Mal recuerdo. Las petroleras y el Gobierno prometieron que esta imagen pasará al olvido en tan sólo 48 horas.
Las góndolas de los súper y los mostradores de panaderías y carnicerías tardarán entre una y dos semanas en recuperar su abastecimiento normal en todo el país, incluso si los cortes de rutas terminan de levantarse esta madrugada. En las estaciones de servicio se ilusionan con regularizar su trabajo a partir del lunes. En esa expectativa coinciden transportistas, petroleras y fuentes del Gobierno. Algunas provincias como Santa Fe y Tucumán ya empezaron a recibir a los camiones cisternas.
La presidenta de la Federación de Expendedores de Combustibles (FECRA), Rosario Sica, dijo que el abastecimiento en la ciudad de Buenos Aires y en el conurbano era “casi normal” porque no estaban bloqueadas las refinerías de Dock Sud (Shell) ni la de La Matanza (YPF). “Es decir, con los cupos y sin que sobre. Ése es el escenario”, explicó. “En el interior, la situación es más complicada porque hay plantas bloqueadas”.
Las grandes cadenas de hipermercados culparon al campo por los huecos en sus estanterías. Y reclamaron el “inmediato levantamiento” de los piquetes, en una inusual solicitada de las dos entidades que reúnen a las firmas del rubro. Los negocios más chicos hicieron lo propio en una conferencia de prensa, donde también adelantaron que habrá demoras en el pago de aguinaldos a sus empleados.
Todos los fabricantes y comerciantes de alimentos negaron al unísono que los precios se hayan acelerado por la crisis, tal como detectaron las encuestas independientes en las últimas tres semanas. “El principal problema son los faltantes”, dijo el vocero de la cámara de autoservicios chinos, Miguel Calvete, quien dio cuenta de una “situación crítica” en el interior.
Los panaderos y molineros, más pesimistas, calcularon que recién en 20 días la oferta de pan y harina volverá a su cauce habitual. “Ojalá sea cierto lo que dice De Angeli, porque muchas veces anunció que levantaban los cortes y después mintió”, disparó el presidente de la Federación de la Industria del Pan, Rubén Salvio.
A los panaderos. las bolsas de harina de 50 kilos (con las que hacen 65 kilos de pan) les aumentaron de 47 a 100 pesos por el lock out agrario. “Si las cosas no cambian, la semana que viene cierra un 90% de las panaderías”, advirtió.
Aunque ayer entraron 6.913 cabezas al mercado de hacienda de Liniers, los dueños de los frigoríficos no festejaron. “En toda la semana entraron 9.000 animales y en una semana normal se reciben 40.000. Y eso cubre sólo la mitad de la faena, que se complementa con remates privados”, aclaró el presidente de la Cámara de la Industria Frigorífica, Américo Bermejo.
Los enlatados, aceites, galletitas, fideos y harinas escasean en la mayoría de las ciudades grandes del interior. Los faltantes más graves se dieron en Córdoba. En muchos casos se agravan por la sequía de gasoil, que impide que circulen los camiones cuando los piquetes no les cortan el paso.
El gerente de la Asociación de Distribuidores Mayoristas, Lucas Pavicich, apuntó que “con los productos de limpieza no hay problemas porque se producen cerca de las grandes ciudades. Pero en el resto de los artículos de consumo masivo la escasez es muy grave”.
Los únicos que no protestaron son los mayoristas de frutas. “En el primer lock out tuvimos que tirar 21 camiones de mercadería. Esta vez venimos zafando”, dijo Fabián Zeta, jefe de la entidad que reúne a los operadores del Mercado Central.
Sostienen que falta combustible por razones “ajenas” al conflicto
El Ancasti, Catamarca
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La decisión de levantar los cortes de ruta en gran parte del país permitió que ayer la industria alimenticia Arcor, radicada en Recreo, recibiera insumos para poder seguir produciendo. La fábrica estaba en estado de alerta y desde el martes había suspendido a 150 de sus 600 empleados.
El secretario gremial del Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimenticia, José Alberto Herrera confirmó anoche la llegada de materia prima y anticipó que parte del personal suspendido –los que trabajan en las primeras líneas de producción- serían convocados a reincorporarse a sus tareas; mientras que el resto de los empleados suspendidos podría retomar su trabajo el martes próximo.
De todos modos, aclaró que la normalización de las tres fábricas que tiene la firma en Recreo estará sujeta a la coyuntura del país.
La entidad que agrupa a las fábricas afirmó que hay refinerías cerca de la provincia que no fueron afectadas por los piquetes del agro. “No tenemos por qué estar con este inconveniente”, evaluó.
La Unión Industrial de Catamarca (UICA) especuló que la falta de combustible que afecta a la provincia obedece a razones “ajenas” al conflicto agropecuario, y que las refinerías desde las que se proveen las estaciones de servicio locales no fueron afectadas por los cortes de ruta que sí dificultaron el abastecimiento en otros puntos del país. “Creo que por encima de lo que realmente producen los cortes del campo, acá hay algo raro. El combustible no está viniendo por otras razones, no porque no dejen pasar los camiones”, sostuvo ayer el presidente de la entidad, Raúl Colombo.
El empresario recordó que “tenemos refinerías en el norte y en Córdoba que abastecen a Catamarca. No tenemos por qué estar con este inconveniente”, afirmó.
Aunque la falta de naftas y gasoil viene complicando desde hace más de una semana a los catamarqueños que poseen vehículos, para las industrias la situación se volvió especialmente delicada.
Ya hace unos días, Colombo acompañado de otros directivos de la UICA comentó los problemas que la falta de gasoil estaba provocando a las plantas fabriles. El déficit de combustible afectaba no solamente el funcionamiento de las máquinas en distintos procesos productivos, sino que también impedía a los empleados movilizarse normalmente.
Esta semana, el titular de la Asociación Obrera Textil (AOT), Jorge González, dijo que la falta de diesel estaba impidiendo además el uso de los generadores eléctricos, con los cuales las industrias hacen frente a las reducciones en el aporte desde la red de energía. Y comentó su preocupación por las consecuencias para la actividad de las empresas en los momentos en que, obligadas por la distribuidora a mermar su demanda, no puedan hacer funcionar los grupos electrógenos.
Colombo dijo a EL ANCASTI que a pesar de la crisis de abastecimiento de distintos insumos, “se ha seguido trabajando, con muchos inconvenientes, pero no se llegó paralizar la actividad por completo”.
Consultado sobre posibles restricciones de gas natural a las fábricas para garantizar el consumo domiciliario, dijo que “aún no he tenido una comunicación que deba consumir menos”. “Hace cinco días que me autorizan a pesar del frío, cuando el año pasado no era así. No sé a qué se debe; puede ser porque se desactivó algún sector de la industria en algún otro lado, por lo del campo”, estimó.
En 2007, las fábricas locales sufrieron grandes restricciones de gas y electricidad, por una decisión del Gobierno nacional para asegurar el consumo domiciliario durante un invierno especialmente duro. La medida implicó que durante casi 70 días consecutivos, se aplicaron cortes de ocho horas a unos 5000 grandes usuarios en todo el país. En Catamarca, varias empresas del área industrial El Pantanillo sufrieron mucho por las restricciones y tuvieron que adelantar licencias al personal para no suspenderlo.
Colombo espera que con el levantamiento de las medidas de protesta del agro –mientras debaten el proyecto de las retenciones móviles en el Congreso- , se normalice la provisión de insumos a las fábricas catamarqueñas. La liberación de las rutas permitirá también que varias de ellas, que tienen los depósitos llenos con mercadería, puedan sacarla de la provincia e ingresarla en el mercado.
Churros, café y mandarinas amenizaron la esperapara cargar combustible
En la década del `80, el por entonces actor Luis Brandoni y el chileno Patricio Contreras hacían en una serie de la televisión que pintaba de cuerpo entero el ingenio y la habilidad de los argentinos para ponerle el pecho a la falta de trabajo, las crisis y la ausencia de oportunidades.
Los actores, entonces, salían cada día a vender en la calle una cosa distinta, lo cual traía aparejadas las más disímiles situaciones y circunstancias que le daban color a la tira, que justamente se llamaba "Buscavidas".
Ahora, crisis del campo y desabastecimiento mediante, las colas para conseguir combustible en los últimos días fueron las postales de cada jornada no sólo en esta Capital, con conductores esperando más de siete horas en algunos casos para cargar un poco de nafta en el tanque.
Esas esperas generaron la aparición de todo tipo de vendedores: de churros, de café, de diarios (la gente que hacía cola durante la madrugada aguardaba la llegada de los canillitas con la mayor expectativa), de mandarinas, de artículos para el automóvil, y de una infinidad de productos que servían para amenizar las horas de plantones que hacían los conductores.
También, como ya lo reflejó este diario, surgieron oportunistas: los "bidoneros" o revendedores de combustible, que cargaban en bidones el combustible y se iban displicentemente hasta el final de la cola de automovilistas para ofrecer el valioso cargamento a un precio que tenía, en el mejor de los casos, 10 pesos más de incremento. El atrevimiento originó que los responsables de las estaciones de servicio decidieran no vender más en bidones a nadie.
Según se supo, surgieron otros que directamente se ofrecían a hacer la cola por el dueño del automóvil. Como en general las colas no duraban menos de 3 horas, se optaba por entregar el vehículo, a cambio también de un precio módico.
Mate, insultos y vergüenza ajena
Diario de Cuyo, San Juan
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Historias en las playas de las estaciones de servicio, tras la escasez de combustibles.
Viernes 20 de junio, 10:30 horas. El frío calaba hasta los huesos. Alfredo Videla estaba desde las 8 de la mañana haciendo cola para conseguir gasoil. "Ahora estoy llevando espinacas. Si no hago el flete no como", dice, mientras encendía la llama y ponía a calentar la enésima tetera tiznada para tomarse unos mates. Desde adentro de la cabina de su camión Chevrolet modelo '76 miraba con angustia los 200 metros de cola que todavía le quedaba para llegar al surtidor en una estación de servicio de Rawson. Es que no sólo la espera era desesperante, sino que ese tiempo no era garantía de que iba a poder cargar diesel, porque ya antes le pasó que faltando uno o dos vehículos le avisaron que se terminó el gasoil y tuvo que salir a buscar otro lugar dónde cargar. Así como la de Alfredo, la escasez de combustible generó un mundo de nuevas historias en las playas de las estaciones de servicio.
El mate sobre el parabrisas del camión es la imagen más común. Pero 5 minutos al lado de un surtidor basta para conocer la otra cara de la moneda: la de los playeros. "Acá hacemos hasta de psicólogos. Algunos nos insultan, otros nos prepotean, otros se pelean entre ellos porque no respetan la cola... Cargamos con toda la bronca de la gente", comentó ayer Carlos Tejada, playero de una estación en avenida Rawson y Diagonal Don Bosco. Y justo en ese momento, a media mañana, se terminó el gasoil y tuvo que dar la mala noticia a los clientes: "No va más... se terminó", decía a los gritos por los surtidores, mientras la cobraba con vergüenza ajena a un fiel cliente que es empresario minero y solo alcanzó a cargar 6 litros en su camioneta, siendo que le había pedido que le llenara el tanque. Otro playero fue y dio vuelta la pizarra que de un lado decía "Solo hay diesel". Del otro, "No hay diesel". Lo que generó una serie de portazos en los vehículos de los clientes que esperaban.
YPF dice que antes de fin de mes manda más combustible a San Juan
Diario de Cuyo, San Juan
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Lo admitió ayer un directivo de la red Cuyo. Es lo que pidió el gobierno. También empezó a reestablecerse la provisión de las petroleras Petrobras, Esso y Shell
ELIZABETH PÉREZ Y MARCELO BUSTOS HERRERA - DIARIO DE CUYO
El Director de la Red Cuyo de Repsol-YPF, Gustavo Amideo, aseguró ayer que ya recibió la orden desde Buenos Aires para abastecer antes de fin de mes a las estaciones de servicio sanjuaninas con un incremento en el volumen de combustibles, además de separar de ese volumen, el gasoil con aditivos especiales que se les envía a las mineras de San Juan.
Si bien no pudo precisar el porcentaje del incremento que estarían recibiendo los estacioneros, Amideo aseguró que el normal abastecimiento comenzó ayer con las salidas de los camiones desde la Destilería de Lujan de Cuyo en Mendoza y se prolongará hasta fin de mes para cumplir con los compromisos que la empresa cerró con el gobierno de San Juan.
Ayer también, con las rutas liberadas, comenzaron a llegar los camiones de combustible de Shell, Esso y Petrobras, lo que trajo alivio al 20% de estaciones de servicios qeu trabajan con esas marcas.
Ambos factores provocaron que ayer al mediodía ya no se observaban las largas colas de automovilistas que fueron un escenario común en las últimas dos semanas. Fue cuando los cortes de ruta impidieron la normal llegada desde las destilerias del centro y este del pais, en tanto que ls estaciones de YPF advirtieron que estaban recibiendo desde la Planta de Lujan de Cuyo en Mendoza un menor volumen a lo acostumbrado, lo que agravó la escasez.
Por eso el jueves pasado, el gobernador José Luis Gioja se comunicó telefónicamente con los directivos de la petrolera y acordó el envío de un volumen extra de combustibles para las estaciones expendedoras de San Juan, además de solicitarle que separara de ese volumen, el combustible que se les envía a las empresas mineras.
Las petroleras deben entregar a las estaciones de servicios el cupo mensual equivalente al mismo mes del año pasado, más un 8% extra que se calcula que es la incidencia del crecimiento del producto Bruto Interno del país en el último año.
Según dijo entonces el Ministro de la Producción, Raúl Benitez, "lo que venía sucediendo es que YPF no enviaba el volumen extra y además, la petrolera estuvo incluyendo en el total de los envíos la parte de combustible que corresponde a las mineras". Fue por ese motivo que el gobernador solicitó que el combustible minero quede afuera del abastecimiento de las estaciones de servicio.
Por su parte, el funcionario de Repsol-YPE, aseguró que "efectivamente, el abastecimiento a las redes de estaciones de servicios urbanas es un canal totalmente diferente al utilizado para abastecer a las mineras de esa provincia, por lo que antes de fin de mes quedaría normalizado ambos canales". El gasoil minero representa aproximadamente unos 6 millones de litros/año que la petrolera envía directamente a las compañías del sector (Veladero, Gualcamayo), con aditivos especiales para soportar temperaturas extremas bajo cero en la cordillera.
Actualmente, Repsol-YPF abastece el 80% de las estaciones de servicio de San Juan, mientras que el 20% restante se abastecen por las compañías: Shell, Petrobras y Esso.