Con polémica, lanzó México la ley de apertura petrolera
Ámbito Finaciero, Buenos Aires
La ley impulsada por el presidente
Felipe Calderón quedó aprobada en general por una amplia mayoría en una maratónica y agitada sesión de más de cinco horas, en la que una treintena de diputados de izquierda protestaron desde los palcos del recinto.
Al cierre de esta edición, los diputados seguían discutiendo puntos en particular, mientras algunos legisladores trataban de boicotear la sesión.
Los siete dictámenes de los que consta la reforma, que ya habían recibido la luz verde del Senado, conceden mayor autonomía financiera y libertad para efectuar inversiones a la mayor empresa de
México, que aporta 40% de los ingresos fiscales del presupuesto nacional.
El dictamen específicamentereferido a Pemex fue aprobado con 395 votos a favor y 82 en contra, con la oposición de algunos diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que exigieron sin éxito que se detallara la prohibición de dar contratos a privados en exploración y explotación, un tema tabú para la cultura política mexicana.
Los diputados disidentes, entre los que se encontraban legisladores izquierdistas y del PRD, reclamaban atender la propuesta del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador de prohibir la concesión por bloques de la exploración y explotación a empresas extranjeras. López Obrador compitió con Calderón en las elecciones de 2006, en las que denunció fraude.
Reclamo El izquierdista
Javier González Garza, coordinador del
PRD, reclamó a los partidos Revolucionario Institucional (PRI, tercera fuerza) y
Acción Nacional (PAN, gobernante) que expliquen su rechazo a incluir en la ley esa prohibición.
«¿Es por no darle la razón a López Obrador o simplemente se están preparando para hacer negocios al amparo de la ley?», preguntó Garza.
«No hay contratos de riesgo. No hay privatización de Pemex», respondió el diputado del PRI José Ascensión Orihuela Bárcenas.
«Estamos legislando para las futuras generaciones. Con esta reforma Pemex se fortalece en la autonomía de gestión y financiera», replicó por su parte Jorge Rubén Nordhausen, del PAN.
En marzo pasado, los legisladores opositores ya habían logrado frenar la aprobación de la norma, para dar curso a un debate encendido que contó con la participación de intelectuales y dirigentes sociales.
Un enorme dispositivo de seguridad con más de 3.000 policías custodiaba los alrededores del recinto del Congreso, adonde confluyeron seguidores de López Obrador nucleados en el Movimiento de Defensa del Petróleo, formado desde que el presidente Calderón anunció a comienzos de 2008 la reforma de Pemex.
México tiene una nueva ley petrolera
La Nación, Buenos Aires
Tras siete meses de intensos debates, el Congreso mexicano aprobó ayer una histórica reforma energética que, por primera vez desde la nacionalización del sector hace casi 70 años, abrirá las puertas a la iniciativa privada.
La nueva ley, aprobada por 395 votos a favor y 82 en contra, otorga una mayor autonomía a la empresa estatal
Petróleos Mexicanos (Pemex), que podrá realizar contratos de obras y de prestación de servicios con empresas privadas.
El gobierno conservador de
Felipe Calderón (del Partido de Acción Nacional) considera que la reforma revitalizará la producción de crudo, en declive en los últimos tiempos. En los primeros nueve meses del año, la producción cayó un 9,7 por ciento.
La nueva ley sigue impidiendo, no obstante, la privatización de algunas actividades fundamentales, como la construcción de refinerías y la exploración de crudo.
Algunos diputados partidarios del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador (del izquierdista Partido de la Revolución Democrática) tomaron la tribuna del Congreso para protestar por lo que consideran una pérdida de soberanía para México.
La industria petrolera de México estuvo en manos extranjeras hasta 1939, cuando fue nacionalizada por el presidente Lázaro Cárdenas, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que elevó el petróleo a símbolo nacional.
Reforma de la petrolera estatal en México
Clarín, Buenos Aires
El Parlamento de México estaba anoche a un paso de aprobar una polémica reforma legal sobre la poderosa estatal Petróleos Mexicanos (
PEMEX), pese a que un grupo de legisladores de izquierda había ocupado el estrado en oposición a los cambios.
Los bloques de los partidos mayoritarios acordaron la semana pasada dar su visto bueno a siete dictámenes aprobados por el Senado sobre la reforma a PEMEX, cuyo pilar es darle autonomía financiera y libertad para efectuar inversiones a la mayor empresa del país, ícono de los mexicanos. PEMEX aporta el 40% de los ingresos fiscales del país, pero enfrenta graves necesidades de inversión ante una producción declinante.
Los diputados del Partido de la Revolución Democrática (
PRD) y de otros grupos izquierdistas minoritarios señalaron que están a favor de la reforma en términos generales, pero consideran que hay aspectos que deberían clarificarse para impedir que se mantenga abierta la puerta a la privatización de la industria petrolera, nacionalizada en 1938 y considerada desde entonces en símbolo de la soberanía nacional.
La iniciativa aprobada la semana pasada en el Senado rechazó una propuesta del presidente
Felipe Calderón considerada privatizadora por la izquierda y con la que se pretendía que empresas privadas pudieran construir y operar refinerías. Ayer, el ex candidato presidencial y lider del PRD,
Andrés Manuel López Obrador, reiteró su reclamo de que se incluya una cláusula para prohibir expresamente la posibilidad de que a empresas extranjeras se les asignen bloques específicos para explorar y producir crudo.
El gobierno estiman que la reforma proyectada podrá ayudar a reimpulsar la producción de crudo en declive, aunque analistas han estimado que no contiene elementos para revertir la situación actual e incluso que quizá no sería demasiado atractiva para la iniciativa privada.