con la también nacional Cartellone. El contrato de ese proyecto se firmó en 1997, comenzó a construirse en 1998 y fue inaugurado en 2003.
Entretanto, la compañía de los Pescarmona intentó participar en diversas iniciativas hidroeléctricas a nivel local, que hasta el momento no se materializaron. Entre esas iniciativas, se destaca la construcción de los emprendimientos Chiuidos I y II, en Neuquén, y la participación en la instalación de turbinas en el brazo Aña Cuá, que forma parte del complejo binacional Yacyretá, que del lado argentino está en Corrientes.
Esa iniciativa quedó en suspenso cuando comenzó la renegociación de la deuda de la represa con Paraguay.