Los rebeldes separatistas de la república rusa de Chechenia se han atribuido hoy la responsabilidad de la explosión que se produjo el pasado lunes en la mayor planta hidroeléctrica de Rusia, en el sur de Siberia, que hasta ahora se consideraba un accidente.
La explosión de la central de Sayano-Shushenskaya, en el sur de Siberia, provocó la muerte de 76 personas. La mancha de vertidos como consecuencia del atentado que contamina el río Yenisei se extiende ya 80 kilómetros, lo que adquiere visos de catástrofe ecológica.
El día del ataque, el portavoz del departamento regional de Emergencia Dmitri Kudriávtsev, aseguró que no había "datos que apunten a una explosión", con lo que descartaba un ataque terrorista. "La principal versión es que la avería la causó un golpe de agua", dijo entonces.
Ataques suicidas
Además, al menos cuatro policías han muerto hoy en una serie de ataques suicidas perpetrados en Grozni, la capital de Chechenia, según fuentes de la Fiscalía de esa república rusa en el Cáucaso Norte. "Ha habido explosiones en las calles Pervomáiskaya, Bodan Jmelnitski, Zhukovski y en el barrio Oktiabrski. En todos los casos se trata de terroristas que se desplazaban en bicicletas y que detonaron las cargas explosivas que llevaban consigo", ha dicho un portavoz de la Fiscalía citado por la agencia Interfax

Cifra de muertos por explosión en hidroeléctrica en Rusia sube a 69

El saldo de muertos que dejó una catastrófica explosión en la mayor central hidroeléctrica rusa subió a 69 el domingo, después que los equipos de emergencia descubrieran tres cuerpos más entre los escombros de la vieja planta siberiana.

Al mismo tiempo continuaba la búsqueda de seis trabajadores desaparecidos tras la explosión, cuyo motivo sigue sin conocerse.

El incidente del 17 de agosto en la presa y central Sayano-Shushenskaya, en Siberia, ha aumentado el temor a los problemas que pueden acarrear las anticuadas obras de la infraestructura rusa.

Muchos se preguntan también qué pasará con el suministro de electricidad a las centrales de aluminio de la zona, que usan mucha energía y son clave para la economía de la región.

Vasily Zubakin, el presidente interino de la operadora de la central, dijo el domingo que probablemente las instalaciones volverán a funcionar en tres años, reportó la agencia noticiosa RIA-Novosti.

El ministerio de Situaciones de Emergencia dijo en un comunicado que se han encontrado tres cuerpos más, lo que eleva el saldo total de muertos a 69.

Prácticamente no hay ninguna posibilidad de encontrar vivos a los seis trabajadores desaparecidos en una inundada sala de turbinas.

Zubakin dijo que el coste de reconstruir la central será menos que los estimados 1.200 millones de dólares (40.000 millones de rublos), pero no ofreció una nueva cifra.