Clarín, Buenos Aires
Por: Pablo Stefanoni
El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, envió a La Paz a su vicepresidente y consejero en temas petroleros, Samareh Hashemi, para avanzar en los acuerdos bilaterales firmados el año pasado. Y, en vista de su histórico triunfo en el referéndum del pasado domingo, felicitar a Evo Morales y reafirmar los lazos entre ambas naciones que recién iniciaron relaciones diplomáticas con la llegada de Morales al poder. "He venido para decir que los dos gobiernos están uno al lado del otro y nos hacemos presentes en las victorias del pueblo boliviano", dijo Hashemi.
En setiembre de 2007 Ahmadinejad visitó Bolivia por unas pocas horas, suficientes para firmar acuerdos de inversión por 1.100 millones de dólares, desatar las críticas de la derecha y generar malestar en la Embajada de EE.UU. Aquella vez, Morales se refirió al presidente iraní como un "compañero revolucionario".
El enviado persa expresó que Teherán está dispuesta a brindar asistencia técnica a Bolivia para la instalación de una refinería petrolera y tareas de exploración y explotación de hidrocarburos. También hubo reuniones con productores arroceros para transmitirles la experiencia iraní, gran productor de ese grano. "Los pueblos de Irán y Bolivia no quieren ser dependientes de otros países. Esto significa que no quieren obedecer las políticas de las potencias, como EE.UU.; eso significa que estamos en un frente común, estamos juntos", sostuvo Hashemi. Y recordó que hace 30 años en Irán se consumó un golpe de Estado con la ayuda de EE.UU., pero bajo un verdadero liderazgo se logró "expulsar al invasor". Meses atrás, Irán habló de abrir en Bolivia una oficina de su televisión estatal. Y en estos días, se anunció la creación de una empresa estatal de cemento con apoyo financiero iraní y venezolano. Dentro de la construcción de puentes económicos hacia Africa y Oriente Medio, Bolivia también estableció el miércoles relaciones diplomáticas con Libia.