COCA COLA VS. GOLDMAN SACHS POR EL PRECIO DE LOS METALES
En septiembre arrancan las primeras estaciones de servicio de Cristóbal López
El Cronista
La nueva red estaciones de servicio del empresario Cristóbal López ya tiene fecha de largada. El 6 de septiembre comenzará oficialmente el proceso de cambio de bandera de las ex estaciones de Petrobras a Oil, la marca elegida por el empresario patagónico para su debut en el negocio de la comercialización minorista de combustible.
Según pudo confirmar El Cronista, el cambio abarcará a 360 estaciones de servicio (son 327 estaciones comunes y 33 de agroservicios, que venden gasoil a productores agropecuarios) que estaban vinculadas a la refinería de San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe, que Oil M&S, la petrolera de López, compró a Petrobras en mayo de este año por u$s 110 millones.
Con todo, el proceso completo de cambio de bandera tiene un plazo de un año, más precisamente 360 días. Las estaciones se irán despidiendo del verde y amarillo que identificaban a la empresa brasileña y comenzarán a lucir los nuevos colores elegidos por la empresa de López. Por pedido de Petrobras, también deberán cambiar el gris de las paredes y las columnas.
La mayoría de las estaciones Oil estarán concentradas en las provincias de Santa Fe y Córdoba, pero también habrá algunas pocas en la Capital Federal. Pero no será ninguna de las estaciones Petrobras con mayores niveles de ventas gracias a sus ubicaciones estratégicas como, por ejemplo, en avenida del Libertador y La Pampa.
Cristóbal López, dueño del grupo de empresas Indalo –que incluye desde casinos en todo el país hasta aceites de oliva, recolección de residuos y transporte público de pasajeros–, ahora tendrá la cuarta red de estaciones de servicio del país, detrás de YPF, Shell y Esso.
Además, al sumar una refinería y asociar una red de estaciones a su empresa de exploración y extracción de petróleo será propietario de una compañía integrada, con participación en todas las áreas del negocio petrolero, una condición que en el país solo tiene YPF y Petrobras. Sin embargo, la producción de petróleo de Oil M&S no alcanzará para abastecer a la refinería, que procesa 8.000 metros cúbicos por día, y seguirán comprando a Petrobras.
Desde el lado de los dueños de las estaciones que pasarán a la órbita de la empresa de López, el inminente cambio genera cierta incertidumbre. “Tenemos consultas permanentes de parte de las más de 300 estaciones que van a cambiar de bandera porque no tienen información de la nueva compañía. Estamos pidiendo una audiencia a los funcionarios de la empresa para interiorizarnos de sus planes y poder transmitirle la información a nuestros asociados”, explicó Raúl Castellano, directivo de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha) que nuclea a federaciones de dueños de estaciones de servicio de todo el país. “Hasta ahora, no todos firmaron la conformidad para el cambio de bandera. Petrobras es una empresa importante a nivel mundial, mientras que Oil es una empresa nueva y hasta ahora desconocida. Es obvio que quieran tener más información”, agregó el directivo de la confederación.
CRISTÓBAL LÓPEZ. DEBUTA EN SEPTIEMBRE CON SUS ESTACIONES
Antecedentes (Publicado el 09-04-2010)
LAS CLAVES DE LAS COMPRAS DE KRISTÓBAL LÓPEZ A PETROBRAS
Mercado petrolero: se repliega Petrobras y avanza un empresario K
Clarín
A menos de un mes de que se conociera la venta del 50% de Bridas al gigante chino CNOOC, el mercado petrolero local volvió a sacudirse con otro cambio de manos que tiene como protagonistas a la brasileña Petrobras y al empresario kirchnerista Cristóbal López. El dueño de Casino Club y de la petrolera Oil M&S (que explota áreas en Neuquén, Chubut y Santa Cruz) quedó a un paso de desembarcar en la refinación y venta de combustibles mediante la compra a Petrobras de la destilería San Lorenzo y 250 estaciones de servicio.
Al analizar la nueva avanzada de Cristóbal López -cuyos negocios crecieron en forma exponencial desde la llegada de Néstor Kirchner a la Casa Rosada-, los especialistas y empresarios del sector destacaron dos hechos relevantes.
En primer lugar, la venta de la refinería y las estaciones ratifica la decisión que habría adoptado Petrobras el año pasado y que consiste en replegarse en forma gradual del negocio petrolero local por la escasa rentabilidad que arrojan las actuales reglas de juego. En segundo lugar, el ingreso de un empresario cercano al matrimonio presidencial a un negocio que acaba de dejar un grupo de peso hace pensar que el Gobierno seguirá permitiendo los aumentos que vienen aplicando las petroleras desde fines de 2009.
Tras casi 6 meses de negociaciones, la operación entre Petrobras y Oil M&S se habría cerrado en las últimas horas y rondaría los US$ 35 millones. Pese a que en la filial local de la firma brasileña prefirieron no hablar, en su país la empresa confirmó que hay negociaciones para ceder esos activos, pero que aún no se cerró la venta.
Uno de los aspectos que restaría resolver es el de los estacioneros que tienen contratos firmados con Petrobras, que vencen entre 2012 y 2015. De las 250 estaciones que cambiarán de manos, sólo 25 pertenecen a la red propia de la empresa. Las 225 restantes son de pymes que tuvieron que invertir siguiendo los parámetros de Petrobras y que ahora no ven con buenos ojos la llegada de López. Desde las entidades que agrupan a los expendedores (CEBRA y FECRA) indicaron que una posibilidad sería que Petrobras continúe a cargo del abastecimiento de combustibles hasta el fin de los contratos y dejar en libertad de acción a aquellos que quieran firmar convenios con la nueva petrolera.
En cuanto al futuro de la refinería San Lorenzo, los técnicos del sector señalaron que López deberá resolver hacia dónde orienta su perfil productivo: a los combustibles livianos para las estaciones o a los pesados para cubrir las necesidades de las industrias y las usinas térmicas. Si se inclina por este último caso, su principal cliente será el Estado.
(Antecedentes 08-04-2010)
Cristóbal López cerró la compra de una refinería de Petrobras
La Nación
Francisco Olivera
LA NACION La Argentina tendrá en los próximos días un nuevo refinador de combustibles: Cristóbal Manuel López. El dueño de Casino Club cerró esta semana la compra de la refinería que Petrobras controla en San Lorenzo, Santa Fe, y unas 250 estaciones de servicio de esa marca en un monto que oscila, según dos fuentes vinculadas con la negociación, entre 32 y 35 millones de dólares.
Anoche, ni en Petrobras ni en el grupo del empresario patagónico quisieron hablar oficialmente del tema, todavía bajo condiciones de confidencialidad. Pero ejecutivos de ambas compañías acababan de encontrarse en Río de Janeiro para llegar a un acuerdo. Fabián de Souza, administrador y socio de López en la petrolera Oil M&S, asumió las conversaciones para el grupo comprador.
La operación especifica un período de tres meses de "cogestión" entre las dos empresas, hasta que se produzca administrativamente el traspaso definitivo. El paso que convierte a López en petrolero "integrado" -será refinador y extractor de hidrocarburos, como YPF y Petrobras- se concretó en cinco meses y en absoluto silencio. El 28 de octubre del año pasado, durante un cóctel en el Coloquio de IDEA, en el hotel Sheraton de Mar del Plata, LA NACION se encontró con el dueño de Casino Club y le preguntó si estaba en tratativas para adquirir la refinería en cuestión. Como siempre, López fue terminante: "Es un disparate. Nada más lejos. Si fuera por ustedes los periodistas yo ya sería el dueño de Telefé", había respondido con enojo.
Hay, de todos modos, algunos puntos importantes que deben resolverse durante la nueva etapa. Por ejemplo, si la misma Petrobras seguirá siendo, como hasta ahora, la proveedora del suministro eléctrico de la refinería o quién les entregará combustible a las estaciones de servicio que hayan quedado fuera de la operación. Y una última cuestión que no habría que subestimar en este mercado: si los 225 expendedores que sí entraron en la compra y que trabajan con la marca a través de contratos (no más de 25 estaciones son propias de la petrolera) están dispuestos a trabajar con el nuevo refinador. A la estatal brasileña llegaron ya algunos reclamos de empresarios pyme con pocas ganas de cambiar de proveedor.
"¿Cómo se llamará la nafta, Negro el Once ?", preguntó anoche con ironía, ante LA NACION, un ejecutivo de una petrolera que podría venderle crudo. No será fácil, para López, entrar con su marca en un sector que de todo desconfía.
Algunos petroleros no se ponían ayer de acuerdo en la valoración del precio pagado por la refinería San Lorenzo. "Es un tercio de lo que vale", dijeron en una compañía, donde ponderaron que deberá trabajar en un contexto de escasez general y eso levanta cualquier activo. "Es caro", objetaron en una productora.
La única comparación posible remite a los 90, cuando Perez Companc, la dueña anterior a Petrobras, le pagó a YPF 12 millones de dólares por esas instalaciones, sobre las que después invirtió un monto similar.
La otra incógnita, mucho más de fondo, es qué estrategia seguirá Petrobras, que mantiene aún la refinería de Bahía Blanca. ¿Querrá ahora, como se especulaba meses atrás, adquirir la planta que Esso tiene en Campana?, se preguntan en el sector.
Esa medida podría saldar una vieja asignatura pendiente de los brasileños en el país: en septiembre de 2007, Petrobras hizo una atractiva oferta por la filial local de Esso. Se había contratado para la operación al banco de inversión JP Morgan. Pero los brasileños se encontraron en aquellos días, por segunda vez en pocos meses, con un fuerte rechazo del Gobierno, que pretendía que los activos de Exxon Mobil quedaran en poder de empresarios nacionales. Ese año, la Casa Rosada ya le había frenado a Petrobras la venta de su parte en la transportista eléctrica Transener al fondo de inversión norteamericano Eton Park.
La refinería que compra López tiene una capacidad para procesar unos 7000 metros cúbicos de petróleo por día. Es pequeña si se la compara, por ejemplo, con la que tiene YPF en Ensenada, cuatro veces mayor. Y está, en realidad, mejor preparada para producir gasoil liviano o fueloil, lo que en el sector se conoce como "destilados medios", que cualquier otro fluido. Si quisiera producir, por caso, nafta de alto octanaje, debería agregarle aditivos o utilizar una planta reformadora que, a través del empleo de energía, mejore la calidad de los combustibles. En esa zona están, a tales efectos, las instalaciones de Petroquímica Argentina SA.
Barco quieto
De ahí las especulaciones de la industria, que sospecha desde hace tiempo que López centrará su negocio en la venta de fueloil a las centrales generadoras de electricidad, cada vez más demandantes de líquidos mientras siga faltando gas. Sin ir muy lejos, esta semana, un desperfecto con turbocompresores de las petroleras Total e YPF en Neuquén dejó sin 10 millones de metros cúbicos de gas a todo el sistema nacional, situación que obligó al Gobierno a suplir, una vez más, el suministro con el barco regasificador de Bahía Blanca. El buque que llegó a la Argentina para inviernos de emergencia ya trabaja todo el año.
Si se decide a vender fueloil a esas usinas, López será en realidad proveedor de la estatal Enarsa, la intermediaria que distribuye el combustible entre todas.
PETROLERO INTEGRADO
Grupo . Es dueño de Casino Club, Paraná Metal, Oil Construcciones, Oil Minerals, Altos del Glaciar, Aceitunas Guadalquivir de Argentina, Clear SRL, NAEM SRL, Oil M&S, Lola SRL, Pampa Pozo, Camino a un Nuevo Sol SA, Santa Elena, Ganadera Santa Elena y Casino de Rosario, entre otras empresas.
Compra . Por la refinería San Lorenzo y 250 estaciones de servicio, pagó a Petrobras un monto que oscila entre 32 y 35 millones de dólares.
Completo . López será ahora un petrolero integrado, como YPF y Petrobras, como se llama en el sector a aquellas firmas que refinan y producen crudo.
Socios por tres meses . Habrá una "cogestión" entre Petrobras y el flamante dueño de la refinería. Se debe resolver, entre otros aspectos, si la propia Petrobras continúa como proveedora eléctrica de la planta y si los propietarios de las estaciones están de acuerdo en seguir trabajando con la nueva marca.