Por la falta de gasoil, el campo volvió a protestar en la ruta
CLARIN
Los productores agropecuarios están levantando el tono de su protesta por la falta de gasoil para encarar la cosecha gruesa. Ayer hubo una protesta al costa de la ruta 9. Pero las quejas se escuchan en todo el país.
Cuando en las principales ciudades hay colas y quejas por las faltas de nafta y el Gobierno amenaza a las petroleras si no producen más, ayer un centenar de pequeños productores del sur de Santa Fe nucleados en Federación Agraria volvieron a la ruta para protagonizar una protesta. Esta vez, no por la resolución 125, sino por la falta de combustible para afrontar lo que será una cosecha récord. Sin cortes de tránsito, los chacareros se apostaron tres horas en la autopista que une Buenos Aires con Rosario, a la altura de Villa Constitución y plantearon que el faltante de gasoil los pone en jaque.
Cristian Roca, dirigente de FAA, explicó que el problema afecta a los pequeños chacareros que van al surtidor y se encuentran con cupos de 100 litros y "no a los que compran los camiones de YPF". Darío Gambini, productor papero de Villa Constitución, dijo necesitar de 2 a 3 mil litros de gasoil por semana y que actualmente sólo puede cargar 500. "Sería el colmo no poder levantar la cosecha por falta de combustible", disparó.
El ánimo de los productores, con una decena de tractores, quedó retratado en un par de banderas cruzadas sobre el puente de la autopista. "El combustible es para todos, no sólo para los amigos del gobierno" o "Gracias (Julio) De Vido, ahora importamos combustible", podía leerse allí.
Según un relevamiento hecho por la Sociedad Rural, los faltantes de gasoil se detectaron, entre otras localidades, en Saladillo, donde el gasoil común está a $ 3,80 el litro (en la planta de YPF) y solo se vende por cantidad a los clientes que pagan por anticipado. También hay problemas en Resistencia, Chaco y en varias localidades como Sáenz Peña, zona agrícola por excelencia. Carlos Vera, dirigente de la SRA de esa provincia comentó que "la situación se está complicando y hay preocupación en toda la dirigencia. Porque sin haber llegado el tiempo álgido de la cosecha ya hay faltantes, cupos y precios muy dispares". En Paso de los Libres (Corrientes), el gasoil común cuesta entre 3,339 y 3,42 pesos y cargan sólo 50 pesos de diesel.
Daniel Asseff, asesor económico de Coninagro confirmó que varios productores "ya están acusando la falta de combustible". Y recordó la necesidad de importar el gasoil en la cosecha gruesa.
Ayer, diputados del bloque alineado con Carlos Reutemann reclamaron "se tomen los recaudos correspondientes para que las productoras de combustibles cumplan con el suministro suficiente".
Anoche, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, salió a cruzar el tema. Luego de una reunión con su par Julio De Vido, aseguró que el Gobierno garantizará "el normal abastecimiento de gasoil para la recolección de la actual campaña agrícola".
Combustibles: advierten que "se agravaría" el desabastecimiento EL DIA
Según afirman desde el sector "el problema se va a agravar porque no hay inversiones", y consideraron que el Gobierno "debe aplicar la la Ley de Abastecimiento"
La Asociación de Estaciones de Servicios Independientes (AESI) y la Federación de Expendedores de Combustibles de la República Argentina (FECRA) coincidieron hoy en advertir que el desabastecimiento de combustibles "no es un problema coyuntural" y que la falta de inversiones hará que este problema "dure varios años".
La titular de FECRA, Rosario Sica, señaló que el problema se suscribe más que nada a las estaciones independientes, donde sigue la escasez de combustibles.
El presidente de AESI, Manuel García, señaló que "el desabastecimiento es espectacular, nunca se vio" y alertó que "posiblemente en el mediante plazo se repitan estas situaciones y que la Argentina termine siendo un importador neto de petróleo crudo".
Sica sostuvo que "el problema se centra principalmente en las estaciones independientes y también en las de YPF, que no están siendo abastecidas", porque la empresa no subió sus precios en relación a sus competidoras y esto aumentó en forma sensible la demanda.
Además, indicó que "está mandando sus stocks directamente al campo, porque ahora viene la cosecha y no se puede parar, porque significan ingresos para el gobierno por retenciones".
Sica sostuvo que la FECRA está recibiendo principalmente quejas de los estacioneros de YPF, mientras que en las de Esso, Petrobras, y Shell "mayormente no hay problemas".
Añadió que "el problema se va a agravar porque no hay inversiones y nadie va a venir a invertir cuando no hay condiciones de rentabilidad y crucemos los dedos para que no se vayan las petroleras".
"Hemos recibido quejas de expendedores de El Calafate, donde llegan turista de todo el mundo y no hay combustibles para llevarlos hasta los glaciares", agregó Sica.
Reclamó un aumento en la rentabilidad y una baja en algunos impuestos para las estaciones de servicio medidas de incentivos para la exploración de nuevos pozos petroleros.
Por su lado, Garcia consideró que el Gobierno "debe aplicar la la Ley de Abastecimiento a los que no responden al requerimiento del mercado y cada uno pagar las consecuencias que deba pagar".
"También hay responsabilidad en la oposición que en todos estos años no ha hecho ni propuesto nada para superar la falta de inversiones en exploración", añadió el titular de AESI.
García señaló que "por primera vez en 30 años el país debe importar porque nos estamos quedando sin crudo y esto va a continuar así porque una inversión petrolera tarda entre cuatro y cinco años para empezar a producir un pozo".
La falta de nafta también se sentirá durante el fin de semana CRONISTA
Con más demanda y promociones con tarjetas, el domingo se produce un pico de consumo. En YPF dicen que la situación mejorará, pero seguirá habiendo faltantes
Las colas en las estaciones de servicio seguirán formando parte del paisaje porteño. Al menos por unos días. Es que la escasez de naftas continuará durante el fin de semana. Así lo estimaron desde YPF, cuyas estaciones de servicios vienen sufriendo quiebres de stock desde comienzos de mes. Desde la petrolera, aseguraron que, si bien la situación mejorará con respecto a la semana anterior, el domingo –el día de la semana donde se produce el mayor pico en la demanda– el suministro no estará todavía normalizado. Históricamente es el día que muchos automovilistas aprovechan para llenar el tanque y, además, confluyen varias promociones con descuentos de las tarjetas de crédito de distintos bancos. “Para principios de la semana que viene ya no debería haber inconvenientes”, anticiparon.
“La normalización es lenta”, dijo Rosario Sica, presidenta de Fecra, la entidad que agrupa a los estacioneros. Mientras que en la Confederación de Comercio de Hidrocarburos (Cecha) aseguraron que la situación está mejorando. “No hay desabastecimiento. Lo que hay son algunas estaciones de YPF que están sin nafta, pero no todas. El resto de las estaciones tiene un abastecimiento casi normal”, señaló Raúl Castellano, directivo de la entidad y destacó que lo que más falta es nafta súper.
En este marco, la Cámara Argentina de GNC, salió a aclarar ayer que la provisión del GNC se encuentra en absoluta normalidad y que los más de 1.500.000 vehículos que utilizan este combustible no sufrieron del desabastecimiento.
El sector de refinación y comercialización de combustibles está convulsionado desde que YPF anunció, el martes pasado, que decidió importar 50.000 millones de litros de nafta súper para hacer frente a un crecimiento de la demanda y acusó a las demás compañías de producir menos y ser las responsables de desabastecer al mercado. Esto originó duros cruces con sus competidoras y la amenaza del Gobierno de intervenir en el sector, obligando a las petroleras a refinar más combustible y regulando las exportaciones.
Mientras que Shell se defendió de las acusaciones realizadas por el ministro Julio De Vido –reiteró que su refinería opera a “la máxima carga” y vendió un 8,3% más de naftas–, Petrobras no respondió. Sin embargo, su director General Ejecutivo en la Argentina, Carlos Alberto Da Costa, se reunió en el Ministerio de Planificación con el subsecretario de Coordinación y Control de Gestión, Roberto Baratta. “Durante el encuentro, que se extendió por más de media hora, la petrolera reforzó el compromiso de la compañía para llevar al máximo la capacidad de producción de sus dos refinerías”, resumió un breve comunicado del Ministerio.
Actualmente, YPF cuenta con 57,4% de participación en el mercado de venta de combustibles (naftas y gasoil). Sólo en naftas, la principal petrolera del país aumentó su market share un 4% durante el año pasado. Sus competidoras, en tanto, perdieron puntos de participación, especialmente Petrobras que retrocedió 2,6 por ciento.
Los expertos en temas energéticos atribuyen la actual escasez a un problema estructural de falta de inversión en refinación y también a una distorsión de precios locales, un 15% debajo del promedio internacional.
“El año pasado la situación pasó más desapercibida porque la economía estuvo en recesión y se consumió menos gasoil pero el consumo de naftas se mantuvo. Pero este año, hay más demanda de gasoil del sector agropecuario y estamos con una capacidad de refinación de nuevo saturada”, aseguró Daniel Montamat, especialista en temas de energía.
Con respecto a la posible intervención del Gobierno en el sector, El Cronista consultó ayer a las distintas compañías refinadoras para saber si habían recibido alguna comunicación oficial desde el Ministerio de Planificación demandando sus datos de su producción y venta. Pero no hubo voceros disponibles para responder las preguntas.
El barco con la nafta ya está en camino Página 12
Los 50 millones de litros que YPF importará del golfo de México salvarán la coyuntura. Pero queda pendiente una solución de fondo para cubrir una oferta insuficiente por la falta de inversiones para ampliar la capacidad de producción.
Por Cledis Candelaresi
A mediados de la semana próxima, el faltante de combustible que afectó básicamente las estaciones de YPF quedaría superado gracias a la distribución de los 50 millones de litros de nafta súper que navegan desde el golfo de México, según aseguraron fuentes de la compañía. Ese volumen equivale a un mes de ventas de la ex petrolera estatal, que a su vez atiende poco más del 50 por ciento del mercado interno. Una proporción que viene creciendo por el retiro de sus competidoras. El cruce de acusaciones entre el Ministerio de Planificación y las refinadoras Shell y Petrobras, por la responsabilidad en la falta de abastecimiento del combustible, fue dejado de lado en la jornada de ayer, aparentemente para dar lugar a conversaciones reservadas en vez de la pulseada mediática.
Tanto en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como en varias provincias, todavía ayer se denunciaron faltantes de combustibles y hubo largas colas en las estaciones de servicio que aún contaban con existencias. En algunas áreas rurales hubo manifestaciones de preocupación por la eventual falta de gasoil para iniciar las tareas de recolección de la cosecha gruesa, previstas para las próximas semanas. El Ministerio de Agricultura aseguró que garantizará el suministro (ver aparte).
Como en el consumo vehicular urbano, también en el mercado de gasoil para el agro YPF consolidó una posición de dominio y crecimiento de su porción, en parte alentado por su estrategia comercial de aceptar pagos con producto (granos). En los últimos años, fue casi una constante la necesidad de importar gasoil para cubrir las necesidades de la cosecha para estas fechas.
A través de un comunicado, el miércoles último el Ministerio de Planificación, con la firma de Julio De Vido, atribuyó los problemas de oferta a la renuencia de Shell y Petrobras a utilizar toda su capacidad de planta para refinar más crudo. Las compañías negaron tal imputación. En un comunicado difundido por la angloholandesa Shell, el presidente de la filial local, Juan José Aranguren, aseguró que la firma no tiene dificultades en ningún punto de su red y está utilizando “el 94 por ciento de su capacidad instalada”, sugiriendo que el saldo ocioso se corresponde con las dificultades para obtener crudo liviano en el mercado local.
La situación de mercado es singular. La demanda se deriva hacia YPF, no sólo por la mayor disponibilidad de nafta, sino por un diferencial de precios cada vez más marcado con la competencia. El propio ministro Julio De Vido calificó el valor de pizarra de la ex petrolera estatal como “precio testigo” del mercado. Y le imputó a la competencia aumentar los valores y desabastecer, al mismo tiempo, para obligar a YPF a que, al no poder atender la demanda excedente, también suba el precio, que actúa como un “piso” del mercado.
Prácticamente no hubo inversiones importantes en aumento de capacidad de refinación en los últimos quince años. Pero tampoco hubo incremento significativo de la extracción. En lo inmediato, un aumento del consumo interno de combustibles implica dejar atado el abastecimiento a la alternativa de importación. Por el diferencial de precios entre el mercado interno y el externo, esta práctica no va a ser asumida voluntariamente por las compañías refinadoras y comercializadoras, más allá de sus intenciones o especulaciones sobre la situación del mercado.
Se generaliza el cupo de hasta $ 50 y la nafta importada llegaría en 30 días
los andes
Para no quedarse sin combustible, el 75% de las estaciones fija topes a sus clientes. Sin solución inmediata.
El temor de los automovilistas a quedarse sin combustible acentúa la falta de naftas en
Cada tanto, como desde ayer, ocurre: ante la presión de la demanda y para no caer en quiebres de stocks de naftas y gasoil tan frecuentes sin la garantía de reponerlos rápido, las estaciones de servicio recurren a poner topes a las cargas. Así empezaron a hacerlo muchas bocas de YPF, salvo la red de operadores propios de la compañía, al fijar en $ 50 el máximo por venta, lo que empezó a provocar bastante fastidio a los automovilistas mendocinos.
En realidad, es una decisión de cada propietario según esté más o menos ajustado en disponibilidad de volúmenes. Mientras los complicados apelan a cupificar (para Amena ya son alrededor del 75% del total de expendedores en la provincia), otros tantos optan por vender sin restricciones hasta "quebrar" existencias, una postal compartida en Mendoza al tiempo que desde Buenos Aires fuentes de YPF aseguraban que "la situación tenderá a normalizarse en los próximos días a partir del ingreso de combustible desde el exterior".
Pero "los próximos días" no será pronto. La importación de 50 mil metros cúbicos (o 50 millones de litros) de nafta súper provenientes, se supo, del Golfo de México llevará más tiempo: concretamente, entre el despacho, llegada a destino de los barcos, trámites portuarios, internalización del volumen y distribución final, el plazo estimado es de 25 a 30 días.
¿Soporta el mercado una demora como ésa? La respuesta explica los aprietes del Gobierno contra Shell y Petrobrás para que eleven su capacidad de refinación bajo amenazas de mayores controles.
Como desde hace cuatro años, la política de imponer cupos en las entregas por parte de YPF hacia las estaciones, agravado por la oleada de clientes en busca de llenar tanques en un país con parque automotor que suma unas 550 mil unidades nuevas por año, es la principal razón esgrimida frente a las quejas. Muchos de los consultados remarcan cuál es la secuencia habitual: ante un pedido, lo más común es que reciban desde la destilería la mitad.
"La situación obliga, caso contrario no llegamos. Y sí, a pesar de estar acostumbrándose a la fuerza, se quejan bastante, pero los clientes saben porque lo hacemos", contaba ayer la dueña de la estación San Francisco, en Patricias y Necochea, Ciudad. Ayer por la tarde, a causa de una demanda agregada de 2 mil litros por turno, ya se había agotado la Fangio, y pese a los $ 50 impuestos como máximo quedaba gasoil y súper para sólo unas horas de venta sostenida.
"Hay cierta psicosis también que se siente más en las naftas", añade por su parte uno de los propietarios de otra estación en Luján, reafirmándolo con un dato: "el 70% de los despachos son rellenos de tanques, es decir, no pasan de $50 o $ 60". Allí aseguran que en lo que va de marzo hay quiebres diarios con una duración de entre 8 y 12 horas hasta la siguiente reposición.
Según la zona, algunos puntos de venta sienten la presión de distintas formas. Como la Monteverdi de Maipú, desde donde Paula Sánchez respiraba aliviada. "Veníamos de un quiebre y recibimos la mitad del pedido. La verdad, en los últimos días los clientes llamaban por teléfono todo el tiempo para saber si había gasoil y cuándo tendríamos". En otra estación de la misma empresa, en Godoy Cruz, el encargado Gabriel Sevilla aseveró que hay "una demanda 20% mayor de lo habitual".
Otra consecuencia de esta situación de escasez es un recorte en las formas de pago. Todavía no se observa la exigencia del contado "rabioso", aunque sí un límite que en ciertos casos incluye el débito y excluye al crédito en forma diferencial: como en la Jocolí de Las Heras, donde cargar gasoil y súper es sólo a cambio de efectivo.
En Mendoza, las estaciones YPF poseen un 70% del mercado. Para una fuente calificada de la compañía "se entrega según volúmenes históricos, y hasta con refuerzos. Pero todo responde a un cronograma racional".
Se generalizó el incremento en el precio de los combustibles en Tucumán
la gaceta de tucuman
La firma Shell encareció el litro de las naftas premium y súper, y Refinor aumento el valor de la normal. Los estacioneros continúan con algunos problemas de abastecimiento.
Los propietarios de vehículos deben pagar cada vez más caros los precios de los combustibles.
Los precios de los combustibles continúan ascendiendo en las pizarras de las estaciones de servicio tucumanas. En los últimos días, Shell aplicó un aumento de un 2,5% a la nafta súper, mientras que Refinor aplicó un incremento de un 3,7% en la nafta normal. En la madrugada del miércoles las estaciones de servicio de la marca Shell modificaron los valores de todos sus combustibles líquidos. El mayor porcentaje de aumento se reflejó en el costo de la nafta súper, ya que el litro pasó de $ 3,79 a $ 3,89, lo que marca una suba de $ 0,10, mientras que la nafta premium tuvo un reajuste mínimo al pasar de $ 4,249 a $ 4,299, lo mismo sucedió en el caso del gasoil, que costaba $ 3,17 y ahora vale $ 3,19. A su vez, el diesel de alta gama que valía $ 3,84 pasó a costar $ 3,89. Durante el fin de semana, las firmas YPF y Refinor ya habían aumentado los precios de sus combustibles. En ambos casos, el litro de nafta súper subió en $ 0,07, ya que pasó de $ 3,65 a $ 3, 72, al igual que el gasoil, que costaba $ 2,94 y se colocó en $ 3,01. En cuanto a las naftas premium, estas marcas aplicaron un aumento de $ 0,10, ya que el litro valía $ 4,149 y ahora cuesta $ 4,249. Por su parte, YPF también ajustó el valor del litro de diesel de alta gama en $ 0,04, al pasar de $ 3,75 a $ 3,79. En lo que va del año, los combustibles ya registraron un incremento promedio del 14%.
En medio de esta escalada inflacionaria, la marca Refinor también reajustó el miércoles el valor de la nafta normal, el único combustible que no se había encarecido con los cambios que experimentaron las pizarras de las estaciones de servicio durante el fin de semana. En este caso, el litro pasó de costar $ 3,18 a valer $ 3,30, lo que indica una suba de $ 0,12, es decir un 3,7% más caro.
En Tucumán la nafta normal no se encuentra entre los combustibles más requeridos por los automovilistas y muchas expendedoras no la ofrecen al público. Sin embargo, la demanda ha crecido en los últimos meses impulsada por el progresivo incremento en los precios de las naftas súper y premium, según estimaron empleados de distintas expendedoras. "Algunos clientes han empezado a cargar nafta normal en sus autos, incluso en vehículos nuevos", explicó el playero de una estación de servicio.
Difícil abastecimiento
En algunas estaciones de servicio de la marca YPF continúan los problemas en la provisión de combustibles. Los faltantes se concentran en las naftas y, en algunos casos, también faltó gasoil en los últimos días. "Estuvimos 24 horas sin nafta súper ni diesel, pero ya se normalizó el abastecimiento", indicó Enrique Dip, encargado de una expendedora.
Dip explicó que, en el caso de la estación de servicio en la que trabaja, este año la provisión de combustibles que les envían las refinerías se redujo en un 7% con relación al volumen que recibían el año pasado. A su vez, la demanda de combustibles ha crecido con respecto de 2009, lo que genera quiebres de stock en la expendedora