La Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) despidió el año con su tradicional brindis, en el que reunió a la conducción de la entidad y representantes del sector.
El flamante presidente, Marcelo Álvarez, hizo su primera presentación en actividades sociales con un mensaje de unidad en el que resumió los postulados de su gestión y las expectativas de la minería argentina en la actual conyuntura, tras el cambio de gobierno.
Buenos días a todos. En nombre de la Comisión Directiva de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros, quiero darles la bienvenida al tradicional Coctel de Fin de Año de nuestra querida institución.
De la mano con el momento histórico que vive Argentina, en materia democrática, hace pocos días se llevó a cabo la elección de autoridades de la CAEM. En dicha ocasión, un conjunto diverso de colegas que conformamos el Grupo Federal Minero recibimos la gran responsabilidad de conducir la cámara en esta nueva etapa.
Hoy, finalizado el proceso eleccionario, la CAEM es de todos y con el espíritu de seguir avanzando como una institución unida y pujante, quiero hacer un reconocimiento a quienes nos antecedieron en la conducción de la Cámara en los últimos años, por su esfuerzo, dedicación y compromiso.
Al igual que el país, la CAEM comienza un nuevo ciclo en sintonía con lo que la mayoría de los argentinos han pedido: diálogo, renovación y consensos. Por ello, mi primer mensaje hoy, es para la comunidad dentro de la cual se desarrolla nuestra industria.
Quiero decirles a todos Uds. en general, y a las comunidades que conviven con la actividad minera en particular, que estamos decididos a trabajar juntos con ellas para generar oportunidades de desarrollo y establecer lazos de confianza. Valoramos enormemente nuestra relación con la sociedad y la forma en la que ella nos percibe. Por ello, vamos a impulsar el contacto cara a cara, incrementar nuestra capacidad de escuchar y participar activamente en los diferentes ámbitos institucionales y comunitarios.
En particular, nos proponemos incrementar nuestra presencia federal, apoyando la labor de las Cámaras provinciales, porque es allí donde se desarrollan nuestros emprendimientos mineros y donde se cimientan los procesos de consenso social.
Queremos escuchar más, para así poder comprender mejor los desafíos que enfrentamos como industria. Estamos convencidos de que la licencia social no es un mero trámite administrativo sino un proceso complejo que se construye; que cuando se basa en una escucha franca y activa, encuentra bases sólidas que perduran en el tiempo.
A los integrantes de nuestra industria y a los colegas de la Cámara los invito a sumar fuerzas y trabajar juntos. Este nuevo escenario debe encontrarnos como un sector fortalecido y unido en nuestras metas comunes; un sector que opere de modo dinámico y profesionalizado.
Desde la Cámara Argentina de Empresarios Mineros, interpretamos adecuadamente los desafíos de esta etapa, cuando impulsamos un diálogo constructivo y el respeto por la opinión divergente. En definitiva, apostamos a edificar un espíritu de servicio y convivencia que nos permita dar lo mejor de cada uno.
Por todo ello, quiero aprovechar esta valiosa oportunidad para reafirmar frente a nuestros asociados, frente a nuestra cadena de valor y los amigos de la prensa, nuestro firme compromiso de acercarnos a la comunidad, fortalecer el federalismo, promover la unidad del sector e impulsar el trabajo en equipo.
A las autoridades nacionales, les decimos que vemos en el inicio de un nuevo gobierno una gran oportunidad para la Argentina y para la industria minera y agradecemos su mensaje de acompañamiento al mismo tiempo que comprendemos el momento coyuntural y esperamos prontamente la designación de los expertos que liderarán la Secretaría de Minería.
Desde la CAEM, siempre vamos a trabajar de modo cercano, respetuoso y profesional con todas las instancias de Gobierno, en el marco de la independencia que la empresa privada y el estado deben mantener.
Somos conscientes de las dificultades que el sector metalífero está atravesando con el bajo precio internacional de los comodities y los altos costos de operación. En la actualidad tenemos excelentes proyectos que, por el momento, no son una buena inversión para nuestros accionistas y por lo tanto no lo son para el país.
En la industria de la piedra, la cal y el cemento la realidad es distinta, atento que la construcción civil y determinadas obras de viviendas sociales y proyectos municipaleshan mantenido un ritmo continuado, lo que ha permitido, a la 3ra. Categoría de la minería, una buena performance en el presente ejercicio.
No obstante esta diversidad, somos optimistas y apostamos a que el reciente impulso del gobierno en favor de la promoción de las inversiones y las exportaciones nos permita alcanzar los objetivos de desarrollo que anhelamos.
Finalmente, les ruego me permitan una breve referencia de carácter personal para ir cerrando este primer mensaje como presidente de la CAEM. La misma se vincula con el reciente llamado al diálogo para reconciliar a los argentinos que formulara el presidente Mauricio Macri.
En los últimos doce años, me dediqué fervientemente a trabajar por la paz, específicamente a favorecer el diálogo y acercar a las partes para la reconciliación de los colombianos. Tanto luche por ese objetivo que el Presidente de Colombia me honró invitándome a ser su Ministro Consejero para el Post Conflicto.
Sin embargo, por alguna razón que hasta hace poco no entendía del todo, mi corazón me hizo regresar a mi querido país, de la mano de la industria minera.
Puedo asegurarles que hoy, sí comprendo porque estoy acá y agradezco a la vida la bendición que me ha dado. Estoy acá para seguir trabajando humildemente por el diálogo fecundo, para seguir construyendo puentes y para encontrar soluciones comunes con el Estado que favorezcan el desarrollo conjunto de nuestras comunidades y empresas.
Queridos amigos, el 2016 nos espera con grandes desafíos pero enorme esperanza. Redoblemos nuestro compromiso, hagamos de nuestras diferencias nuestra principal fortaleza y seamos un gran equipo.
Muchas Gracias.
