Sus dueños son Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreyra. La firma empezó fabricando tableros eléctricos. Ahora es un grupo que tiene mil empleados y logró una fuerte expansión durante este Gobierno.
Su nombre comenzó a tallar en los últimos días, tras confirmarse que- en sociedad con Enarsa- va camino a desembarcar en Transener.
Se trata de la empresa cordobesa Electroingeniería, que inició sus actividades hace 30 años con 4 socios y 20 empleados y que ahora es propiedad de Osvaldo Acosta y Gerardo Ferreyra, que tienen a su cargo un plantel de 1.000 agentes.
En el ambiente político y el sector energético, atribuyen el fuerte crecimiento que mostró la empresa en los últimos años -su facturación saltó de US$ 65 millones en 2001 a US$ 110 millones en 2006- a la buena relación que mantienen sus dueños con las principales figuras del Gobierno. En esa línea, los puentes de llegada a la administración K serían el ministro Julio De Vido y el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zanini, quien militó en Córdoba con Ferreyra.
Si bien no ocultan su apoyo a las políticas que lleva adelante Néstor Kirchner, los timoneles de Electroingeniería descartan de plano contar con algún beneficio o ventaja del Gobierno a la hora de competir en las licitaciones.
"Somos una empresa nacional que creció desde abajo y pudo superar la crisis del 2001. Ganamos las obras porque presentamos los precios más bajos", destacó Acosta, el titular de la firma que está por cumplir 57 años y es hincha de Instituto.
Para Ferreyra -fanático de Belgrano y ex militante del ERP, que estuvo 9 años preso, uno de los cuales lo pasó sin estar reconocido como detenido-, el trato con el Gobierno que le endilgan a la empresa "no tiene ninguna clase de fundamento". Señaló que "si bien nos adjudicamos obras importantes, también hemos quedado afuera de otros proyectos como la construcción de cárceles y el tren bala, que para nosotros eran muy significativos".
¿Cómo se explica la expansión de la empresa que pasó de fabricar tableros a convertirse en un grupo con negocios en energía y obras públicas? Para Acosta, la clave estuvo en "el manejo ordenado y en el hecho de haber contado con los mejores ingenieros que aún en las épocas de crisis aceptaron los recortes de sueldos para cumplir con los contratos".
Ferreyra atribuye el crecimiento al "cumplimiento exitoso de las distintas etapas que atravesó la empresa al pasar de proveedora de equipos a subcontratista y luego socia de las principales compañías locales y extranjeras".
En el sector energético, el debut como contratista se dio en Yacyretá a fines de los 80. Y entre las últimas grandes obras que ganó figuran la interconexión eléctrica con la Patagonia, la tercera línea de Yacyretá y las nuevas centrales térmicas de Campana y Timbúes que está levantando en sociedad con Siemens.
Y en las obras públicas, sus pergaminos más destacados son: la construcción de 217 escuelas en Córdoba, la planta depuradora del lago San Roque, varios rutas provinciales y una cárcel en Perú financiada por Naciones Unidas.
¿Por qué buscaron a Enarsa y no una socia privada para comprar Transener? La justificación la aporta Ferreyra con la anuencia total de Acosta. "Era la mejor opción para evitar que la transportista caiga en manos de un fondo del exterior. Con esta alianza esperamos ser los pioneros en el nuevo modelo de asociación pública-privada que se viene para la operación de los servicios estratégicos".
Perfiles
Transener
Es la transportista eléctrica más importante del país. Se armó con los activos de las ex Hidronor y Agua y Energía y se privatizó a principios de los 90. Opera 8.800 km de líneas de alta tensión y factura $ 340 millones anuales. El 50% de la sociedad controlante es de grupo Dolphin de Marcelo Mindlin y la otra mitad pasará a Electroingeniería y Enarsa.
Electroingeniería
Nació en Córdoba a fines de 1977 como una fábrica de tableros eléctricos. Comenzó a crecer a fines de los 80 y dio el gran saltó a partir del 2000 al ganar varios contratos de obras públicas y líneas de transmisión. Cuenta con un plantel de 1.000 empleados, de los cuales la mitad son ingenieros. En el 2006, facturó US$ 110 millones.
El presidente de la firma cree que es inminente la compra del 50% de Transener; dice que "invitaron" a Enarsa a participar
Osvaldo Acosta, el presidente de la empresa cordobesa Electroingeniería, confía en que en unos pocos días se concretará la compra del 50% del paquete accionario de la transportadora eléctrica Transener, una operación en la que está asociada con la petrolera estatal Enarsa.
Acosta es optimista, ya que se cayó el obstáculo que tenía por delante: la presencia de una sociedad que respondía al fondo de inversión Eton Park de Estados Unidos, con el cual competía por la porción que hasta ahora pertenece a Petrobras. La petrolera brasileña está obligada a vender su participación en Transener. La dupla Electroingeniería-Enarsa ofreció US$ 60 millones, que financiará el banco ABN Amro.
De Electroingeniería, y en especial de su vicepresidente, Gerardo Ferreyra, se dice que tiene relaciones muy aceitadas con la administración de Néstor Kirchner, particularmente con el secretario legal y técnico, Carlos Zannini, y con el ministro de Planificación, Julio De Vido. Pero Acosta negó tener una vinculación "especial" con el Gobierno durante una entrevista con LA NACION (ver aparte).
"Hace más de un año y medio que estamos interesados en Transener y tenemos firmado un preacuerdo con Petrobras y con Enarsa", dijo.
-¿Por qué van con Enarsa?
-Petrobras compró Perez Companc hace cinco años. Dentro del paquete había acciones de Transener. El Estado, en el momento de la presidencia de Eduardo Duhalde, aceptó a través de la Secretaría de Defensa a la Competencia la venta de Perez Companc, pero le pone una cláusula, que la obliga a desinvertir en Transener porque no podía estar en manos de una empresa estatal brasileña una empresa esencial del servicio público argentino. Nosotros ofertamos prácticamente lo mismo que el fondo de inversión EP Primrose Spain [perteneciente a Eton Park], pero Petrobras tomó la decisión de vender a ese fondo. Analizamos y vimos que tenía un capital de 3800 euros, con un fin social inmobiliario cambiado un mes antes y que la cadena accionaria pasaba por Inglaterra, las islas Caimán, las Bahamas y sólo después llegaba a Estados Unidos.
Transener iba a quedar en manos de dos fondos de inversión, uno de ellos instalado en el país, que es Dolphin (vía Pampa Holding, que hoy tiene el 50% de Transener), y el otro, Eton. Decidimos igualar la oferta. Enarsa siempre estuvo interesada en Transener. Para fortificar nuestra propuesta le propusimos nosotros a Enarsa participar en nuestro contrato licitatorio. De ese modo el Estado recuperaba su participación en un sector estratégico. Por eso el interés de Enarsa, a la que invitamos a participar.
-Pero Enarsa no tiene trayectoria en energía eléctrica...
-Enarsa no, pero nosotros sí.
-¿Cuál es el monto de la operación?
-Son 54 millones de dólares en lo que es la operación por Transener y seis más por una participación minoritaria que tenia Petrobras en Yacylec (Yacyretá).
-¿Cómo consiguen ese dinero?
-Hubo un par de alternativas distintas para el financiamiento, una de bancos nacionales y otra que seguramente es la que se va a realizar, que es con el ABN Amro, especialista en materia energética y uno de los principales bancos del mundo. Entre los bancos locales figuraban el Macro, Galicia y un fondo fiduciario que se iba a hacer con el BICE.
-¿Cómo es la relación con Pampa Holding, su futuro socio?
-Es buena, totalmente normal.
-Se dice que la participación de Electroingeniería en el proceso de venta de Transener comenzó luego de un viaje a Berlín del ministro De Vido, del que también participó Ferreyra.
-Es totalmente falso. De Vido fue a Berlín a ver la marcha de las turbinas de las centrales térmicas en febrero de este año y nosotros estamos interesados por Transener hace un año y medio, desde marzo de 2006, cuando fue nuestra primera propuesta.
-¿Por qué se menciona que Ferreyra integra con mucha frecuencia las delegaciones oficiales?
-Yo conozco dos viajes de Ferreyra con delegaciones oficiales: una a Alemania y otra a Venezuela, en este caso con grupo de 60 o 70 empresarios del que yo también participé. Fuimos a acompañar la perforación del primer pozo petrolero en la asociación Petróleos de Venezuela con Enarsa. Esos viajes fueron entre febrero y marzo.
-¿Antes Ferreyra no viajaba en las delegaciones oficiales?
-En ninguna otra delegación oficial.
-¿Cuándo se concretará el ingreso de ustedes en Transener?
-Yo creo que muy pronto; en los próximos 10 o 15 días estará todo resuelto.
-¿Niegan que haya alguna relación especial entre ustedes y el Gobierno?
-No hay ninguna relación especial, ni de Ferreyra ni de Acosta con ningún gobierno, ni el actual ni los anteriores. No hay ninguna relación que no haya tenido que ver con las obras que nosotros ejecutamos.
Podemos tener una mejor relación con un determinado gobierno por la forma de trato y nada más. O por una amistad de compañeros de facultad que un buen día se encontraron y de pronto uno era secretario. Un buen día Ferreyra se encontró con Carlos Zannini, que era un hombre importante del Gobierno, y recordaron viejos tiempos que les tocó vivir. Nada más que eso.
UNA EMPRESA CON SÓLO DOS DUEÑOS
El santiagueño Osvaldo Acosta es el socio mayoritario de Electroingeniería. Prefiere dar la cara él antes que exponer a su socio, Gerardo Ferreyra, gerente comercial de la compañía y responsable de cuidar las relaciones con los clientes y con el Gobierno.
"Yo no milité en ninguna agrupación. Ferreyra sí lo hizo", recordó Acosta. "Ferreyra se recibió y en 1975 lo metieron preso. Estuvo preso nueve años, sin juzgamiento, sin causa", agregó, refiriéndose al pasado de su socio.
-¿Entonces conoció a Carlos Zannini [el secretario legal y técnico]?
-Conoció a mucha gente.
-¿Compartían la militancia?
-No. Se conocieron casualmente en una de las cárceles, nada más.
-¿Quiénes son los dueños de Electroingeniería?
-Yo tengo el paquete mayoritario y el minoritario, Ferreyra.
-¿Cuál es la facturación anual?
-En 2006 fue de US$ 110 millones. Este año estará un 20% por encima. En el 2000 facturábamos 65 millones y en 2001 teníamos contratos de ejecución de obra por 230 o 240 millones, junto con Cartellone y Siemems.
Construimos 117 escuelas en Córdoba, el alumbrado y bacheo de la ciudad, estábamos haciendo cinco o seis líneas en distintos lugares del país, trabajamos en Perú y en Chile. Salvo algún bache, siempre crecimos.
-¿Qué porcentaje de sus obras son públicas y cuántas son privadas?
-Actualmente, la proporción es cincuenta y cincuenta.