El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró hoy que está considerando una serie de opciones, incluidos los aranceles y las cuotas, para abordar la cuestión de las importaciones de acero y aluminio que, según dijo, perjudicaban injustamente a los productores estadounidenses.
Los comentarios de Trump se produjeron en una reunión con un grupo de senadores y representantes de los partidos demócrata y republicano de Estados Unidos.
Algunos de los legisladores lo instaron a actuar de manera decisiva para salvar a los productores de acero y aluminio en sus estados, pero otros pidieron precaución porque los precios más altos perjudicarían a los fabricantes.
Trump está sopesando una lista de opciones presentada hace un mes por el Departamento de Comercio de Estados Unidos con la intención de analizar si se necesitan restricciones sobre acero y aluminio para proteger la seguridad nacional.
"De lo que estamos hablando es de aranceles y/o cuotas", dijo Trump al grupo. "Parte de las opciones sería aranceles de ingreso. Ante el dumping en el acero, ellos pagarán aranceles, aranceles sustanciales, lo que significa que Estados Unidos ganará mucho dinero", agregó.
Trump ahora tiene hasta alrededor del 11 de abril para decidir si impone restricciones al acero, y hasta el 20 de abril para decidir sobre las restricciones al aluminio.
El secretario de Comercio, Wilbur Ross, dijo a los legisladores que existen poderes que "se pueden aplicar de forma mucho más quirúrgica" que podrían llevar a aranceles a las importaciones desde ciertos países y cuotas desde otros que se sospeche que operan transbordando productos.
El Presidente estadounidense, Donald Trump, reforzó este martes la retórica agresiva para referirse a la relaciones comerciales de su país, y reiteró amenazas de medidas de reciprocidad con algunos de sus socios más importantes, como China y Corea del Sur.
El mandatario recibió este martes en la Casa Blanca a legisladores y empresarios del sector metalúrgico, en especial de los segmentos de acero y aluminio, y en la reunión volvió a condenar el efecto que la política comercial del país tiene internamente.
“Vean lo que está ocurriendo con nuestra industria de acero y aluminio. Está siendo diezmada por el ‘dumping’ de varios países. Especialmente de un país, pero en general de varios países, que practican ‘dumping’ y con eso destruyen nuestra industria y las familias de nuestros trabajadores”, dijo el presidente, en una posible referencia de China.
Trump apuntó que el Secretario de Comercio, Wilbur Ross, preparó dos informes sobre el estado de esa industria, y que no se descarta la adopción de “pesadas tarifas”.
“Mi gobierno está analizando esos informes y estamos considerando todas las opciones. Una parte de esas opciones podría ser (la aplicación de) tarifas. Pesadas tarifas, de forma que Estados Unidos en realidad va a ganar mucho dinero”, señaló.
La decisión, dijo, será un reflejo “de los intereses de Estados Unidos, incluyendo la necesidad de atender la superproducción en China y en otros países”.
China produce aproximadamente la mitad de todo el acero consumido en el mundo en la actualidad, y por ello ese país es acusado de literalmente inundar los mercados para sostener la necesidad interna de generar empleos.
Pero si China precisa generar 25 millones de puestos de trabajo cada año, Trump también está bajo presión ya que llegó a la Casa Blanca con la promesa de recuperar la decaída industria local.
Al mismo tiempo, el déficit comercial estadounidenses el año pasado alcanzó a los impresionantes 566.000 millones de dólares.
En la reunión de este martes, sin embargo, Trump escuchó un claro alerta sobre los riesgos de una escalada de tensiones comerciales con China.
“Señor presidente, creo que tenemos que tener cautela, no queremos empezar una batalla tarifaria. Nosotros fabricamos mucho acero y aluminio, y también compramos mucho acero y aluminio”, dijo el legislador conservador Roy Blunt.
En otro momento de sus declaraciones al inicio de la reunión, Trump criticó pesadamente el estado de las relaciones comerciales con Corea del Sur, un aliado tradicional y estratégico para Washington.
En la visión de Trump, el estado de las relaciones comerciales con Corea del Sur es “un desastre” y ese escenario debe ser renegociado. “El acuerdo con Corea del Sur es un desastre”, dijo Trump y se impone negociar un “acuerdo justo”.
El intercambio comercial con Corea del Sur debía producir empleo pero sin embargo “no produce nada más que pérdidas”, dijo.
Ya el lunes Trump había emitido una clara amenaza a los principales asociados comerciales de Estados Unidos, pero especialmente a China, Japón y Corea del Sur, ya que con esos tres países “perdemos una enorme cantidad de dinero”.
Añadió que su gobierno se concentrará en “países que se aprovechan de Estados Unidos. Algunos de esos países se dicen aliados, pero no son aliados en términos comerciales”.
“Vamos a aplicar reciprocidad tarifaria y todos escucharán hablar sobre esto en las próximas semanas y meses”, advirtió.