Cofco, Cargill, ADM y Bunge -de capitales internacionales- fueron las responsables de concretar el 48% de los envíos
Cuatro empresas internacionales explican en Argentina el 50% de las exportaciones de granos. En tanto, las diez principales compañías del sector acapararon más del 90% del total de los despachos. Vicentin se encuentra entre estas últimas.
Cuatro empresas internacionales explicaron casi el 50% de las exportaciones argentinas de granos y derivados en 2019, mientras que las diez principales compañías del sector acapararon más del 90% del total de los despachos, según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Entre los primeros 10 puestos se ubicó Vicentin.
El relevamiento, realizado en base a datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, reflejó que las compañías Cofco, Cargill, ADM y Bunge -de capitales internacionales- fueron las responsables de concretar el 48% de los envíos de un total de 97,5 millones de toneladas de granos, legumbres, harinas y aceites vegetales pertenecientes a la campaña 2018/19.
La empresa estatal china Cofco concentró el 15% de las ventas totales por 14,2 millones de toneladas, seguida por la estadounidense Cargill, con operaciones por casi 11,9 millones de toneladas o un 12% del volumen total.
El tercer puesto lo ocupó la también estadounidense Archer Daniels Midland (ADM) con 11,2 millones de toneladas, equivalente al 11% del total exportado, mientras que el cuarto lugar en la lista fue para Bunge, con 9,5 millones de toneladas, el 9% del volumen total.
En el quinto puesto del ranking elaborado por la entidad bursátil rosarina se ubicó la primera compañía exportadora de capitales nacionales, la Aceitera General Deheza (AGD), con una participación del 8,9% y un volumen de 8,7 millones de toneladas.
En el sexto puesto se ubicó Vicentin, con una participación en el mercado del 8,6% con exportaciones registradas en la campaña 2018/19 por 8,7 millones de toneladas.
La empresa de capitales nacionales que a principios de diciembre incurrió en cesación de pago al alegar estrés financiero con una deuda cercana a los u$s1.350 millones y que hoy se encuentra atravesando un concurso preventivo de acreedores, tuvo un crecimiento es sus despachos al exterior en la campaña 2018/19 del 23,5% respecto al ciclo anterior.
Fuente Bolsa de Comercio de Rosario
A causa de esta situación, el gobierno nacional decidió en las últimas semanas intervenir y expropiar la empresa con sede en la localidad santafesina de Avellaneda, medida que fue objetada parcialmente por la justicia.
En 2019, Vicentin logró incrementar sus exportaciones en 1,6 millones de toneladas respecto al período previo, apoyado principalmente en los despachos de maíz.
A pesar de esto, la empresa está en la actualidad prácticamente paralizada tanto en su funcionamiento como en ventas al exterior, según consta en las declaraciones juradas de venta al exterior (DJVE) de la campaña 2019/20 al 30 de marzo.
Hasta esa fecha, según el relevamiento de la BCR, la empresa santafesina solo poseía ventas declaradas por 200.000 toneladas.
Completan el ranking de las 10 principales empresas Oleaginosa Moreno -propiedad de la suiza Glencore- con 7,6 millones de toneladas; la francesa Louis Dreyfus Company (LDC), con 6,8; la cooperativa argentina ACA, con 5,4 y Molinos Agro, con 4,9 millones de toneladas.
En este marco, los ingresos por exportaciones de granos y subproductos sumaron el año pasado US$ 23.719.532.500, según informó la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC).
Para el analista y corredor de granos, José María Panero, el sistema comercializador de granos argentino tiene "muy pocos compradores con muchos oferentes".
"De ninguna manera puede funcionar algo con una correcta oferta y demanda cuando hay muy pocos compradores con muchos oferentes. La oferta está atomizada", advirtió Panero en diálogo con Télam.
Si bien el analista sostuvo que los precios pagados por la exportación y la industria son "correctos" y que hay "transparencia", los mismos no son "disputados como debería ser en un marco de correcta oferta y demanda".
Clarín
SILVIA NAISHTAT
En plena guerra fría, una de las tareas de la CIA consistía en enviar agentes a la entonces Unión Soviética para conocer en el terreno el tamaño de sus cosechas. Eran tiempos sin satélites donde la información definía millones de dólares en precios y transacciones. Así lo contó, en tono de novela policial, Dan Morgan en Los Traficantes de Granos, un best seller de 1983 que atravesó la cortina de secreto del comercio cerealero y su poderío. Mucho ha cambiado con una revolución tecnológica que permite anticipar el clima y los volúmenes.
Eso sí, las transnacionales cerealeras que mencionaba Morgan siguen siendo las mismas. Aunque en el interín apareció un jugador de inmensa gravitación y no sólo como comprador sino como comercializador: se trata de China. En la Argentina, Cofco (China Oil and Foodstuffs Corporation) es la dueña de Nidera, que supo pertenecer a familias locales y también es propietaria de Noble. Cofco escaló para convertirse en la cuarta exportadora del ranking. Es una empresa estatal china de procesamiento de alimentos y se ha convertido en el mayor fabricante y comerciante de alimentos en el gigante asiático. Posee 11.000 empleados en 135 países e ingresos por US$ 31.000 millones.
En una Argentina flanqueada por el Atlántico y la cordillera se extiende una superficie heterogénea en la que es posible llegar a cosechar unas 160 millones de toneladas si hay precios y clima. Pero uno de sus problemas, compartido con otros países productores de materias primas, es el acceso a los mercados.
La pampa húmeda encuentra barreras por todos lados cuando intenta exportar alimentos elaborados. En cambio, el poroto de soja, cuyos embarques crecieron 144% el año pasado, no encuentra trabas. Cuando lleva un mínimo grado de elaboración, aparecen los problemas. El año pasado, China abrió una ventana de oportunidad para la harina de soja que es nuestro principal producto de exportación. Argentina despachó en 2019 más de 69 millones de toneladas de granos, harinas y aceites. Las estadounidenses Cargill, ADM y Bunge fueron los tres principales exportadores. Le siguen la mencionada Cofco y la suizo-francesa Louis Dreyfus.
Estas firmas poseen las principales plantas de molienda que se extienden en 65 kilómetros, entre Timbúes al norte de Rosario a General Lagos en el sur. Allí se transforma el 85% de la cosecha de soja en aceites, harinas y pellets. En ese corredor no falta ninguno de los grandes jugadores globales del negocio, desde las mencionadas Noble (China), ADM que compró a la suiza Toepfer, Cargill y las locales Molinos, la intervenida Vicentin, Aceitera General Deheza, Bunge y la cooperativa ACA.
La planta de mayor envergadura es Renova de Glencore y Vicentin. Glencore fue fundada por el legendario Marc Rich, un aportante billonario a las campañas de los demócratas en EE.UU., país al que no puede ingresar por evasión de impuestos, Y se ha transformado en una firma manejada por sus gerentes-propietarios. En el planeta controla el 50% del cobre, el 60 % de zinc, el 38 % de alúmina, el 28% de carbón para centrales térmicas y el 45% del plomo. Maneja el 10% del negocio global del trigo y cerca del 25% de la cebada, girasol y colza. En la Argentina, a través de Xstrata, es dueña de minera Alumbrera de Catamarca.
Un caso aparte es la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA): ocupó el décimo lugar en el ranking general, despachando al exterior cerca de 3,5 millones de toneladas de granos, harinas y aceites (5% del total). Y la novedad de estos últimos meses es el ingreso con fuerza del grupo brasileño Blairo Maggi. Este empresario, catalogado en su momento como el “Rey de la Soja”, además de Ingeniero Agrónomo, fue Senador y Gobernador de Mato Grosso, y con su familia son herederos de la empresa fundada por su padre, Amaggi.