Aseguró que si no se la hubiera vendido, el país tendría un ingreso de 30 mil millones de dólares anuales.
El presidente Néstor Kirchner calificó ayer de "genocidio" la privatización de la empresa YPF, dispuesta en 1992. Es la primera vez que el mandatario hace referencia explícita a esa operación, de la que participó activamente siendo gobernador de Santa Cruz. Su provincia recibió entonces 520 millones de dólares, que Kirchner depositó en un banco europeo, en una de los hechos más cuestionados que sus adversarios suelen recordarle periódicamente.
El primer mandatario se refirió a ese tema en la Casa Rosada, al referirse al viaje que realizó esta semana a Caracas y a las expectativas que genera para su gobierno el acuerdo celebrado con la empresa estatal venezolana, PDVSA, asociada ahora con la argentina ENARSA.
"Esto es lo que ha ocurrido en esta Argentina", dijo, al calificar de "inconcebible" la privatización de YPF y aseguró además que "nuestro país estaría recibiendo 25 ó 30 mil millones de dólares si YPF hubiera sido estatal.
Como gobernador de Santa Cruz y como presidente de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos, Kirchner cumplió un rol fundamental en la venta de la petrolera estatal, tarea en la que fue secundado por su esposa, Cristina Fernández, y su actual secretario de Energía, Daniel Cameron.
El senador Rodolfo Terragno (radical independiente) recordó al respecto que: "El 30 de agosto de 1991, el Gobierno nacional firma un acta con Santa Cruz por la que reconoce una deuda de 480.061.020 dólares en concepto de regalías petrolíferas. Pero en esa misma acta figura que las partes convienen que lo estipulado queda sujeto a la aprobación legislativa de la ley de privatización de YPF y que si esa condición no se produce el acuerdo quedará sin efecto".
Explicó Terragno que en 1993 esas regalías iniciales fueron incrementadas hasta 654 millones de dólares por intereses. En aquellos días, Kirchner se mostró especialmente molesto con las críticas hechas por el diputado Moisés Fontela, del grupo de legisladores antimenemistas encabezados por Carlos Alvarez. Fontela acusó al gobierno santacruceño "de estar entregando la soberanía al apoyar la sanción de la ley. "Apoyar la soberanía" -dijo Kirchner en un discurso publicado en un diario santacruceño- es evitar el éxodo, promover el asentamiento y atender los reclamos sociales de los pobladores, algo que vamos a poder cumplir con el dinero que recibimos".
Kirchner justificó lo que ayer llamó "genocidio de la industria petrolera" en el hecho de que "durante años -dijo- a YPF lo manejaban 20 genios que hacían y deshacían a su gusto en los predios asentados en nuestras provincias donde los gobernadores no podían entrar, y de los que no sabíamos cuál era la producción y cuánto nos correspondía por regalías". "Esto no era soberanía", remató Kirchner en esas declaraciones.
Números alentadores
El presidente volvió a recorrer las cifras favorables de la economía, al tiempo que fustigó a quienes aseguraron que había bajado el superávit fiscal.
"Aquellos que se precian de hablar de economía tienen que hacerlo con propiedad, con responsabilidad y decir las cosas como son", señaló el presidente en oportunidad de un acto en Casa de Gobierno por el Plan Familias.
Kirchner celebró además que "el producto industrial creció en enero el 6,2%, el más alto desde que sale el índice: el año pasado había sido 4,8 porque es cuando paran las industrias, toman descanso y hay vacaciones".
El primer mandatario también se refirió a la inserción de los productos argentinos en Venezuela, cuando comentó que "los empresarios de artefactos eléctricos y de interconexión eléctrica vendieron 180 millones de dólares" en aquel país.
"También los empresarios de la construcción argentinos fueron absolutamente solicitados allí para realizar muy ambiciosos planes de viviendas y demás, esto es integración, es muy importante, nos fue bien", evaluó.
A ese dato, Kirchner agregó que, en su visita a Venezuela "con el Bono del Sur obtuvimos 750 millones de dólares para la Argentina" y que "se colocaron los pilares para el Banco del Sur, un banco que financie la reconversión en la Argentina y en América latina".
"Esto es muy importante, son pasos trascendentes en la estructuración de un nuevo concepto para crecer y empezar a tener autodeterminación y autonomía en la globalización", recalcó.
"Pingüino"
de campaña
Más adelante, el presidente se metió de lleno en la campaña electoral porteña y, en medio de fuertes cuestionamientos a Mauricio Macri, subrayó que el oficialismo merece una "oportunidad" en la ciudad de Buenos Aires.
"Creemos que merecemos una oportunidad en la Capital Federal, estamos en condiciones de cambiarla totalmente y lo veo a Daniel (Filmus) con las ganas y la fuerza", afirmó Kirchner.
Acompañado por el vicepresidente Daniel Scioli y el ministro Daniel Filmus, el jefe de Estado no dejó pasar la oportunidad para cuestionar al líder de PRO, Mauricio Macri. "Hay un candidato a presidente menos y uno que es de vuelta candidato a jefe de Gobierno", ironizó Kirchner, sin esperar a que Macri anuncie su decisión final, y enseguida arremetió: "Uno no puede elegir los lugares si cree que le va bien, porque es una falta de respeto a la sociedad".
Con el yeso
en la pierna
Creada en 1922, YPF fue orgullo argentino hasta que en diciembre de 1990 la Ley 23.696 la transformó en sociedad anónima.
Un día antes del tratamiento del proyecto en el Congreso, Néstor Kirchner, entonces gobernador de Santa Cruz, dio una conferencia de prensa para hacer "lobby" por la privatización, y su esposa Cristina hizo aprobar una declaración de la Legislatura de esa provincia apurando la ley.
El 24 de aquel diciembre, Kirchner mandó a Buenos Aires para que votara, en el avión de la gobernación, al diputado santacruceño Rafael Flores, quien tenía la pierna enyesada y no podía trasladarse por vía terrestre hasta la Capital Federal. Por supuesto que el voto de Flores resultaba indispensable para aprobar la iniciativa.
A cambio de respaldar la privatización de YPF, el ministro de Economía, Domingo Cavallo, le reconoció regalías a Santa Cruz. Entonces, Kirchner recibió US4 millones, de los que usó 290 para comprar acciones de YPF a 19 dólares cada una. Seis años después, las vendió a casi 45 y obtuvo una diferencia de US0 millones. Son los famosos fondos cuya mayor parte depositó en bancos suizos y los que hasta ahora el Gobierno santacruceño no repatrió.
A fines del '98, la petrolera española Repsol compró el 5% de las acciones del Estado y a inicios de 1999 el 15% restante por US$ 2.010 millones. En junio del '99, Repsol compró el 55% de YPF y el 11% de las provincias, y luego llegó al 99% del total de acciones. El Estado argentino mantiene el 1%.
El presidente Néstor Kirchner calculó ayer que si no se hubiera privatizado la petrolera estatal YPF, la Argentina estaría recaudando por año entre 20.000 y 30.000 millones de dólares.
"(La petrolera estatal venezolana) PdVSA recauda u$s 60.000 millones; si tuviéramos YPF, podríamos recaudar entre 20.000 y 30.000 millones por año para las arcas argentinas", proyectó el Presidente.
"Ya sabemos por el genocidio que pasó la industria petrolera y la increíble privatización de YPF. Con Enarsa, estamos empezando a transitar el camino del Ave Fénix", destacó Kirchner al regreso de su viaje a Venezuela.
El Presidente lamentó la enajenación de YPF tras explicar el acuerdo petrolero alcanzado en el país caribeño.