Las retenciones petroleras aumentan las disputas entre Lousteau y Moreno

PABLO FERNÁNDEZ BLANCO
Las retenciones a la exportación de petróleo abrieron un nuevo frente de disputa entre el ministro de Economía, Martín Lousteau, y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Según allegados al Gobierno, los roces aumentaron en los últimos días, mientras crece la presión de las provincias por recibir una mayor regalía y la pelea entre las petroleras por el valor del crudo en el mercado interno.

En el último tramo de su mandato, el ex presidente Néstor Kirchner aumentó las retenciones a la exportación de crudo. La medida impulsada por Moreno buscá bajar el precio interno de los combustibles al poner un techo de u$s 42 el barril para el mercado interno. La norma dejó amplias zonas grises que iniciaron otra disputa entre empresas productoras de petróleo (como Pan American Energy, Chevron y Oxy, entre otras), refinadoras puras (Shell y Esso) y las provincias, que vieron sus ingresos por regalías mermados.

A través de la Ofephi, que reúne a los estados productores, canalizaron los reclamos hacia el propio Moreno, que permitió flexibilizar la resolución original y a través de la disposición 1 de la Subsecretaría de Combustibles, se estableció que las empresas deben considerar un barril a u$s 42 para el petróleo Escalante, propio de Chubut, de menor calidad, para liquidar regalías. Eso implica que el crudo de Neuquén se considere a poco menos de u$s 50 y el Hidra, de Tierra del Fuego, puede llegar hasta u$s 56.

En el sector, sin embargo, aseguran que aún persisten zonas grises para definir el precio del petróleo en el mercado interno, algo que debería resolver una nueva norma.

Según pudo reconstruir El Cronista, Moreno impulsa una nueva resolución para establecer los valores de referencia pero con la premisa de que no debe impactar en el precio de los combustibles.

Pero Losuteau, antes de avalarla, envió equipos técnicos a las empresas Pan American Energy (la mayor productora de petróleo), Shell (la mayor destiladora sin crudo propio) e YPF (productora y destiladora) para recabar información sobre los costos en toda la cadena productiva. Una de las ideas que se manejan en el ministerio es otorgar directamente una compensación a las provincias productoras que surgiría de un fondo a integrar con las retenciones al crudo.

Pelea de fondo
La interpretación de las nuevas retenciones al petróleo y los derivados abrió también un flanco de disputa entre productoras y refinadoras. Las primeras, que extraen el petróleo, sostienen que el precio de u$s 42 se debe aplicar sobre el crudo de baja calidad, por lo que no existiría el techo impuesto originalmente por Moreno. Las provincias también consideran al valor como piso y exigen un mayor precio por los crudos de mejor calidad.

Las refinadoras, en cambio, agitan una bandera diferente: quieren que el precio máximo sea de u$s 42, dado que de otra manera no podrían cumplir con la baja en el valor de los combustibles que acordaron con Moreno a principios de año.

“Con los precios al público de hoy, si pagamos más u$s 42 el sector de refinación de combustibles da una pérdida muy fuerte”, aseguran de ese lado del mostrador.

Las provincias esperan una definición
El Cronista, Buenos Aires (www.cronista.com)
Las provincias productoras de petróleo quieren mantenerse al margen de la disputa entre petroleras por el precio del crudo para el mercado interno, pero a la vez no aceptan que la liquidación de regalías se base en un precio máximo de u$s 42 el barril que significa una fuerte pérdida en los ingresos fiscales.

Esta disputa cruzada provocó que algunas productoras dejaron de facturar el petróleo que venden a Esso y a Shell. Otras lo hacen pero no reciben el pago completo. Y todas esperan una definición del Gobierno.

Desde las provincias, que mantienen reuniones semanales por este tema, aseguraron a El Cronista que ‘las retenciones no pueden afectar las regalías. Y no nos vamos a meter en la discusión entre productoras y refinadoras”.

Las provincias llevaron el reclamo más fuerte porque les asestan un duro golpe a sus cuentas.

Entre las más afectadas se encuentran Neuquén, Santa Cruz, Chubut, y Tierra del Fuego, que reciben hasta el 40% de sus ingresos por esa vía.