La tendencia al alza del oro atrae a más compradores de joyas en el país.
Las joyas de oro cautivan a los inversionistas del Ecuador
(El Comercio, Ecuador)
Actualmente su precio supera los 650 dólares la onza troy (medida internacional).
La producción
En las provincias de
Carchi, Imbabura y Napo la explotación es mínima y artesanal. Hasta hace dos décadas, los cantones azuayos de
Sígsig y Pucará fueron reductos del material.
En el norte del país, la exploración se inició hace ocho años. Se investigan depósitos de los materiales primarios (oro) en el sector de Las Pampas, límite entre Pichincha y Chimborazo.
Los representantes mineros y de las joyerías aseguran que el oro que se produce en el país abastece la demanda nacional.
La exploración puede llevar 10 años. La actual Ley de Minería ofrece, según técnicos en minas, mayores garantías para la inversión. Pero se requiere de estudios ambientales y de mitigación.
En el 2004 se calculaba que trabajaban en la explotación unas
2 700 personas. Y en el 2006, solo en la zona de Bella Rica, cantón Ponce Enríquez, hay unas 4 000.La situación geopolítica, los conflictos internacionales y la utilización del metal para la tecnología incidieron en el importante incremento, desde el 2003.
La Cámara de la Minería de Cuenca estima que en Azuay hay una producción de tres toneladas de oro anuales. Y en el país entre siete y 10. Aunque la fuga del metal precioso a países vecinos como Colombia y Perú dificultan una cuantificación real.
Para Julio Castillo, de la Joyería Guillermo Vázquez, los grandes inversionistas se refugian en el oro frente a la inestabilidad mundial. Hólguer Parra, ex presidente de la Cámara de Minería de Cuenca, confirma que hay un alto consumo de oro por parte de los países asiáticos, principalmente.
La misma Cámara calcula que unas dos toneladas de oro utiliza la industria orfebre azuaya, cada año. En el 2006, el crecimiento del precio del metal precioso fue del 25%, y la onza troy bordeó los USD 700. Solo en lo que va de este año aumentó en un 6%.
Castillo y Parra coinciden en que el Ecuador tampoco está alejado de las influencias de la crisis mundial. Ellos basan este argumento en que el país tiene su propia inestabilidad económica por los conflictos políticos internos.
Por eso, los financistas locales y el ciudadano ven en el oro una fuente de respaldo. Una tendencia similar sucedió luego de la crisis bancaria de 1999. Para Castillo, se trata de tener un capital, no en papel moneda, sino en oro.
El diseñador cuencano de joyas, Fausto Ordóñez, señala que los clientes buscan invertir en algo que ofrezca seguridad a largo plazo. De allí la preferencia por el metal brillante y el incremento de las ventas de alhajas.
La joyería
Guillermo Vázquez, la más grande del país, aumentó la comercialización en un 15%, en el primer semestre del 2007 y esa tendencia continúa.
Esto motivó a sus directivos a abrir nuevos locales en el Mall del Sol de Guayaquil, Paseo Shoping de Machala y otro en Loja. En total, esta empresa orfebre cuenta con 11 locales distribuidos en las principales ciudades del país.
Oswaldo Guillén, de Guillén Joyeros de Cuenca, también confirmó esta preferencia. De esa forma, él justifica el crecimiento de las ventas en un 25%, en este año.
El mercado, incluso se amplió a los emigrantes que llevan joyas para que luzcan sus familiares que residen en
Estados Unidos y Europa, agrega Guillén.
El emigrante
Carlos Cabrera lo confirma. Este orense radicado en
España cuenta que cada año que llega a Ecuador adquiere cadenas, anillos y esclavas. Para él, las alhajas que se elaboran en Ecuador son de mejor calidad y con diseños innovadores que se ajustan a las demandas del cliente.
No obstante, el gravamen del IVA por la comercialización de este metal impide la exportación formal, como lo fue en la década de los 90. Por eso, el Ministerio de Energía y Minas tiene información solo del oro reportado.
En la actualidad, en las joyerías del Austro el gramo de oro trabajado oscila entre los USD 40 y 50. Eso depende del diseño y de las piedras preciosas que adornan la prenda. El 90% del oro que utilizan los orfebres del Austro, procede de
Azuay y El Oro.
Castillo y Guillén recomiendan cerciorase de la procedencia del metal antes de adquirirlo. La prenda debe tener una garantía, por escrito, de la tienda que la elaboró. Así, la inversión realizada será retribuida, señala.
El oro también se utiliza como garantía para acceder a créditos. Esa modalidad también aumentó. Cada mes, solo en la capital azuaya, acuden unas 500 personas hasta el programa de la Olla de Oro (dan créditos a cambio de joyas) del Banco Solidario, en la agencia del Centro Histórico.
El subgerente de Servicios de esa entidad financiera, Cristian Segovia, dice que la gente acude en busca de préstamos destinados para las microempresas. Según él, la inversión en alhajas, en lo posterior ofrece rentabilidad de cualquier forma.
USD 20 millones anuales se invierten en exploración
El actual valor del oro reactivó la exploración en el país. Según la Cámara de Minería de Cuenca, hay 18 empresas dedicadas a esta labor desde 1992. Desde hace tres años, las canadienses lideran esta actividad.
16 empresas están emplazadas en el
Austro. Según estudios, en esta zona está la mayor reserva aurífera del país. El vicepresidente de la
Cámara de Minería de Cuenca, Santiago Cordovez, precisó que hay proyectos de exploración en fases avanzadas y en proceso de factibilidad.
Un ejemplo es en Río Blanco, perteneciente a la parroquia cuencana de Molleturo. Allí, se estima una extracción de 800 000 onzas de oro en la fase inicial, señaló Holger Parra, ex presidente de la Cámara de Minería.
La otra reserva está en Quimsacocha, en la parte alta de Victoria del Portete (Cuenca). Allí habría 3,4 millones de onzas de oro. También hay proyectos en Zamora Chinchipe y Morona Santiago.
Según cálculos de técnicos en minería, en el país las transnacionales invierten sobre los USD 20 millones al año, en explotación.
Entre las empresas más asentadas en el
Austro están: I am Gold, que consiguió la adjudicación de 13 000 hectáreas, Sierramin (20 000), Emc (5 000) y Ascenda NT Exploration (4 000).
La mayoría de ellas mantiene cuestionamientos por parte de los habitantes de las zonas de influencia a la concesión. La oposición de la gente es por la contaminación ambiental que podría causar a las fuentes hídricas.
Entre tanto, la explotación de oro se mantiene en pequeños grupos mineros de
Bella Rica y San Gerardo, en Azuay; Zaruma y Portovelo, en El Oro y Nambija, en Morona Santiago.