Clarín
Por Marcelo Bonelli
En forma extraoficial, el Fondo Monetario Internacional comunicó al Palacio de Hacienda que el informe final sobre el INDEC será crítico y que sus conclusiones serán lapidarias contra la manipulación de la estadística.
Nicolás Eysaguirre, el burócrata del FMI, se lo trasmitió a Amado Boudou, que ahora estaría tratando de bloquear la llegada de una nueva misión del FMI en abril, para entregar las conclusiones del crítico documento.
El texto fue elaborado por el economista Robert Rennhack y su principal conclusión es la siguiente: que en el INDEC no hay un problema metodológico, sino serias distorsiones en la forma como se incluyen los datos sobre la evolución de los precios .
En otras palabras: que Guillermo Moreno y Amado Boudou no incluyen los valores reales de mercado y directamente manipulan los precios que se utilizan para elaborar el índice de inflación .
También el equipo de Rennhack concluyó que al subvaluar la inflación, la Argentina provocó un efecto virtual: el crecimiento económico que se promociona está sobrevalorado.
El texto confirma el borrador preliminar que la misión del FMI se llevó de Buenos Aires, después de trabajar con Norberto Itzcovich y de consultar con varios economistas privados en diciembre.
Eyzaguirre, director del Hemisferio Occidental, comunicó que las conclusiones estaban listas y que el FMI pretendía entregarlas en Buenos Aires antes de que sean elevadas al directorio del FMI.
Utilizó el diálogo directo con Boudou y también la gestión de María González, la delegada permanente del Fondo en Buenos Aires. Eyzaguirre también le informó –por cortesía– al delegado argentino en el FMI, Alfredo Mc Laughlin, quien tiene una influencia nula en la Casa Rosada.
Boudou tuvo una reacción inesperada frente a la noticia. Primero se opuso a que llegue otra misión en abril para entregar el documento oficial . Pero enfurecido, amenazó con salir a criticar al FMI y utilizar ese ataque para su campaña política doméstica en la Ciudad de Buenos Aires.
La respuesta que llegó desde Washington fue contundente.
El equipo de Eyzaguirre insistió que una crítica de Argentina, ahora beneficiaba al Fondo Monetario, dado el bajo grado de credibilidad internacional que tiene el equipo económico de Boudou . Eyzaguirre comunicó que si Argentina no recibe otra misión, el documento contra el INDEC se aprobaría y difundirá en la próxima Asamblea del FMI, que se hará a fin de abril en Washington.
La actitud de Boudou obedece a una cuestión central: por primera vez y en forma oficial, el FMI comunicaría a los centros financieros internacionales que no es confiable la estadística económica de la Argentina . El trámite tiene el aval de Dominique Strauss-Kahn. La decisión del jefe del FMI de viajar a Montevideo y no tocar Buenos Aires está relacionada al conflicto por el informe del INDEC. Strauss-Kahn ya había tenido cortocircuitos cuando en noviembre el Club de París habilitó una negociación con Argentina sin reclamar una previa auditoría del Fondo.
Ahora se conoce que Strauss-Kahn criticó duramente a Ramón Fernández, titular del Club de París.
Lo acusó de político ingenuo y de no prever que ese gesto sólo iba a ser utilizado políticamente por la Casa Rosada. La respuesta de Fernández fue endurecer la negociación del Club de París y reclamar un virtual pago al contado en 18 meses de plazo. Pagar así sería un pésimo negocio para la Argentina, en momentos que se debilita el superávit comercial.
Ahora el titular del Club de París trasmitió a la comunidad financiera que era preferible esperar al próximo gobierno y congelar la negociación actual con Boudou.
El tema se conversó entre los banqueros, preocupados por el efecto de la crisis de Japón. Un informe confidencial de la Asociación de Bancos extranjeros dice que el impacto financiero y económico sería similar al ocurrió en el 2001 cuando se derribaron las Torres Gemelas, con la salvedad de que la economía japonesa es más chica que la de los Estados Unidos.
Los banqueros están igual en una interna feroz por la futura conducción de ABA , que enfrenta a Enrique Cristofani del Santander-Río, con Juan Bruchou del City. Cristofani está ganando la pulseada y ubicaría como presidente de ABA a Claudio Cesario. Para eso tiene el apoyo de Antonio Losada, del HSBC, y de Ricardo Moreno, del Francés.
El trío quiere fortalecer ABA y utilizar la nueva gestión para enfrentar y ponerle límites al Banco Central .
Entre los banqueros también se admite que la ofensiva de Guillermo Moreno contra los consultores privados está relacionada al duro dictamen del FMI . Rennhack, el delegado del Fondo que estuvo en Buenos Aires, basó buena parte de sus conclusiones en los comentarios de economistas ahora sancionados como Miguel Bein, Rogelio Frigerio (n) y Jorge Todesca.
Moreno tendría un objetivo primario de venganza personal con algunos de ellos, como el caso de Graciela Bevacqua. Hasta llegó al colmo con Miguel Kiguel: como no hace indicadores, lo sancionó porque dice que vulneró la ley de Metrología, que normaliza pesas y medidas.
Pero en realidad, el Gobierno tendría otro trasfondo político: ante el inminente informe del FMI, buscaría enlodar y complicar a aquellos que le dieron sustento a los argumentos del Fondo Monetario .
Se trataría de una estrategia para embarrar la cancha, aunque tiene que superar otro escollo. Varios líderes de la oposición, estarían negociando promover actividades parlamentarias que terminen en una interpelación a Amado Boudou.