Confía España en un acuerdo entre la Argentina y Uruguay
La Nación, Buenos Aires
Dependería del resultado electoral
Todo el gobierno español confía en que la
Argentina y Uruguay arribarían a un principio de acuerdo en el conflicto por las pasteras. Sería en la
XVII Cumbre Iberoamericana, que se hará entre el 8 y el 10 de noviembre en
Chile.
Todo está supeditado, sin embargo, al resultado de los comicios del domingo en la Argentina: si las encuestas no fallan,
Cristina Kirchner cobraría protagonismo de ese modo en su primer acto en el exterior como presidenta electa. A su vez, el presidente español,
José Luis Rodríguez Zapatero, será el primer mandatario extranjero en visitarla tanto a ella como su marido, en Buenos Aires, apenas termine el foro allende los Andes.
El principio de acuerdo, sobre el cual nadie pone la firma, pero todo el gobierno español confía, sería el broche de la facilitación del diálogo que emprendió el rey Juan Carlos desde la Cumbre anterior, realizada en noviembre de 2006 en Montevideo. En ella, el presidente anfitrión,
Tabaré Vázquez, y Kirchner procuraron evitarse. Más allá del desenlace, tras la gestión encarada durante el último año por el representante español ante las Naciones Unidas,
Juan Antonio Yáñez Barnuevo, la Argentina no desistiría en su demanda por la instalación de las pasteras ante la Corte de La Haya.
"Lo primero que quiero, como protagonistas que hemos sido y somos de la mediación, es agradecer la buena disposición de los dos países -dijo la vicepresidenta primera del gobierno español,
María Teresa Fernández de la Vega-. Ha habido un posicionamiento positivo tanto por parte de la Argentina como por parte de Uruguay para aportar lo mejor e intentar buscar una solución. Ha habido avances muy importantes para abordar un tema que estaba complicado. Estoy segura de que habrá una solución. Tenemos la esperanza de que antes o después de la Cumbre se llegue a un acuerdo."
La demora en la puesta en funcionamiento de la planta finlandesa Botnia hasta después de las elecciones argentinas significó, a los ojos del gobierno español, un buen gesto del gobierno de Tabaré Vázquez. Del otro lado del río Uruguay, la aparente disposición del gobierno de Kirchner para contener a los asambleístas de Gualeguaychú pretendió ser una señal de conciliación. El traslado de la planta de Ence, de capitales españoles, también facilitó las cosas. "Soy optimista -confesó la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, en un almuerzo con periodistas latinoamericanos convocados por la Fundación Carolina, la Secretaría General Iberoamericana y el Instituto de Empresa de Madrid-. Ni la Argentina ni Uruguay pueden permitirse mantener este contencioso por razones afectivas y económicas. Es muy importante que lleguen a un acuerdo, sobre todo por el ánimo de las dos partes."
Cautela Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, a cargo de
Miguel Angel Moratinos, y de la Secretaría General Iberoamericana, a cargo de
Enrique Iglesias, también se mostraron confiadas en que el diferendo podría resolverse en la próxima Cumbre, pero apelaron a la cautela. Sobre todo, por los comicios en la Argentina. ¿Quiere España liquidar el asunto, en realidad, de modo de liberar al rey de la gestión? "No veo por parte de España prisa alguna por salirse del conflicto-repuso la vocera gubernamental, Gabriela Cañas-. Ya sabíamos que iba a ser complicado, sobre todo cuando se tomó la decisión. Si los peores momentos han pasado, no veo ahora la prisa para salirse de allí."
España vive un momento muy particular: la figura del rey, símbolo de la transición y de la consolidación de la democracia, está expuesta a protestas reducidas de nacionalistas catalanes y de otros orígenes. Es la primera vez que ocurre, así como algún que otro pedido de abdicación transmitido por radio.
Frente a ello, un "monárquico" como
Mariano Rajoy, líder del Partido Popular (PP) y candidato para las elecciones de 2008, no vaciló en afirmar a LA NACION: "Todo lo que se pueda hacer y sea aceptado por las partes a nadie puede caerle mal. La Argentina y Uruguay están condenados a entenderse. Lo que ocurre en la Argentina afecta mucho a los uruguayos. La responsabilidad de ambos gobiernos es tener las mejores relaciones posibles, porque eso va a repercutir en beneficio de todos los ciudadanos".Rodríguez Zapatero
Por Jorge Elías
Enviado especial
El "fantasma" de Fray Bentos • La instalación de Botnia perjudicó el desarrollo del turismo en la localidad de Fray Bentos, Uruguay, y transformó su balneario en un lugar "fantasma", según reconocieron las autoridades uruguayas."Botnia desarticuló el turismo en Fray Bentos", admitió Marcelo Linale, director de Turismo del departamento uruguayo de Río Negro, que agregó que el balneario Las Cañas, sobre el río Uruguay, "es un fantasma", y anunció que es la primera vez que siete llamados a licitación para explotar los servicios del lugar quedaron desiertos.
Dudas en España por la papelera Botnia
Clarín, Buenos Aires
Por: Marcelo Cantelmi
Con la doble inminencia de las elecciones en Argentina y la puesta en marcha de la pastera
Botnia, en
España eluden al máximo nivel precisiones sobre el destino de la gestión facilitadora del Rey, aunque oficialmente la admitan ya como una "encomienda complicada".
Una fuente elevada de la Cancillería española que exigió anonimato, dudó ante la pregunta sobre el litigio y se escudó en la necesidad de la "cautela" en una charla con varios diarios, incluyendo Clarín. La expectativa aquí es que algo suceda en la Cumbre Iberoamericana que se celebrará en
Chile en la segunda quincena de noviembre en la que se supone estarán los presidentes de
Argentina y Uruguay. Pero parece todo teñido de pura esperanza.
La secretaria de Estado para la región,
Trinidad Jiménez, fue la más directa. "Cuando Uruguay y Argentina le pidieron al Rey su intervención, no se iba a negar. Y aceptó sabiendo que era una encomienda complicada", dijo respondiendo a este enviado en un almuerzo con otros periodistas.
¿Y qué se ha logrado? "Bien, hemos conseguido que las dos partes se sienten a discutir. Y puedo decirle que ha habido voluntad de avanzar y se han logrado flexibilizar las posiciones".
Sobre aquello de "complicado" esta joven y vehemente funcionaria recordó que la pastera española se retiró del lugar donde iba a construirse, pero "la finlandesa ya tenía echados los cimientos". Y además "uno de los dos países entró en campaña electoral lo que presionaba contra el trámite del contencioso".
Trinidad remató con una cuota de optimismo. "Eso (la resolución) pesa mucho en el ánimo de las dos partes y tengo el convencimiento de que se llegará a un acuerdo. Pero España, usted sabe, tiene que ser discreta".
La vicepresidenta del Gobierno
María Teresa Fernández de la Vega también fue consultada. Con un tono diplomático, relató con alguna diferencia la historia. Sostuvo que "fue su Majestad quien se ofreció como interlocutor de los dos países y no tenemos más que agradecer la buena predisposición de los dos países".
¿Y qué se ha logrado? "Han habido avances muy importantes", dijo enigmática. ¿Habrá algún anuncio en la Cumbre de Chile dónde también estará el Rey?, le preguntó Clarín. "No se si ahora, sólo le digo que nosotros estamos orgullosos de lo que se ha hecho", completó.
El más extravagante de los consultados fue el presidente de la Comisión de Asuntos Iberoamericanos del Senado,
Luís Manuel Fraga. Hombre del Partido Popular, dijo sobre la crisis de las pasteras: "No sabemos qué va a pasar. España se ha implicado pero no tengo la bola de cristal. Me pueden citar, yo soy amigo de Tabaré (Vázquez) y no tanto de Néstor (Kirchner), pero sé que es inteligente", aseguró.
La respuesta desconcertante obligó a un silencio y el senador advertido siguió: "Es un asunto complejo y difícil y sólo se puede desear que se solucione".
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