Por Raúl Kollmann e Irina Hauser
El primer cruce de perfiles dio negativo
Página/12
Las muestras genéticas de Marcela y Felipe Noble Herrera fueron comparadas ayer con los Lanoscou-Miranda y los Gualdero-García. Hoy comenzará el entrecruzamiento con el resto de las familias registradas en el Banco Nacional de Datos Genéticos.
En el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) se hizo ayer el primer entrecruzamiento de perfiles genéticos en la causa Noble Herrera. Por un lado, el de Marcela y Felipe Noble Herrera y, por el otro, el de las familias querellantes, Lanoscou-Miranda y Gualdero-García. Ambos dieron negativo. Los Lanoscou-Miranda buscan a su nieta Matilde, robada durante la operación en la que fueron asesinados sus padres, en Acassuso. El perfil genético de Marcela se comparó con esas dos familias. Por su parte, los Gualdero-García buscan a un varón, nacido después del secuestro de María del Carmen Gualdero, en 1976, cuando estaba a punto de dar a luz a un bebé concebido con Ernesto García, asesinado el año anterior. El entrecruzamiento con Felipe también dio resultado negativo. A partir de hoy se hará la comparación con el resto de las familias que buscan a sus nietos.
Durante el entrecruzamiento realizado ayer estuvieron presentes la jueza Sandra Arroyo Salgado, la fiscal Rita Molina; los abogados de Abuelas de Plaza de Mayo, los de las familias querellantes y los letrados de Marcela, Felipe y Ernestina Herrera de Noble. Junto con ellos, participaron los peritos genetistas y el proceso fue dirigido por la titular del BNDG, Belén Rodríguez Cardozo.
Existe el compromiso de confidencialidad por parte de los genetistas, los abogados y todos los participantes. Sin embargo, los resultados trascendieron casi de inmediato y luego, en forma pública, la fiscal los confirmó. Ya hace años los Noble Herrera habían aceptado el entrecruzamiento sólo con las familias querellantes. Sin embargo, Abuelas de Plaza de Mayo insistió siempre en que la comparación de perfiles genéticos debía hacerse con todas las familias que buscan nietos, por cuanto no se puede confiar en ninguna de las fechas que figuran en el fraudulento trámite de adopción que en 1976 llevó adelante Ernestina Herrera. Está totalmente probado que las adopciones se hicieron con documentos y testigos falsos y con burdas versiones de los hechos, incluyendo que la empresaria se encontró a un bebé, en una canastita, en la puerta de su casa.
Además de las familias querellantes, hay otras veinte que figuran en la causa y que creen que Felipe y Marcela podrían ser sus nietos. Debe tenerse en cuenta que la jueza Ofelia Hejt –ya fallecida–, que actuó en el caso de la adopción, tiene el antecedente de haber participado en la entrega de un hijo de desaparecidos. Eso se suma a la irregularidad de los trámites de adopción y levantó las sospechas que los Noble Herrera podrían haber liquidado haciéndose la extracción voluntaria de sangre en 2002, cuando ni siquiera eran gobierno los Kirchner. Desde entonces, apelaron todas las decisiones de los jueces y evitaron el entrecruzamiento de todas las formas posibles. Incluso hubo que allanar sus viviendas en dos ocasiones, lo que todavía levantó más sospechas: en la ropa interior de Marcela se encontraron perfiles genéticos de dos personas y en los calzoncillos de Felipe, ADN de un hombre y una mujer.
Según los genetistas, el entrecruzamiento se hace de dos maneras. Por un lado, informático, con los perfiles ya incorporados a una computadora del BNDG. Pero también se hace un chequeo manual, con la impresión de los electroferogramas, en los que están plasmados los perfiles. Los genetistas ven los picos en cada electroferograma, comparando lo que se ve en un papel con lo que se ve en otro papel. Esos dos métodos se habrían usado ayer y se usarían también en el resto del entrecruzamiento que sigue hoy, primero con los hijos de desaparecidos de 1976 y luego con los de 1977. La lógica es que entre hoy y mañana estén los resultados definitivos.
Caso Noble Herrera: el primer cotejo de ADN dio negativo
Clarín
Se confirmó que Marcela y Felipe no tienen vínculo biológico con las familias que los reclamaban desde hace años como supuestos hijos de desaparecidos. En 2003 los hermanos ya habían dado muestras para la prueba que recién se hizo ayer.
La Justicia comprobó ayer que los perfiles genéticos de Marcela y Felipe Noble Herrera no coinciden con los de las dos familias querellantes en la causa por la filiación de los dos hermanos, lo que deja en claro que no tienen vínculo biológico.
Tal como lo dispuso la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, la comparación de ADN se llevó a cabo en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG), que funciona en el hospital Durand, en presencia de la jueza, la fiscal Rita Molina y peritos de todas las partes.
El trámite de ayer por la mañana es el primero que se realiza luego de que la Justicia aceptara el pedido de los hermanos Noble Herrera de ofrecer nuevas muestras de ADN para compararlas con todas las del Banco Nacional de Datos Genéticos, donde familiares de desaparecidos buscan a bebés nacidos durante la dictadura o apropiados. Los perfiles de Marcela y Felipe Noble Herrera fueron comparados con los de las familias Lanoscou-Miranda y los Gualdero-Garcia, querellantes en esta causa desde hace diez años.
La agencia oficial de noticias Télam había publicado la información sobre los resultados negativos de las muestras de los hermanos Noble Herrera, pero minutos más tarde eliminó llamativamente la publicación de su sitio web. El cable original se publicó a las 14.49 en la cablera, y 11 minutos después se reescribió esa nota y se subió al portal que tiene en Internet.
Luego se dio de baja el cable.
La inexistencia de lazos biológicos con estas dos familias podría haberse confirmado hace ocho años, cuando los hijos de la directora de Clarín, Ernestina Herrera de Noble, ofrecieron realizarse una muestra de ADN para compararlas con ambas familias. El examen fue ofrecido en 2003, ordenado por la Justicia en 2004, y luego ratificado por todas las instancias judiciales, incluso la Corte Suprema.
Pero el análisis no pudo concretarse por las sucesivas apelaciones de los abogados de estas dos familias querellantes, que se opusieron hasta hoy a la modalidad ordenada por los jueces. Ocho años después, el BNDG confirma el resultado negativo al terminar la primera etapa de cotejo que incluyó sólo a las familias querellantes.
Luego vendrá una segunda etapa de cotejo con los 54 casos de nacimientos producidos entre 1975 y 1976, que comenzará hoy, y después con la totalidad del BNDG.
Tanto Marcela y Felipe -que escribieron una carta abierta en 2010- como sus abogados, siempre sostuvieron que no había ningún elemento que pudiera vincularlos con personas desaparecidas. De hecho, por las fechas de sus adopciones resultaba imposible que tuvieran vínculo biológico con las familias García-Gualdero y Miranda-Lanuscou. En el caso de Marcela, además, su grupo sanguíneo difería del de Matilde Lanuscou, que fue secuestrada en septiembre de 1976, meses después de la adopción de Marcela. Sin embargo, ambas familias siguieron sosteniendo su querella hasta el día de hoy, e incluso el abogado de una de ellas, Pablo Llonto, tuvo una permanente actitud de ataque a los hermanos y a su madre, Ernestina Herrera de Noble.
Estos pasos pudieron llevarse adelante luego de la decisión tomada por Marcela y Felipe de no apelar un fallo de la Cámara de Casación que los obligaba a otra extracción compulsiva y su entrecruzamiento con un número limitado de familias. La resolución establecía que debía confrontarse el ADN con los registros de familiares de desaparecidos hasta el 13 de mayo de 1976, en el caso de Marcela, y hasta el 7 de julio del mismo año, en el de Felipe, teniendo en cuenta la fecha de su adopción.
El 17 de junio, los hermanos presentaron a través de sus abogados un escrito a la jueza en la que pidieron que su ADN se compare “cuanto antes” con todos los perfiles genéticos del BNDG . Lo hicieron a pesar de que en todos estos años nunca tuvieron indicio alguno de poder tener vinculación biológica con desaparecidos.
Los hermanos adoptaron esta decisión para “poner fin al acoso y la persecución que ellos y su madre vienen sufriendo desde hace diez años” , y que se volvió más brutal desde hace tres, con presiones y hostigamientos oficiales que no respetaron en absoluto sus derechos.
Para poner fin a esta persecución, ambos concurrieron el 24 de junio al BNDG, donde se les tomó nuevamente muestras de sangre y saliva.
Fue la cuarta vez que ofrecieron muestras, algo que sin precedentes en el país.
El trazado de su perfil genético se concluyó el 31 de junio pasado. La jueza Sandra Arroyo Salgado decidió que la primera comparación se realizase con las muestras de las familias querellantes, que tal como se comunicó ayer, dio resultado negativo.