Aseguran haberlas visto de noche y que habrían pertenecido a un zoológico que cerró.
Los vecinos de Ezeiza denunciaron a la Dirección de Fauna de la Provincia de Buenos Aires que "hay dos panteras negras que están sueltas en los terrenos del Centro Atómico de la zona y que salen a comerse la basura de las casas". "Los animales —comentan los vecinos— se habrían escapado del ex zoológico de Cutini que funcionaba cerca de allí".
A sólo 20 minutos de la Capital, se encuentra el Centro Atómico de Ezeiza que tiene 840 hectáreas de terreno, de los cuales la mayoría son puro monte. Y lindando con estos terrenos está el barrio cerrado "La Celia", que tiene unas cien casas con cincuenta familias que viven permanentemente.
Claudio Santa María, un vecino del barrio, denunció el martes la existencia de las panteras a la Dirección de Fauna provincial y advirtió además a los directivos del Centro Atómico, quienes desde hace 48 horas pidieron ayuda a la Gendarmería.
"Como el barrio privado no tiene servicio de recolección de basura, los residuos se acumulan en un container en la entrada hasta que se los lleva la Municipalidad", comenta Santa María, quien como a otros vecinos, los aterra que dos panteras estén sueltas merodeando por sus casas.
"Ver ciervos, bambis y zorros por acá no es nada raro. Cuando me mudé hace tres años todos me dijeron que habían salido del zoológico de Cutini", recordó el vecino de "La Celia".
Sin embargo, dicen que las panteras ya se muestran sin temor. Carlos Huergo, de 44 años, es el jefe de mantenimiento del Centro Atómico, y el pasado sábado estuvo a pocos metros de los felinos negros. "Tenían el tamaño de un perro grande. Una estaba dentro del container de la basura y la otra, comiendo de una bolsa de plástico", detalló Huergo.
A pocos metros del barrio privado funciona un campo deportivo de los empleados de comercio, un jardín de infantes y una colonia de chicos, de 6 a 12, que desde la aparición de las panteras piensan en suspender el día de camping que tenían organizado para fin de mes en el predio del Centro Atómico.
En 1987 se había inaugurado el Zoológico Mundo Animal, en Ezeiza, de Jorge Cutini. El parque se distinguía por la amplitud de los espacios en los que estaban los animales, y por tener en absoluta libertad, sin jaulas ni rejas, a los considerados más inofensivos.
Pero al año de abrir sus puertas, un oso le arrancó el brazo a un chico de 7 años. Este hecho sigue presente entre los vecinos de Ezeiza, quienes temen por sus hijos al asegurar que habría "dos panteras hambrientas" tan cerca de sus casas.