Energía eólica en Argentina
Argentina.ar
La producción de energía eólica manifiesta un notable crecimiento a partir de la construcción de parques eólicos, que aprovechan, principalmente, los ricos vientos de la Patagonia y la Provincia de Buenos Aires para la generación de energía renovable.
El desarrollo de la energía eólica constituye una de las prioridades de la Argentina en materia de fuentes renovables de energía. En la actualidad existen en el país diversas empresas que, con el apoyo tanto del Gobierno Nacional como de los gobiernos provinciales respectivos, se dedican a la construcción de importantes parques eólicos, que se sumarán en el corto plazo a los que ya funcionan en la Patagonia y el sur de la provincia de Buenos Aires. Asimismo, la actividad está regulada por la Ley Nº 26.190 (Régimen de Fomento Nacional para el Uso de Fuentes Renovables de Energía).
Las condiciones naturales óptimas para la generación de energía eólica –vientos constantes y uniformes en distintas partes de su territorio, principalmente en el sur argentino-, la creación de instituciones encargadas de promover el desarrollo de la actividad –como la Asociación Argentina de Energía Eólica (AAEE) y la Cámara Argentina de Generadores Eólicos (CADGE)-, y la fuerte inversión en proyectos eólicos –como la construcción del Parque Eólico Malaspina, en la Provincia de Chubut-, convierten a la Argentina en el lugar ideal para la producción de este tipo de energía renovable.
Un repentino furor eólico se despertó en la Argentina
Urgente 24
En menos de una semana fueron presentados 2 proyectos (uno de ellos de enorme envergadura) que tendrán como escenario a la patagonia argentina.
El furor eólico parece haberse despertado en la
Argentina tras un largo letargo. En menos de una semana fueron presentados 2 proyectos (uno de ellos de enorme envergadura) que tendrán como escenario a la patagonia argentina.
El de mayor importancia será instalado en
Santa Cruz y según el
Grupo Guascor, la corporación española que llevará adelante su construcción, será el proyecto eólico más grande del mundo.
Se trata de una construcción que brindará una potencia de entre 600 y 900 megawatts, según explicó el presidente de la corporación,
José Grajales. El parque se situará en la localidad de
Pico Truncado.
El empresario firmó el lunes un
Acuerdo de Intenciones para comenzar a hacer realidad el proyecto en el marco de un acto público en
Río Gallegos encabezado por la presidente
Cristina de Kirchner. Grajales indicó que la obra requerirá una inversión de US$2.400 millones y que durante los tres años que demandará su construcción se generarán 300 puestos de trabajo directos y unos 900 indirectos.
El parque involucrará un total de 700 aerogeneradores que se construirán en 6.500 hectáreas que fueron alquiladas por la provincia por un periodo mínimo de 30 años, dijo el empresario.
El titular de
Guascor estimó que la obra comenzará a construirse en unos 12 meses y explicó que hay diversos pasos que cumplimentar, como el permiso de impacto ambiental y la negociación del contrato con la compañía que se encargará de la distribución de la electricidad.
La última etapa "es la organización financiera de todo el proyecto, con fondos nacionales e internacionales", explicó Grajales y precisó que el 30% de los fondos son propios. "Dentro del área local se generará un gran centro de control energético que será modelo a nivel internacional por su tecnología y se creará un centro de formación específica para buscar y formar técnicos en el mundo de la energía eólica", anticipó.
Grajales es uno de los fundadores de
Gamesa, uno de los principales fabricantes internacionales de aerogeneradores del mundo y líder en
España en el sector de la fabricación, venta e instalación de turbinas eólicas.
Neuquén también tendrá uno El
Ente Provincial de Energía del Neuquén (EPEN) y la empresa Ingeniería Sima S.A. firmaron el jueves (28/5) una carta de intención para desarrollar un parque eólico en la zona de Auquinco (entre
Chos Malal y Buta Ranquil, a la vera de la Ruta 40), con una inversión estimada en más de US$123 millones, informó el diario local
La Mañana.
El mayor inconveniente es conseguir la financiación para levantar los 28 molinos, que significarán una potencia instalada de 56 MW. Para ello, intentarán que el proyecto sea incluido en la licitación lanzada por la empresa estatal
Energía Argentina S.A. (Enarsa) para la provisión de energía eléctrica a partir de fuentes renovables.
La iniciativa permite firmar contratos a 15 años con la
Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A. (Cammesa) que comprará la electricidad a precios preferenciales.
Otra de las opciones disponibles, según informó el presidente del
EPEN,
Alejandro Nicola, será destrabar fondos retenidos por
Cammesa correspondientes a la generación de las centrales hidroeléctricas neuquinas. Se trata de unos US$50 millones.
Nicola estimó que para recuperar la inversión en 10 años, con unta tasa del 12% anual, la energía se debería vender a US$135 dólares el MW por hora (Mw/h) ; mientras que a 20 años el precio bajaría a US$102. Sin embargo, esos valores están muy lejos de los 80 dólares el MW/h que se paga por la energía más cara en la actualidad en el país.
Por eso, el
EPEN e
Ingeniería Sima no sólo trabajarán juntos en el estudio, diseño y proyección del parque eólico, sino también en la búsqueda de financiamiento.
Potencial desaprovechado En la
Argentina, en especial sobre su región patagónica, sopla viento de sobra. Si su territorio estuviera plagado de molinos, el país podría generar energía eólica por hasta 2.000 gigawatts(GW). Pero los pocos emprendimientos de este tipo que existen aportan 30 MW, una ínfima parte del potencial. Lo reveló un estudio de la
Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER), que reclamó al Gobierno una política que estimule nuevas inversiones en ese sector.
El trabajo hace una comparación odiosa para mostrar las oportunidades que el país se está perdiendo por no incentivar de manera adecuada este tipo de energías limpias. Indica que el Gobierno gastó en 2008 cerca de US$1.800 millones para importar electricidad de Brasil y fueloil de Venezuela para enfrentar su déficit de energía. El costo promedio de esas compras fue de US$230 por MW/h. "Si se hubiese destinado el 15% de dicho gasto a la compra de energía eólica, se podrían haber instalado cerca de 700 MW eólicos, atrayendo inversiones por US$1.500 millones", aseguró la cámara.
La
Argentina cuenta, a partir de la Ley 26.190/06, con un plan para el desarrollo de energías renovables. Su objetivo es que en 2016 ese tipo de energías lleguen a cubrir 8% de la demanda total, o el equivalente a 2.500 MW. Para esto, según la previsión oficial, se necesitarán instalaciones eólicas que demandarán inversiones por entre US$2.200 y 2.700 millones.
La
CADER recordó que, sin embargo, pasados tres años todavía no se avanzó en la reglamentación de esa ley. Y señaló que, en ese contexto, "el marco legal vigente lamentáblemente no genera las condiciones" para el desembarco de las inversiones necesarias.
Desde 1994, en el país se han instalado 45 parques eólicos de baja potencia, principalmente de la mano de cooperativas eléctricas. La última incorporación ha sido una turbina de 2 MW instalada por la minera Barrick en su mina Veladero, de
San Juan.
Y en danza hay una serie proyectos impulsados por el propio Estado en la región patagónica, que incorporarían 300 MW de potencia. Adicionalmente hay iniciativas privadas para generar 25 MW en
La Rioja (IMPSA), otros 100 MW en dos parques en
Comodoro Rivadavia (Pampa de Malaspina y Transpa) y unos 50 MW en
Bahía Blanca (ABO Wind). Lejos del producto potencial.
*La información y las opiniones aquí publicados no reflejan necesariamente la línea editorial de Mining Press y EnerNews